HD: DESCENDIENTES

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Génesis 22:13–18 RVR60
13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. 15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Abraham había recibido una promesa de Dios, Dios había hecho un pacto.
Le habló que que algo especial El haría en su descendencia.
Pero Abraham era viejo y no tenía hijos. Ahí es que Dios permite que lo tenga a los 100 años y le llamó Isaac.
Un día Dios le dijo sacrifícalo en mi nombre.
Y aquí estamos en la Historia. El fue obediente, Dios lo detiene y le provee el cordero del sacrificio.
Dios mismo se proveyó un sustituto.
Ahí es que Abrham le pone por nombre al lugar Jehova Yireh (Dios proveerá) fijese que no es el nombre de Dios sino un atributo de Dios puesto por nombre a un lugar. Es el único lugar donde aparece.

Aunque nosotros vivimos confiados en que el es el Dios que provee.

Entonces Dios vuelve a recordarle el pacto a Abraham.

Muchas veces Dios te recordará una palabra hablada para que no tengas temor y recuerdes que El cumplirá lo que prometió.

Allí Dios le dijo:
Génesis 22:16–18 RVR60
16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Bendición personal
Multiplicación- Pueblo grande
Victoria sobre enemigos
Pero la parte más importante era que su descendencia iba a ser bendecida.
en otras palabras, los hijos de Abraham iban a ser bendecidos.
La palabra usada en el original es Barak y tiene 2 significados: Estar de rodillas y tener el favor divino, ser bendecido.

Ser un hijo de Abraham significaba contar con el favor y la bendición de Dios, esto aseguraba victoria, multiplicación, bendición, provisión.

Por eso Abraham es tan importante para el pueblo judío incluso para nosotros.
Ser hijo de Abraham es poderse llamar Hijo de la promesa.
Ahora, el que no fuese hijo de Abraham no podía participar de esa promesa.
De ahí la exclusividad del pueblo de Israel con Dios.
Imaginen el insulto tan grande cuando Jesucristo les dice a los judíos Antes que Abraham fuese Yo soy!!
Juan 8:58–59 RVR60
58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. 59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.

Pero había una promesa de que todas las naciones serían de alguna manera bendecidas en la simiente o descendencia de Abraham.

Esto ellos lo conocían como la Herencia.
Era lo que estaban esperando disfrutar y heredar.
Lo que el pueblo nunca entendió era que la promesa no fue hecha a los descendientes de Abraham sino a la simiente.

La promesa no estaba contenida ni en Abraham ni en los hijos sino en Aquel que era antes que Abraham, no era en una descendencia sino en una persona.

Por lo tanto, la intensión de Dios con el pacto era que todas la naciones tuvieran acceso a la bendición a través de esa simiente.
Gálatas 3:15–18 RVR60
15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.
Cuando nosotros creemos en Cristo como nuestro Señor y Salvador nos convertimos en herederos de las promesas.
¿Cómo? Por medio del espíritu de adopción.
Romanos 8:12–17 RVR60
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
El Espíritu nos adopta y la adopción nos da los beneficios de la Herencia.
Gálatas 3:26–29 RVR60
26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
Nunca se trató de ser Hijo de Abraham sino de ser de Cristo.
EN CRISTO SON BENDITAS TODAS LAS NACIONES
Efesios 1:5–6 NTV
5 Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo. 6 De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado.
Efesios 1:11 NTV
11 Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan.
A veces no nos sentimos hijos ni parte de el. Pero en El somos incluidos en la familia de Dios
Recibimos Herencia pero sobretodo descansamos que como parte de esa herencia “todas las cosas resultan de acuerdo a su plan”
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