Jesús reprende a las ciudades

Segundo Sermón de Jesús en Mateo  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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El Señor Jesús reprocha a estas ciudades que vieron y palparon gran parte del ministerio de Jesús, con sus señales y milagros asombrosos pero que no se arrepintieron.

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Lectura Bíblica

Mateo 4:12–17 NBLA
12 Cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, regresó a Galilea. 13 Saliendo de Nazaret, fue a vivir en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; 14 para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: 15 “¡Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles! 16 »El pueblo asentado en tinieblas vio una gran Luz, Y a los que vivían en región y sombra de muerte, Una Luz les resplandeció». 17 Desde entonces Jesús comenzó a predicar: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado».

Jesús reprende a las ciudades

(Mateo 11:20-24)
Mateo 11:20–24 NBLA
20 Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de Sus milagros, porque no se habían arrepentido: 21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza. 22 »Por eso les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. 23 »Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta hubiera permanecido hasta hoy. 24 »Sin embargo, les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti».

I. Introducción.

Jesús reivindica a Juan el bautista, que a pesar de sus dudas razonables fue exaltado como el más grande de los profetas.
Jesús reprocha a los oyentes que están presentes en Capernaúm, donde se encuentra predicando mencionando la indiferencia que tuvieron para con Juan el bautista y ahora con la enseñanza del Hijo de Dios.
Pero no se detiene allí, sino que les “reprocha” por su incredulidad.
En algunos pasajes se ve al Señor Jesucristo “reprochando” pero en este caso, supera a todas las demás:
Marcos 16:14 NBLA
14 Después Jesús se apareció a los once discípulos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Aquí en el pasaje de Marcos, el significado parece más leve, y el Señor les anima a que sigan adelante.
Pero en nuestro pasaje de Mateo 11.20 la palabra usada es increpar:

I. El Reproche

Mateo 11:20 NBLA
20 Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de Sus milagros, porque no se habían arrepentido:
RAE:
Reproche, en español significa “echar en cara”, reconvenir, regañar.

increpar tr. Reprender a una persona con dureza y severidad:

Incluso, otros usos de la palabra pueden ser “injuriar, vituperar, colmar de insultos.” Como el Señor Jesús advierte que le harán a sus discípulos:
Lucas 6:22 NBLA
22 »Bienaventurados son ustedes cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí, los colman de insultos y desechan su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
¿Por qué los increpa?
Mateo 11:20 (NBLA)
20 Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de Sus milagros, porque no se habían arrepentido:
La razón viene expresada en este versículo:
¡Porque no se habían arrepentido!
Vino Cristo y no lo vieron como el Libertador que esperaban, ni escucharon las Palabras que necesitaban.
Pero Jesús mostró las señales necesarias para demostrar Su poder;
El reproche que hace Jesús está en los v. 22 y 24
Mateo 11:22 NBLA
22 »Por eso les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes.
Mateo 11:24 NBLA
24 »Sin embargo, les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti».

a) Habrá un Juicio

El Señor se está refiriendo al juicio que se hará de todos los seres humanos que no creyeron en el Señor Jesús, ni fueron inscritos en el libro de la vida.
Apocalipsis 20:11–15 NBLA
11 Vi un gran trono blanco y a Aquel que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. 12 También vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos. Otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. 13 El mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos. Y fueron juzgados, cada uno según sus obras. 14 La Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. 15 Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.

b) Su castigo será mayor que otros

Si se puede expresar con esta idea que hay grados de castigo en el infierno, estos habitantes de dichas ciudades, recibirán mayor “rigor” en el castigo.

II. Las Ciudades

Jesús menciona a 3 ciudades que estaban muy cerca la una de la otra y representan el centro del ministerio de Jesús en varias etapas de tiempo.

a) Corazín:

No hay ninguna referencia directa en los evangelios que mencione a Jesús en tal ciudad, pero Jesús le reprocha, y por la cercanía con las otras ciudades podemos comprender que hizo milagros y dio enseñanzas allí.

b) Betsaida:

Significa “casa de Pescadores” De esta ciudad eran originarios Felipe, Andrés, Pedro (Jn 1.44).
En esta ciudad el Señor Jesús hizo los siguientes milagros:

1) Curación de un ciego

Marcos 8:22–26 NBLA
22 Llegaron* a Betsaida, y trajeron* a Jesús un ciego y le rogaron* que lo tocara. 23 Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: «¿Ves algo?». 24 Y levantando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan» 25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad. 26 Y lo envió a su casa diciendo: «Ni aun en la aldea entres».

2) Enseñabó y sanó a los enfermos:

Lucas 9:10–11 NBLA
10 Cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y tomándolos con Él, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. 11 Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, lo siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.

3) Alimentación de los 5,000 hombres.

