Huyendo de su presencia

Introducción

Durante estas cuatro semanas estaré haciendo una serie de reflexiones basadas en el libro de Jonas.

He titulado a esta serie de sermones, “Los engaños del corazón”, porque hoy por hoy vivimos en un sistema que nos proclama “Haz lo que te dicte el corazón” o “Lo que tu sientes eso es lo que importa”. Cuando este pensamiento se incrusta en la vida del creyente puede ser peligroso, de hecho es tan peligroso, que por seguir lo que dicta el corazón se han hecho guerras, matanzas, divorcios, abandonos, abusos etc.

La Biblia nos da este principio en

Jeremías 17:9–10 RVR60

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

¿Cómo podemos saber si lo que sentimos es correcto o no? El filtro es la palabra de Dios.

Imaginaros que yo vengo un día aquí diciendo, hermanos siento divorciarme de mi esposa, puedo sentir eso? sí, Es correcto? no, que dice la Biblia acerca del matrimonio.

Quiero hacer una ONG, sin animo de lucro para ayudar a los adolescentes en relación al fracaso escolar, Puedo sentirlo? sí, Es correcto? sí, Qué dice la Biblia acerca del prjimo.

Si aplicamos este principio, nos ahorraremos millones de conflictos, podremos bendecir y seremos bendecidos.

Vamos al texto.

Jonás 1:1–16 LBLA

Vino palabra del Señor a Jonás, hijo de Amitai, diciendo: Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta mí. Pero Jonás se levantó para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Y descendiendo a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Y el Señor desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse. Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo. Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente. El capitán se le acercó y le dijo: ¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios! Quizás tu Dios piense en nosotros y no pereceremos. Y cada uno dijo a su compañero: Venid, echemos suertes para saber por causa de quién nos ha venido esta calamidad. Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás. Entonces le dijeron: Decláranos ahora por causa de quién nos ha venido esta calamidad. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? Y él les respondió: Soy hebreo, y temo al Señor Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra. Los hombres se atemorizaron en gran manera y le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Porque ellos sabían que él huía de la presencia del Señor, por lo que él les había declarado. Entonces le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se calme en torno nuestro? Pues el mar se embravecía más y más. Y él les dijo: Tomadme y lanzadme al mar, y el mar se calmará en torno vuestro, pues yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. Los hombres se pusieron a remar con afán para volver a tierra firme, pero no pudieron, porque el mar seguía embraveciéndose contra ellos. Entonces invocaron al Señor, y dijeron: Te rogamos, oh Señor, no permitas que perezcamos ahora por causa de la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocente; porque tú, Señor, has hecho como te ha placido. Tomaron, pues, a Jonás y lo lanzaron al mar; y el mar cesó en su furia. Y aquellos hombres temieron en gran manera al Señor; ofrecieron un sacrificio al Señor y le hicieron votos.

Introducción

Esta es la historia del profeta Jonas, al cual Dios le da una orden clara, Ve a NINIVE. He titulado este primer mensaje “Huyendo de su presencia” porque al igual que Jonas en ocasiones nuestro corazón que es engañoso, puede meternos en la trampa que lo mejor que podemos hacer es huir de su presencia.

Ninive era la capital del Imperio Asirio, la nación que tanto mal le hizo a Israel.

Durante muchas generaciones el Reino de Israel estuvo dividido. El último Rey de todo Israel había sido Salomón, luego hubieron problemas internos donde las dose tribus se separaron las dos más grandes fueron Juda y Benjamín que se fueron al Sur de ahí viene el nombre de Judios.

Por otro lado las otras 10 tribus se fueron al norte y su capital era Samaria

Los Asirios habían llevado en el año 722 A.C cautivas a las 10 tribus de la cual nunca regresaron.

Por lo tanto “Ninive” era una ciudad que hacia sentir irritación a cualquier hebrero, Todo buen Hebrero debía odiar Ninive, y claro Jonas, no era la excepción, lo que él sentía era desprecio por los Asirios.

Ninive era una ciudad pagana, que vivía en torno a su cultura, su tradición, sus costumbres, sus dioses y su pecado. Pero la Biblia nos dice que ahí donde abundo el pecado sobreabundo la gracia

1. La Gracia de Dios es accesible para todos.

Esto es maravilloso, el Dios de la Biblia, no solo esta interesado en un pueblo como el de Israel, sino que por medio de ese pueblo su propósito era llegar a otras naciones con su gracia, su gracia es para todos.

