La obediencia produce descanso
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La obediencia produce descanso
La obediencia produce descanso
Hebreos 3:16–19 “16¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? 17¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? 19Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.”
Introducción
Introducción
Los israelitas que salieron de la esclavitud de Egipto habían sido testigos del poder de Dios y del interés que tenía de rescatarlos. Después de ver la manifestación gloriosa de Dios, ellos recibieron la orden de avanzar hacia la tierra prometida.
Pero en el camino, cuando vieron los gigantes de Canaan murmuraron, a pesar que habían visto el poder de Dios dijeron que no era posible lograrlo, en contra de la orden de Dios, se propusieron regresar a Egipto.
Esta actitud desató la ira de Dios, vivieron errantes por 40 años en el desierto donde murieron los mayores de 20 años y no entraron a la tierra prometida.
Ellos son un ejemplo para nosotros para que obedezcamos a Dios.
Conoce la voluntad de Dios
Conoce la voluntad de Dios
No puedes obedecer a Dios si no conoces sus mandatos y ordenanza primero, y si El Espíritu Santo no te las revela a tu corazón.
Dios ha dejado su Palabra para que sea el manual de instrucciones que nos conduce a su propósito: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105”.
Para obedecer es indispensable conocer y practicar la Palabra de Dios, en ella encontramos sus mandatos, instrucciones y promesas.
Es de suma importancia que escudriñes y seas instruido en la Palabra de Dios.
Las buenas obras
Las buenas obras
El rey Saúl ofreció sacrificios a Dios cuando no le correspondía hacerlo. (1 Samuel 13)
Saúl pudo haber tenido buenas intenciones y buenos sentimientos, pero fue rebelde al desobedecer la Palabra de Dios.
También recibió la instrucción de destruir a los amalecitas y sus ganados pero él desobedeció al dejar con vida al rey y a lo mejor del ganado. (1 Samuel 15)
Fue desechado por Dios porque no se arrepintió de su mal proceder, fue reprendido con esta Palabra: “…el obedecer es mejor que los sacrificios. 1 Samuel 15:22”.
La incredulidad
La incredulidad
Los fariseos no aceptaban a Jesús como el Mesías porque no creían en Dios.
Los israelitas que no entraron en el reposo de Dios fueron desobedientes porque no creyeron a Dios.
Puede conocer la Palabra de Dios pero no sirve de nada sino la cree, la incredulidad lo aleja de Dios: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6”
La incredulidad te produce cansancio, agotamiento y desesperanza.
Conclusión
Conclusión
La obediencia produce el reposo de Dios, cumplir sus mandamientos no es agobiante: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 1 Juan 5:3”.
Dios nos manda a predicar el evangelio: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15”.
Cumplir este mandamiento produce satisfacción y paz al alma. Presente su vida en obediencia a Dios, hagamos juntos la obra de Dios.