Lucas 9:16–17 NBLA
16 Tomando Él los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. 17 Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas.

c) En Capernaúm;

Esta ciudad funcionó como una residencia temporal, junto con su madre, sus hermanos y sus discípulos.
Juan 2:12 NBLA
12 Después de esto Jesús bajó a Capernaúm con Su madre, Sus hermanos y Sus discípulos; pero no se quedaron allí muchos días.
Pero después se convirtió en su residencia oficial, y base para su ministerio.
Mateo 4:13 NBLA
13 Saliendo de Nazaret, fue a vivir en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí;

1) Jesús sana al siervo del Centurión

Mateo 8:5 NBLA
5 Al entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y le suplicó:
Mateo 8:13 NBLA
13 Entonces Jesús dijo al centurión: «Vete; así como has creído, te sea hecho». Y el criado fue sanado en esa misma hora.
Leer (Marcos 1.14-2.12)
En este pasaje se narran varios acontecimientos que nos dan a conocer la cantidad de señales y milagros que Jesús hizo en esa región.

2) La pesca milagrosa

En Capernaúm, comenzó a predicar el arrepentimiento y al ver a Simón, Andrés, Jacobo y Juan limpiando sus redes, les ayuda en “la pesca milagrosa” (Lucas 5:1-12) y los llama a seguirlo para hacerlos “pescadores de hombres (Mr 1.17).”
Marcos 1:17 NBLA
17 Y Jesús les dijo: «Vengan conmigo, y Yo haré que ustedes sean pescadores de hombres».

3) Expulsa un demonio

El siguiente día de reposo, entró en la sinagoga y al predicar se “admiraban de su doctrina” (Mr 1.22) y expulsó un demonio “con autoridad” y todos “se asombraban” (Mr 1.27 ) y “su fama se extendió por toda la región (Mr. 1.28).”
Marcos 1:27 NBLA
27 Y todos se asombraron de tal manera que discutían entre sí, diciendo: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad! Él manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen»

4) Sanó a su suegra

Inmediatamente al salir de allí fue a la casa de Pedro y sanó a su suegra (Mr 1.30-31)
Marcos 1:30–31 NBLA
30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y enseguida hablaron* a Jesús de ella. 31 Él se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía.

5) Sanó a muchos

Al caer la tarde sanó a muchos que estaban enfermos y expulsó muchos demonios. (Mr 1.32-34).
Marcos 1:32–34 NBLA
32 A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados. 33 Toda la ciudad se había amontonado a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era Él.

6) Continúan los milagros

Al día siguiente, decidió ir a las ciudades vecinas (y predicó y expulsó demonios Mr 1.39 ). En ese tiempo vino a El un leproso y lo sanó (Mr 1.42)
Marcos 1:39 NBLA
39 Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios.
Marcos 1:42 NBLA
42 Al instante la lepra lo dejó y quedó limpio.

7) Sanó un paralítico

Entrando en la ciudad de nuevo, al enseñar la Palabra le trajeron un paralítico y lo sanó (Mr 2.10-11) y todos estaban “asombrados” (Mr 2.12)
Marcos 2:10–11 NBLA
10 »Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados» dijo* al paralítico: 11 «A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

8) Sana a un hombre con la mano seca

Otro día de reposo, en una sinagoga sanó un hombre con la mano seca (Mr 3.6)
Marcos 3:6 NBLA
6 Pero cuando los fariseos salieron, enseguida comenzaron a tramar con los herodianos en contra de Jesús, para ver cómo lo podrían destruir.

9) Siguen las señales

Jesús dijo a sus discípulos que tuvieran siempre la barca lista, para apartarse de la multitud que lo seguía, pues había sanado a muchos y expulsado muchos demonios (Mr 3.10-11).
Marcos 3:10–11 NBLA
10 porque Él había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones, para tocar a Jesús, se echaban sobre Él. 11 Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de Él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios»
Fue allí en Galilea, que pronunció el Sermón del Monte y las Parábolas del reino.
Fue allí donde calmó la tempestad en el mar de Galilea, expulsó a legión en Gadara y al regresar a Galilea resucitó a la hija de Jairo (Mr 5.41-42) y a una mujer con flujo de sangre (Mr 5.34)
Hasta el cap. 6 de Marcos, casi toda la historia se desarrolla en Galilea, entre estas ciudades a las cuales Jesús les reclama.
Estando en una ocasión en Nazaret, Jesús mismo reprochó a Nazaret (su ciudad) por la incredulidad y por exigir que se hicieran las mismas señales hechas en Capernaúm.
Lucas 4:23 NBLA
23 Entonces Él les dijo: «Sin duda me citarán este refrán: “Médico, cúrate a ti mismo; esto es, todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm, hazlo también aquí en Tu tierra”».
10) Jesús obtiene una moneda de un pez
Mateo 17:24 NBLA
24 Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban las dos dracmas del impuesto del templo y dijeron: «¿No paga su maestro el impuesto del templo?».
Mateo 17:27 NBLA
27 «Sin embargo, para que no los escandalicemos, ve al mar, echa el anzuelo, y toma el primer pez que salga; y cuando le abras la boca hallarás un siclo; tómalo y dáselo por ti y por Mí».
Entre otros...

