LA ASIMILACIÓN DE LA BIBLIA COMO DISCIPLINA ESPIRITUAL

Creciendo en Piedad - Disciplinas Espirituales  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Que la audiencia aprenda a cómo utilizar la Biblia para su crecimiento en piedad o semejanza a Cristo.

Notes
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INTRODUCCIÓN

LA BIBLIA. Este libro revela la mente de Dios, el estado moral y espiritual del hombre, el camino de salvación, el castigo del pecador no redimido y la bienaventuranza del creyente. Sus doctrinas son santas, sus preceptos obligatorios, sus historias verdaderas y sus decisiones inmutables. Léelo para ser sabio, créelo para estar seguro, practícalo para ser santo. Es luz que dirige, pan que sostiene y consuelo que alegra. Es mapa del viajero, báculo del peregrino, brújula del navegante, espada del soldado y la carta magna del cristiano. En la Biblia está el paraíso restaurado, el cielo abierto y las puertas del infierno descubiertas. Cristo es su gran tema, nuestra salvación su buen propósito y la gloria de Dios su meta. Debe ocupar la mente, gobernar el corazón y guiar los pies. Léelo con lentitud, con frecuencia y con oración. Es mina de prosperidad, un paraíso de gloria y un río de placer. Nos es dado en esta vida, será abierto en el juicio y será recordado eternamente. Trata del deber más grande, recompensará la labor más excelente y condenará a todo aquél que juega con su sagrado contenido.--autor no conocido
El Dr. Donald Whitney dice: “Ninguna Disciplina Espiritual es más importante que alimentarse de la Palabra de Dios. Nada puede reemplazarla. Simplemente, no hay una vida cristiana sana sin la dieta de la leche y la carne de las Escrituras.”[1]
Hoy nos proponemos abordar el tema “La asimilación de la Palabra de Dios como disciplina espiritual” y expondremos 5 prácticas en las que debemos de disciplinarnos como creyentes si queremos ser fuertes a través de estas disciplinas.

ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS

“«Al contrario», le contestó Jesús, «dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan».” (Lucas 11:28, NBLA) / “Pero Él respondió: Antes bien, bienaventurados los que oyen y obedecen la Palabra de DIOS. (Lucas 11:28 BTX4)
Dice Whitney que: “El propósito de todos los métodos para asimilar la Biblia es «conservarla», es decir, hacer lo que Dios dice y, de esa manera, progresar en la semejanza a Cristo.”[2]
Romanos 10:17 RV 1960 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” / Romanos 10:17 BTX4 Así que la fe viene por lo que se oye, y lo que se oye a través de la Palabra de CRISTO.”
Si la Fe es un don de Dios (Efe. 2:8) y un fruto del Espíritu (Gal. 5:22-23), la vía por medio de la cual el Espíritu Santo lo ministra a nuestras vidas es su Palabra, la cual es su espada (Efe. 6:17) es la que escuchamos que produce fe y/o la fortalece.
Algunos consejos para practicar la subdisciplina de escuchar la Palabra de Dios:
1-Disciplínate y ven con expectativa a los servicios sobre lo que Dios va a hablar.
“Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque estos no saben que hacen el mal.” (Eclesiastés 5:1, NBLA)
Procura no distraerte en la predicación. Mantén la atención.
Presta atención al texto o los textos leídos y guárdalos en tu corazón, como lo hizo María la madre del Señor cuando el ángel le hablo.
Te ayudará a disciplinarte en este sentido si consideras en tu corazón este tiempo donde escuchas la Palabra de Dios como algo sagrado y que amerita toda tu reverencia.
2-Practica leer en voz alta.
3-Escucha la Biblia en audio.
Puedes obtener la Biblia en audio en internet.
Podrías auxiliarte de app con esta funcionalidad como YouVersion.
Así que, escuchar la Palabra de Dios no es simplemente escuchar pasivamente; es una Disciplina que se debe cultivar.[3]

