¿VENDEDOR, COMPRADOR O ADORADOR?

LA ALABANZA Y LA ADORACIÓN EN LA BIBLIA  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Es posible que los adoradores pueda presentarse delante de Jesús con las manos llenas pero con el corazón vació. Una adoración simplemente externa, pero un corazón contaminado. Por ello es que para adorar verdaderamente a Jesús nuestro corazón necesita ser primeramente limpiado por su poder.

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Mateo 21:12–17 (NBLA)
12 Jesús entró en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo. También volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas.
13 Y les dijo*: «Escrito está, “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la están haciendo cueva de ladrones».
14 En el templo se acercaron a Él los ciegos y los cojos, y los sanó.
15 Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y decían: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron.
16 Y Le dijeron: «¿Oyes lo que estos dicen?». Y Jesús les respondió*: «Sí, ¿nunca han leído: “De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza?”»
17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y se hospedó allí.

INTRODUCCIÓN.

¿Como se le llama a una persona que vende?
¿Como se le llama a una persona que compra?
¿Como se le llama a una persona que adora?
Y es que todos, los que estamos aquí podemos identificarnos con uno de estos tres perfiles que encontramos en esta escena de la vida de Jesús.
Cada uno de ellos tenía su idea y su motivación para darle adoración a Dios y es muy probable que cada unos de nosotros los que estamos aquí tenga su propia idea y asi mismo es posible que se considere pertenecer al tercer perfil que mencione. (ojala y todos estemos ahí)
Pero después de examinar con cuidado este pasaje podamos ver exactamente donde estamos a la luz de los ojos de Jesús.
Mateo 21:12 (NBLA)
12 Jesús entró en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo. También volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas.