III. La Comparación:

EL Señor Jesús compara a estas ciudades con otras ciudades extranjeras:

a) Tiro:

Una ciudad de los Fenicios, que se caracterizaban por ser buenos comerciantes y navegantes en el Mar Mediterráneo.
Personajes conocidos:
- Hiram I, que ayudó a David al proveer la madera para la construcción del templo.
- Un artesano también de nombre Hiram, hijo de madre israelita, que llevó a cabo los trabajos artísticos del templo.
- Jezabel, hija del rey Et-baal casada con Acab e introdujeron la adoración a baal en tiempos de Elías.
- Isaías les llama (Is. 23.8)
Isaías 23:8 (NBLA)
8b Cuyos mercaderes eran príncipes, cuyos comerciantes eran los nobles de la tierra?
- Una ciudad difícil de conquistar por los grandes imperios.

b) Sidón:

Una ciudad también de los Fenicios, y más antigua que Tiro.
MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 714.
Para los judíos de Galilea, Tiro y Sidón personificaban la corrupción pagana y despreciable. Los habitantes de esas ciudades eran descendientes de los antiguos fenicios, los famosos comerciantes marinos y colonizadores del Mediterráneo. Ambas ciudades eran puertos marítimos típicos, destacados por su inmoralidad e impiedad (incluso por normas paganas) y estaban muy involucradas en la adoración licenciosa a Baal.

c) Sodoma:

Nombre de la ciudad que es la referencia de las ciudades de la llanura cerca del Mar Muerto, su nombre es sinónimo de pecado y se asocia con la homosexualidad (Sodomía)
MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 715.
Hasta en el mundo secular, Sodoma es sinónimo de depravación moral y tiene la distinción infame de prestar su nombre (en sodomía) a las más extremas formas de homosexualidad y bestialidad sexual.
Jesús compara a las ciudades donde él hizo milagros y señales con estas 3 ciudades extranjeras para recalcar que Dios está más indignado con ellos que con ciudades paganas y pecadores que lo son desde la raíz.
La indiferencia a la Palabra de Dios, y la tibieza para convertirse son más despreciables para Dios que los paganos que no le conocen y que incluso, son idólatras.
Apocalipsis 3:14–16 NBLA
14 «Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto: 15 ‘Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16 ’Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.
Expresiones como estas que hace Jesús en
Mateo 11:21 NBLA
21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.
¡Ay! Es un grito de Dolor, por lo general, pero los profetas lo usaron como una Sentencia de Juicio y una maldición para estos habitantes que han sido “indiferentes a las obras de Dios en medio de ellos.”
Así como Sodoma era peor que las otras ciudades, así Capernaúm era peor que las otras ciudades mencionadas, porque tuvo una relevancia mayor, tuvo el privilegio de que Jesús habitara en ella durante su ministerio y vio más milagros que probablemente ninguna otra ciudad sobre la tierra.

Conclusión:

MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 713.
Cuando las personas tienen gran oportunidad de oír la Palabra de Dios, e incluso de verla milagrosamente demostrada, la culpa que tienen por rechazarla se intensifica en gran manera. Es mucho mejor no haber oído nada de Cristo, que oír la verdad acerca de Él y sin embargo rechazarlo.
¿Cuánto has visto y oído de la Palabra de Dios?
¿Cuán cerca has estado de lo que el Señor ha hecho?
De esta manera se puede ver que, a veces se está muy cerca y a la vez muy lejos.
La gente se “asombraba” de los hechos realizados por Jesús, pero eso no impactaba su forma de vivir, ni sus creencias.
Ellos no se sometieron al Señorío de Cristo, no acudieron a Él para ser salvos por medio de la fe, ellos solo eran “espectadores tibios.”
Amigos, oyentes aquí presentes, no queremos escuchar estas palabras acerca de ti:
¡Ay de ti “fulano”! que presenciaste la obra de Dios, que viste el Poder, la Fidelidad y la Misericordia de Dios, pero que fuiste indiferente...
Que no tomaste en serio la Palabra de Dios...
Por lo tanto, ¡Ven ahora a Cristo!
¡Ven, sin tardar, deja de ser tibio, que te emocionas en algunos momentos y te enfrías en otros!
¡Deja ya de dudar si Jesús es el Señor!
¡Deja ya de pensar en ti y piensa en Él, que te está llamando!
¡Responde, Levántate y Ven a Él, confesando que es el Señor y el Salvador!
Bendiciones.
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