LEER LA PALABRA DE DIOS

El periódico USA Today dio a conocer una encuesta que reveló que solo el 11 por ciento de los estadounidenses lee la Biblia todos los días. Más de la mitad no la lee ni una vez al mes, o no la lee en absoluto.
Una investigación realizada menos de un año antes por el Barna Research Group entre quienes afirman ser «cristianos nacidos de nuevo» reveló los siguientes números desalentadores: Solo 18 por ciento (menos de dos de cada diez) lee la Biblia todos los días. Lo peor de todo, 23 por ciento (casi uno de cada cuatro cristianos profesos) dice que nunca lee la Palabra de Dios.
Mostrar estadísticas de la iglesia local recabada para iniciar el plan de lectura de la Biblia en un año.
¿Has leído la Biblia entera?
67.7 % no la ha leído entera
32.7 % la ha leído entera.
¿Con cuánta frecuencia lees la Biblia?
45.2 % diariamente.
22.6 % algunos días a la semana.
29 % con poca frecuencia.
3.2 % no la lee
Bienaventurado (Feliz) el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca. (Apocalipsis 1:3 NBLA)
Dios promete que los que leen y ponen atención a su Palabra serán bendecidos. Pero solamente los que se disciplinan para hacerlo recibirán esas bendiciones.
¿Con qué frecuencia deberíamos leerla? El predicador británico John Blanchard, en su libro How to Enjoy Your Bible (Cómo disfrutar de su Biblia), responde:
No cabe duda que solo tenemos que ser realistas y sinceros con nosotros mismos para saber cada cuánto necesitamos recurrir a la Biblia. ¿Con qué frecuencia tenemos problemas, tentaciones y presiones? ¡Todos los días! Además, ¿cada cuánto necesitamos enseñanza, guía y más ánimo? ¡Todos los días! Si reunimos todas estas necesidades palpables en un tema aún mayor, ¿cada cuánto necesitamos ver el rostro de Dios, escuchar su voz, sentirlo, conocer su poder? La respuesta a todas estas preguntas es la misma: ¡todos los días! Como lo expresó el evangelista estadounidense D. L. Moody: «El hombre no puede tomar una provisión de gracia para el futuro, así como no puede comer lo suficiente para los próximos seis meses o guardar aire suficiente en sus pulmones en una sola vez para vivir durante una semana. Día a día debemos recurrir a la inagotable reserva de la gracia de Dios, según nuestra necesidad»[4]
Tres recomendaciones prácticas que nos ayudarán a tener éxito en leer la Palabra de Dios
Primero, Aparte tiempo.
De acuerdo con A.C. Nielsen Co, el americano promedio está en frente a su televisor 4 horas cada día, o lo que es lo mismo, 28 horas de cada semana o 2 meses sin parar cada año (1,460 horas al año) y si esta persona vivera 65 años, habría pasado 9 años pegado a su televisor.
El tiempo pasado en las redes sociales es de 2:22
Si la mayoría de las personas pudiera intercambiar el tiempo frente al televisor por la lectura de la Biblia, terminaría de leerla en cuatro semanas o menos.
En no más de quince minutos al día, usted puede leer toda la Biblia en menos de un año.
En solo cinco minutos al día, podría leer la Biblia entera en menos de tres años.
La segunda sugerencia es buscar un plan de lectura.
El plan local de leer la Biblia en un año.
Los devocionales TcD.
alguna App como YouVersion
Algunas Biblias de estudio traen plan de lectura.
Todos los años La Sociedad Bíblica Dominicana entrega folletos con planes de lectura en un año.
Si lee tres capítulos por día y cinco capítulos los domingos, usted tardará un año en completar la Biblia.
Lea tres del Antiguo Testamento y tres del Nuevo Testamento todos los días, y terminará el Antiguo Testamento una vez y el Nuevo Testamento cuatro veces en un período de doce meses.
La tercera sugerencia es que cada vez que lea, busque al menos una palabra, una frase o un versículo para medita.
Ilustración:
Robert L. Sumner, en The Wonder of the Word of God (La maravilla de la Palabra de Dios), habla de un hombre de la ciudad de Kansas City que había resultado gravemente herido en una explosión. Su rostro estaba muy desfigurado, y él perdió la vista y sus dos manos. Cuando el accidente ocurrió, no hacía mucho tiempo que había llegado a ser cristiano, y una de sus mayores decepciones era que ya no podría leer la Biblia. Entonces se enteró de una mujer en Inglaterra que leía braille con sus labios. Con la esperanza de hacer lo mismo, mandó a buscar algunos libros de la Biblia en braille. Pero descubrió que las terminaciones nerviosas de sus labios habían quedado demasiado dañadas como para distinguir los caracteres. Un día, mientras se llevaba una de las páginas en braille a los labios, su lengua tocó casualmente una parte del relieve de los caracteres y pudo sentirlos. Tan rápido como un destello, se dio cuenta: Puedo leer la Biblia usando mi lengua. Cuando Sumner escribió su libro, el hombre había leído cuatro veces la Biblia entera.

ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS

“La lectura nos da amplitud, pero el estudio nos da profundidad” Jerry Bridges
“porque Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del SEÑOR, y a practicarla, y a enseñar Sus estatutos y ordenanzas en Israel.” (Esdras 7:10, NBLA)
“Dedicado su corazón” se refiere a que Esdras se disciplinó.
“Estudiar” se refiere a que estudió diligentemente.
“Practicarla” se refiere a que obedeció.
“Enseñar” se refiere al compromiso asumido de ayudar a otros a que conozcan la Palabra de Dios.
“Cuando vengas, trae la capa que dejé en Troas con Carpo, y los libros, especialmente los pergaminos.” (2 Timoteo 4:13, NBLA)
En su confinamiento frío y horrible, el apóstol piadoso pidió dos cosas: un abrigo, para ponérselo y calentar su cuerpo, y la Palabra de Dios, para estudiar y calentar su mente y su corazón.
¿Por qué tantos cristianos descuidan el estudio de la Palabra de Dios? R. C. Sproul lo expresó dolorosamente bien: «He aquí el verdadero problema es nuestra negligencia. Nosotros fallamos en nuestro deber de estudiar la Palabra de Dios no tanto porque sea difícil de entender, ni porque sea pesada y aburrida, sino porque es un trabajo. Nuestro problema no es que nos falte inteligencia o pasión; nuestro problema es que somos perezosos»
La diferencia básica entre la lectura bíblica y el estudio bíblico no es más que papel y lápiz (o algún otro medio para conservar sus pensamientos).