I. VENDEDOR.

Para saber quienes eran los vendedores y los compradores, primero necesitamos comprender lo que estaba aconteciendo en los días de Jesús.
Como ya sabemos los judios tenían tres fiestas religiosas anuales principales (la pascua, el pentecostés y los tabernáculos); la pascua era la más importante de ella, (celebraban la liberación que Dios les había dado de los egipcios). En esa fiesta tantos los judíos que vivían en Jerusalén como los que vivían en las provincias de la nación o en otras provincias del imperio venían con un solo propósito: a ofrecer los sacrificios de la fiesta en señal de adoración a Dios.
Para cumplir el sacrificio de acuerdo a rito de la Ley; quienes lo traían debían llevarlos de acuerdo a cierta especificaciones que el Señor les había ordenado: un cordero o un cabrito, debería tener un año solamente y no debería tener ningún tipo de defecto (no debía ser ciego, cojo, ni mutilado, ni con tiña, sarna, llagas o tuviera defectos de cualquier tipo).
Como muchos venían desde lejos, estos traían sus animales para el sacrificio (con todas sus implicaciones), pero los animales debían pasar la inspección en el templo para determinar si era o no apto para el sacrificio.
Si el animal no era apto para ello, simplemente se desechaba y no servia como sacrificio aceptable a Dios, así que dentro del templo se había creado una especie de mercado para solucionar el problema.
Así que al sumo Sacerdote, se les ocurrió la idea de simplificarle el trabajo a los visitantes viajeros: ellos estaría ofreciendo por medio de los mercaderes animales certificados para el sacrificio” a cambio de pagar su valor en el templo; que tremendos sumos sacerdotes (Los historiadores nos dicen que Anás, el sumo sacerdote anterior, era el administrador de esta actividad, ayudado por sus hijos.), No obstante, los animales para el sacrificio eran vendidos a precios muy elevados, aprovechándose de la necesidad de los asistentes a la fiesta que venían de muy lejos.
Ahí mismo se encontraban los cambistas: cambiaban las monedas internacionales por las monedas especiales del templo (que era la unica moneda aceptada por los mercaderes); pero; con frecuencia engañaban a los extranjeros que no conocían la tasa de cambios y les cobraban tarifas exorbitantes y nadie podría competir con ellos ni oponérseles.
Los mercaderes los que vendián (vendedores y los cabecillas de la mafia del templo) y los que vendía palomas y los cambistas ponían sus mesas en una sección del templo que se llamaba el atrio de los gentiles (Slide del templo), desplazando así a los gentiles que venían de todas partes de mundo civilizado para adorar a Dios.
Lo que había comenzado como un servicio y conveniencia para judíos visitantes se convirtió en un negocio muy lucrativo.
Aplicación
Levítico 22:1–2 (NVI)
El Señor le ordenó a Moisés que les dijera a Aarón y a sus hijos: «Traten con mucho respeto las ofrendas sagradas que me consagran los israelitas, para no profanar mi santo nombre. Yo soy el Señor
Los sacerdotes habían relajado la seriedad con la que los sacrificios debían ser tratados. Habían convertido el servicio a Dios en un negocio.
Al hacer esto estaban deshonrando el nombre de Dios delante de todo el pueblo
Todos los creyentes el día de hoy somos sacerdotes de Dios, por lo tanto cada una de nuestras acciones honra el nombre de Dios o lo deshonra delante de otros
Santiago 3:9–11 (TLA)
Con nuestra lengua podemos bendecir o maldecir. Con ella alabamos a nuestro Dios y Padre, y también insultamos a nuestros semejantes, que Dios hizo parecidos a él mismo. Hermanos, ¡esto no debe ser así!
De un mismo pozo no puede salir agua dulce y agua amarga o salada.
¿Como te conduces en tu vida? Puedes venir a la iglesia, pero si tu vecino te escucha decir malas palabras al mismo tiempo que te escuchas cuando pones alabanzas, tu boca esta deshornado a Dios.
Los sacerdotes se tomaron sin seriedad la santidad de Dios. Muchos cristianos hoy no se toman con seriedad la santidad de Dios.
Vienen y ofrecen un cántico de alabanza en sus iglesias, pero en realidad, en las acciones o las decisiones que toman en sus vidas Dios no esta presente.