Inclusive para los Ninivitas y esto es lo que le revienta a Jonas, no lo entiende, ellos son el enemigo, cómo puede ser eso posible.

Proverbios 25:21–22 NVI

Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará.

Jonas no esta dispuesto a ser el canal de bendición a los que el considera sus enemigos, Jonas no comprende un principio Importantisimo. Los seres humanos hemos sido enemidos de Dios y Él no nos pago como mereciamos, sino con lo que no mereciamos, su amor.

Romanos 5:10 RVA

Porque si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.

Cristo nos pago con su muerta la reconciliación con Dios. La gracia es accesible para todos, incluido para aquellos que creemos que no la merecen.

2. El adormecimiento empieza por la desobediencia.

Jonas se va a otra dirección a Tarsis, lo que sería el sur de España.

paga su pasaje y se va en una nave, mientras navega empieza a haber una gran tormenta que los sacude, ¿Qué hacia Jonas? Dormir. Ahora no solo esta yendo en contra de la orden de Dios, sino que se desentiende al punto que duerme profundamente.

Como creyentes en ocasiones pasa, no nos damos cuenta pero a pesa de conocer el evangelio nuestra vida espiritual puede estar adormecida por no tomar en cuenta las cosas de Dios.

Yo se que soy pesado con esto, pero no dejes de leer la Biblia, no dejes de orar, no dejes de congregarte, no dejes de poner tus dones al servicio de Dios, porque cuando huimos a aquello que Dios ha dicho en su Palabra podemos estar adormecidos. Dios nos ha llamado a ser la sal de la tierra y la luz del mundo y Satanas sabe que no puede matar a la Iglesia, pero sabes si que puede hacer, adormecerla y entre un difunto y un dormido hay mucha similitud.

3. Dios siempre se glorifica.

Jonas esta en la barca y dice soy hebreo y creo en el Dios de los cielos y la tierra y estoy huyendo de Dios. Los marineros echan suertes y el sorteo cae sobre Jonas, le preguntan que hacemos? Él les dice Echadme al mar. El mar se calmo.

Los marineros empezaron a glorificar a Dios. Algo curioso, Jonas no quería ir a Ninive porque les parecían unos paganos que no merecían la gracia de Dios y ahora da su vida por unos marineros paganos y estos terminan glorificando a Dios.

A pesar de lo incongruentes que podemos llegar a ser, Dios siempre se glorifica.

Conclusión.

Es imposible que huyamos de la presencia de Dios y cuando buscamos hacerlo, estamos a merced de las más grandes tormentas de la vida. No sé en que etapa estas, huir de la presencia de Dios, es hacer lo que sientes sin constrastar eso con su Palabra, y cuando hacemos eso, estamos diciendo algo como Jonas, “Dios te estas equivocando”. cuando hacemos eso Dios se encarga de mostrarnos estas tres cosas:

Su gracia es accesible para todos.

Dios es capas de tocar el Corazon y transformar a cualquier persona, hasta de aquellos quienes nos hicieron daño. Su gracia es infinita, y su gracia es suficiente para sanarnos.

El adormecimiento espiritual empieza por la desobediencia.

Puedes estar cinco, diez,, veinte años en una iglesia, llamarte cristiano, pero si no hay un crecimiento espiritual, es porque entonces estas adormecido. Dios no quiere eso para nosotros, todo lo contrario, su deseo es que crescamos en madurez espiritual para así ser instrumentos en en sus manos.

3. Dios siempre se glorifica.

Jonas en ningún momento busco, amar a Dios, no amar su prójimo, pero a pesar de eso, los marineros paganos reconocieron que el Dios de Jonas era el verdadero.

Dios siempre se glorifica con nosotros y a pesar de nosotros, pero que triste es ver su gloria y no ser parte de ella.

Oramos.

¿A que te esta llamando Dios en este tiempo? a lo mejor a reconciliarte con Él, a lo mejor te estas dando cuenta que has estado viviendo huyendo de su voluntad, Hoy Él te hace una invitación a no endurecer más tu corazón y recibir su gracia, para que la puedas disfrutar y crecer y ser parte de lo que Él por cierto ya esta haciendo.