MEMORIZAR LA PALABRA DE DIOS

Ilustración: de la misma manera que las famosas y extintas chancletas samuray son escasas, también las personas en la iglesia que memoricen la Palabra de Dios como una disciplina.
1. La memorización proporciona poder espiritual.
En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. (Salmos 119:11 RV 1960)
Ilustración: Tentación de Jesús por Satanás (Mt. 4:1-11)
2. La memorización fortalece su fe.
“Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi conocimiento; Porque te será agradable si las guardas dentro de ti, Para que estén listas en tus labios. Para que tu confianza esté en el SEÑOR, Te he instruido hoy a ti también.” (Proverbios 22:17-19 NBLA)
Memorizar las Escrituras fortalece su fe porque reafirma la verdad repetidas veces, frecuentemente, justo cuando usted necesita volver a escucharla.
3. La memorización nos prepara para dar testimonio y consejería.
¿Alguna vez te has visto en la necesidad de darle a alguien algún consejo? ¿has tenido la oportunidad de testificar de Cristo en un momento que no estabas preparado para eso?
Ilustración: el caso del primer sermón de Pedro en hechos 2:14-40.
4. La memorización provee un medio para la guía de Dios.
“Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.” (Salmos 119:24 RV 1960)
5. La memorización estimula la meditación.
¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. (Salmos 119:97 NBLA)
Ilustración: Cuando Dawson Trotman, fundador de la organización cristiana Los Navegantes, se convirtió a la fe en Cristo en 1926, empezó a memorizar un versículo bíblico al día. En esa época, él conducía un camión para una maderera de Los Ángeles. Mientras conducía por la ciudad, se dedicaba al versículo de ese día. Durante los primeros tres años de su vida cristiana memorizó sus primeros mil versículos. Si él pudo aprender de memoria alrededor de trescientos versículos al año mientras conducía, nosotros seguramente podemos encontrar la manera de memorizar algunos.

MEDITAR EN LA PALABRA DE DIOS

Debemos recordar que la meditación es un mandato de Dios y que las personas piadosas de la Biblia fueron ejemplos de ella.
En tanto que algunos abogan por un tipo de meditación en el que se hace todo lo posible por vaciar la mente, la meditación cristiana implica llenar la mente de Dios y de su verdad. Para algunos, la meditación es un intento de alcanzar una pasividad mental total, pero la meditación bíblica requiere una actividad mental constructiva.
¿Qué es la meditación?
“Definamos la meditación como el pensamiento profundo en las verdades y realidades espirituales reveladas en las Escrituras, o en la vida desde una perspectiva bíblica, con el objeto de entender, practicar y orar.”[5]
"Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. (Josué 1:8 NBLA)
¿Cómo meditamos cristianamente?
Elija un pasaje apropiado
Seleccione un método de meditación
Método de meditación #1: Haga énfasis en diferentes palabras del texto
Método de meditación #2: Reescriba el texto con sus propias palabras
Método de meditación #3: Formule un principio del texto: ¿qué enseña?
Método de meditación #4: Busque cómo aplicar el texto
Método de meditación #5: Ore mientras lee el texto
No se apure: ¡dedíquele tiempo!

APLICACIONES Y CONCLUSIONES

Nota: Tener pendiente si hay personas que nos visitan para presentarles el Evangelio.
¿Qué medidas tomarás para disciplinarte en Escuchar la Palabra de Dios?
Tal vez debas de descargar o conseguir la biblia en audio o utilizar algun App como por ejemplo YouVersion.
Tal vez establecer momentos en los cuales podrías escuchar la Palabra.
¿Qué medidas tomarás para disciplinarte en practicar la Lectura de la Palabra de Dios?
¿Cuándo buscarás un plan?
¿Cuándo iniciarás?
¿Qué hora del día y por cuánto tiempo lo harás?
¿Qué medidas tomarás para disciplinarte en el Estudio de la Palabra de Dios?
Puedes ubicar un día a la semana para esto.
Investiga qué necesitarás como herramientas para estudiar por tu cuenta.
¿Ya tienes una libreta o tienes que comprar una especialmente para este fin?
¿Qué medidas tomarás para disciplinarte en la memorización de la Palabra de Dios?
¿Qué es mejor para ti: tarjetitas con los versículos, pegarlos en lugares estratégicos, etc.?
¿Cuántos versículos te propondrás aprender por semana?
¿Con cuál versículo iniciarás?
¿Qué medidas tomarás para disciplinarte en la meditación de la Palabra de Dios?
Elegir diariamente de mi lectura diaria un texto o versículo para meditar en él durante el día.
Podría también utilizar el versículo que memorizarás para meditar.
Oremos a Dios para que su Espíritu Santo nos ayude a practicar estas disciplinas espirituales.
[1] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 24). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [2] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 26). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [3] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 29). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [4] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 31). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [5] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 51). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle.
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