No se preguntan ¿Honro a Dios con mis acciones? Honro a Dios en mi trabajo llegando temprano, siendo responsable, cumpliendo con lo que me piden.
El tomar en serio a Dios, no es una sugerencia es una Orden misma de Dios, Dios le ordeno a Moisés que le dijera a Aarón.
La Adoración (mi canto, mis acciones, mis relaciones, mis decisiones, etc) que le estamos consagrando a Dios la tratamos con mucho respeto.
El respeto es la consideración y valoración especial positiva ante alguien o algo, al que se le reconoce valor especial deferencia. Transmite una sensación de admiración por las cualidades buenas o valiosas. También es el proceso de honrar a alguien mostrando interés, preocupación o consideración.
Hoy miembros de las iglesias han perdido el respeto por Dios, por eso les da lo mismo pecar y no arrepentirse inventando toda clase de excusas.
Lo mismo sucede con lideres o servidores en las congregaciones; simplemente hemos dejado de tratar con respeto la ofrenda que le presentamos a Dios (llegamos tarde, no venimos, no tenemos compromiso, no hay sujeción, no pedimos consejo, etc.
En el tiempo de Jesús, se había perdido el respeto por la adoración verdadera a Dios, por parte de los sacerdotes, La corrupción habían entrado al templo por medio de los suponen de la piedad una fuente de ganancias
Pero para que allá vendedores, el mercado siempre exige que existan compradores

II. COMPRADOR.

¿Quienes eran los compradores?
Los compradores eran todos aquellos judíos que encontraron en la oferta de los lideres del templo la oportunidad perfecta para simplemente cumplir.
Aquellos que tenían un religión vacía, que habían vuelto a Dios una la rutina, que se acomodaron en el legalismo, vieron que el atrio del templo era el lugar donde podían cambiar dinero y comprar sacrificios para “cumplirle a Dios”
Malaquías 1:6–8 (DHH)
El Señor todopoderoso dice a los sacerdotes: «Los hijos honran a sus padres, y los criados respetan a sus amos. Pues si yo soy el Padre de ustedes, ¿por qué ustedes no me honran? Si soy su Amo, ¿por qué no me respetan? Ustedes me desprecian, y dicen todavía: “¿En qué te hemos despreciado?” Ustedes traen a mi altar pan indigno, y preguntan todavía: “¿En qué te ofendemos?” Ustedes me ofenden cuando piensan que mi altar puede ser despreciado y que no hay nada malo en ofrecerme animales ciegos, cojos o enfermos.» ¡Vayan, pues, y llévenselos a sus gobernantes! ¡Vean si ellos les aceptan con gusto el regalo!
De la manera en que los sacerdotes se habían relajado en poner cuidado en honrar a Dios, el pueblo se acomodo.
La unica diferencia era que los animales se compraban en el templo, pero ellos mismo ni se preocupaban por la calidad del Sacrifico. Les resultaba más cómodo pagar, que esforzarse ellos.
Muchos por conveniencia preferían llevar dinero que ganado. Si el sacrificio estaba limpio o era adecuado no importaba, ya estaba “certificado”.
Los compradores se conformaron simplemente con cumplir delante de los hombres, pero no delante de Dios.
Su adoración solo fue superficial, pero no genuina.
Isaías 29:13 (PDT)
El Señor dice: «Este pueblo viene a mí con palabras y me honra de labios para afuera, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden consiste en normas humanas repetidas de memoria.
Muchos comprador hay hoy en la iglesia. Vienen cantan 50 minutos, escuchan un sermón de 80 minutos y listo. No los volvemos a ver si bien nos va en 8 días, sino es que hay quienes hasta meses después se aparecen.
No hay un deseo verdadero de agradad a Dios, siempre hay un pretexto para no dar mas. No predican en su vecindario, no dan testimonio de su fe, no estan dispuestos a ser rechazados por el mundo a causa de Cristo, dicen que son sus discípulos, pero en realidad no le siguen.
La adoración en el templo se había vuelto seca, vacía rutinaria y lejos de la voluntad de Dios, no había una canción
Claro que al ver todas estas cosas, Jesús se enfado y tomo cartas sobre el asunto.
Mateo 21:12–13 (NBLA)
12 Jesús entró en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo. También volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas.
13 Y les dijo*: «Escrito está, “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la están haciendo cueva d e ladrones».

III. JESUS.

Quiero que piense por un momento lo que Jesús estaba viendo ahi: Un comercio desenfrenado; Mucho ruido, bullicio, voces, la inmundicia y el mal olor provocado por los animales ahi en el templo.
¿Esto era adoración?
Por su puesto que no, veamos lo que hizo Jesús.
Los tres verbos que aparecen en el V12 guardan cualidades en común.
1 Todos estan en aoristo indicativo; Tiempo verbal que denota una acción ocurrida en el pasado, sin tener en cuenta su duración o su conclusión. Significa que Jesús literalmente; se canso de ver la falsa adoración que se le estaba dando a Dios en su propio templo y Entro para sacar de ahi a todos esos falsos adoradores que estan metidos.
Entró, significa el fue hasta el atrio de los gentiles donde estaban los mercaderes, los cambistas y muy seguramente los que administraban este negocio y con toda su autoridad fue para echarlos, expulsarlos, sacarlos del lugar. Jesús no quería traficantes de fe en su templo, tampoco quería falsos adoradores o superficiales.
Cuando los vendedores de la fe y los compradores de la misma entran al templo, Jesús tiene que limpiarlo desde adentro.
Los cambistas se habían enriquecido a base de engañar y fraudear a otros, por eso Jesús volcó sus mesas y mando el dinero al suelo, el lugar que le corresponde.
Mire, nosotros no podemos dimensionar el impacto de estas acciones de Jesús, pero el templo era el lugar más sagrado en la vida religiosa del judío. Solamente Dios tenía la autoridad de actuar en el templo de esa forma.
Con esto Jesús estaba demostrado su total autoridad sobre el templo y revelándose así mismo como el Mesías y como el dueño verdadero del templo.
Jesús es el dueño de esta iglesia, y si el ve algo que es falso, superficial y irreverente con su gloria el lo va a sacar.
Pero también Jesús es dueño de tu templo (tu vida, tu cuerpo, tu mente le pertenece y el va a sacar de ahí todo lo que sea falso, hueco, superfluo y que no honra su santidad.
Fue a la Escritura Jesús, ¿para que?, para enseñarle, para redargüirles, para corregirles, para instruirles, porque para eso la palabra. Y Cristo mismo es la palabra.
Mateo 21:13 (NBLA)
13 Y les dijo*: «Escrito está, “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la están haciendo cueva de ladrones».
Jesús utilizo dos pasajes del A.T. para poner el claro el propósito del templo y la condición actual del templo.
Isaías 56:7 (NBLA)
7 Yo los traeré a Mi santo monte(su presencia), Y los alegraré en Mi casa de oración(los llenare de gozo). Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre Mi altar(su alabanza me agradara); Porque Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos».
Jesús dejo claro, el templo no era para enriquecerse, no era para hacer negocios, no era para fines del mundo, el templo tenía propósitos espirituales, Era el lugar donde el pueblo se reuniría a adorar por medio de la oración, los sacrificios, los salmos, etc; donde el pueblo se encontraría con Dios de continuo en comunión y meditación.
Aquí tenemos dos principios que Jesús nos enseña:
El fin supremo de la iglesia es para la adoración a Cristo. Cuando nos reunimos el propósito central debe ser darle honor a Jesús. No venimos a buscar pareja, tampoco a una pasarela de modas, o a una competencia de talentos o conocimiento. La iglesia se reúne con el fin de ofrecer a Dios adoración verdadera, adoración que suba hasta su trono con un olor fragante. Eso tiene que ver con nuestras reuniones comunitarias.
Nuestras vidas con el templo donde mora el Espiritu Santo de Dios. Si nuestra vida es la morada del ES; entonces toda nuestra vida (en cualquier aspecto, familia, trabajo, vida social, relaciones personales, etc) debe ser ante todo una casa de oración y de adoración continua. No solo cuando venimos a este lugar sino donde estemos.
Sin embargo, el templo en los días de Jesús no estaba cumpliendo su función, por esa razón es que dijo la verdad del tempo.
Mateo 21:13 (NBLA)
13 Y les dijo*: «Escrito está, “Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la están haciendo cueva de ladrones».
No es que Dios lo había hecho mal, porque en el no hay despropósito alguno, sino que ellos (los vendedores y los compradores de fe) la estaban haciendo una cueva de ladrones.
Jeremías 7:11 (NBLA)
»¿Se ha convertido esta casa, que es llamada por Mi nombre, en cueva de ladrones delante de sus ojos? Yo mismo lo he visto», declara el Señor.
En los días de Jeremías, los judíos estaban oprimiendo a los extranjeros, robaban y asesinaban, etc. Sin embargo, seguían ofreciendo los sacrificios en el templo, como si tal culto puramente formalista a Jehová sirviera para algo, como si la sola presencia del templo los protegiera del derramamiento de la ira de Dios.
En los días de Jesús se estaba repitiendo la misma historia, se presentaban al templo con ofrendas de adoración vacías, pensando que solamente por ir, Dios estaría de acuerdo con esa conducta.
Nuestra vidas se convierten en una cueva de ladrones, cuando la corrupción y el pecado no confesado se mantienen ahí. Cuando creemos que sin santidad, sin arrepentimiento, sin cambio en nuestra vida podemos creer que porque venimos a este lugar estamos agradando a Dios.
Los ladrones despojan a quien le roban de algo que les pertenece. Los falsos adoradores, despojan a Dios de su gloria y pretenden quedarse la ellos por medio de su falsa piedad.
Robarle el honor y la gloria a Dios es el peor de los robos que puede haber.
Mateo 21:14 (NBLA)
En el templo se acercaron a Él los ciegos y los cojos, y los sanó.
Mientras Jesús expulso a los falsos adoradores, les dio entrada a aquellos que si lo harían verdaderamente.
Un ciego, y un cojo no podían acercarse al templo, porque ceremonial eran imperfectos, no podían de acuerdo a la ley presentarse ante Dios.
Pero Cristo viene y abre la puerta para todos aquellos que tienen necesidad y buscan de su ayuda.
Cuando el templo se convirtió en un centro falso de adoración fue profanado, pero cuando el templo se volvió un hospital dispuesto a recibir a los enfermos fue honrado.
La iglesia debe ser un hospital dispuesto siempre a abrir las puertas a todos aquellos que estan necesitados de Cristo, del perdón de sus pecados y de la salvación.
Los ángeles y todas las huestes celestiales se gozan cuando un pecador arrepentido viene a los pies de Cristo y adoran su santo nombre.;Hay fiesta en el cielo, y esa misma fiesta debe haber en nuestra congregaciones cuando la gente viene a Cristo.
Jesús se interesaba en la personas, en sus necesidades, y ese mismo Jesús se sigue interesando en aquellos que se interesan en el.
La adoración incluye el amor hacia otros, el cuidar de aquello que tienen necesidad de Cristo, Implica interesarte por la vida de otros y no solo por la tuya.
La gente nueva debe sentirse amada, cobijada y bienvenida cuando llegue a la iglesia. Debe sentirse segura, confiada, y debe encontrar lo que necesita; a Cristo es solo el Quien puede darle paz, descanso y reposo a su atribulada alma, pero Dios nos ha puesto aqui como una extensión de su mano para hacerlo.
No en los adoradores dominicales u ocasionales, sino los que son verdaderos.
Mateo 21:15–16 (NBLA)
15 Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y decían: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron.
16 Y Le dijeron: «¿Oyes lo que estos dicen?». Y Jesús les respondió*: «Sí, ¿nunca han leído: “De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza?”»
Una falso adorador, uno que es comprador o vendedor de fe, nunca va a tolerar que se honre a nadie mas que a el.
Así eran los principales sacerdotes y los escribas. Los que estan metidos en la mafia y la corrupción de la adoración en el templo, no pudieron resistir que Jesús recibiera toda la adoración que merecía.
Ellos eran los encargados de ensañar al pueblo del Mesías, los primero que tenían que reconocerle, pero su orgullo y su envidia los cegó, por eso se indignaron contra Jesús.
William Hendriksen: Lo que los exasperó en este momento en particular fue la siguiente combinación de hechos: a. la purificación del templo; b. los milagros realizados a ciegos y cojos; y c. el clamor de los niños que repetían el desborde de gozo que sus padres habían tenido el día anterior: “Hosanna al Hijo de David

IV. VERDADERO ADORADOR.

A diferencia de sus estos religiosos, de los vendedores y compradores de la adoración, Jesús nos muestra a los que lo hacían de verdad, Los muchachos gritaban ¡Hosanna al Hijo de David!
No era cualquier frase los que estos muchachos estaba pronunciando.
Ellos mismo en la sencillez de sus corazones, podían ver que Jesús era el Mesías.
Jesús reconoce la alabanza de los muchachos, algo que ellos habían aprendido desde sus casas. Sus padres les habían enseñado algunas de las señales del Mesías, y ellos con la sencillez de su corazón pudieron ver a Jesús con claridad.
La adoración verdadera en sencilla y profunda a la vez. Sencilla porque basta con contemplar a Cristo y sus obras portentosas. Profunda porque nadie puede hacer las obras que Jesús hace (perdona pecados, da nueva vida, transforma corazones, renueva mentes.
La verdadera adoración se no se aprende en la iglesia, se aprende desde la casa.
Enseñemos a nuestros hijos a Adorar a Cristo. Con la creación como ejemplo, con la provisión diaria en todas nuestras necesidades, en su cuidado.
Pero no lo enseñemos de palabra, sino de acción. Las acciones tienen un impacto más profundo muchas veces que nuestras palabras.
Que nuestros hijos puedan imitar nuestra adoración, si esta es genuina, y que no aprendan a ser falso adoradores.
Matthew Henry: De los mayores aprenden los niños a jurar y blasfemar, lo mismo que a orar y alabar al Señor.
Los muchachos estaban en el Templo. buena cosa es traer a los niños y a los jóvenes a la casa de oración, porque de los tales (o de los que son como ellos) es el reino de los cielos. Si a los niños se les enseña la forma de la piedad, les ayudará a experimentar algún día la eficacia de la piedad. Cristo siente una especial ternura por los pequeños corderos de su rebaño.
Jesús citó el Salmo 8:2 para acallar las voces de sus detractores:
Salmo 8:2 (NVI)
2 Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.
Los niños no sentían vergüenza de hablar de Jesús, sus palabras estaban llenas de sinceridad para con Jesús.
Cuando alabamos a Dios debemos hacerlo con sinceridad, con honestidad como la de un niño, debemos creer en Dios y creerle a Dios tal como lo hacen los niños.
Salmo 8:2 (NBV)
2 Has enseñado a los pequeños y a los niños de pecho a rendirte perfecta alabanza. ¡Que su ejemplo avergüence a tus enemigos!
Esto debe animarnos a enseñar a nuestros jóvenes y niños a alabar a Nuestro rey y Señor Jesucristo, pero ara animarlo hay que hacerlo con el ejemplo.
Buscar a Dios con sinceridad de corazón, con limpieza de manos, de la manera que el nos manda en su palabra.
A veces los niños nos avergüenzan, porque ellos son mas genuinos en su alabanza al Señor.
Jesús quiere un pueblo que Adore, alabe y ore todo el tiempo.
1 Timoteo 2:1–4 (NVI)
Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.
Hebreos 13:15 (NVI)
Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.
Una vida de oración y adoración, son el reflejo de una congregación, de una familia, de una vida que depende de Dios, que confía en la palabra.
APLICACIÓN:
SEAMOS TRANSFORMADOS: ¿Que quiere Dios para su casa? Dios quiere oración de parte de su pueblos, por que la verdadera oración es evidencia de nuestra dependencia a Dios y nuestra fe en su Palabra. También quiere que ayudemos a la gente Los necesitados deben sentirse bienvenidos y deben hallar la ayuda que necesitan. Debe haber poder en la casa de Dios, el poder de Dios obrando para cambiar personas. La alabanza es otra caracteristica de la casa de Dios (V 15-16) Jesucristo cito el Salmo 8:2 .
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