CÓMO MOTIVA UN LÍDER A OTROS

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SERIE: Influyendo en los demás
Nehemías el líder siervo
Libro: Rick Warren, Liderazgo con propósito: Lecciones de liderazgo basadas en Nehemías (Miami, FL: Editorial Vida, 2008)

Título: CÓMO MOTIVA UN LÍDER A OTROS

El éxito nunca es un espectáculo de un solo hombre.

INTRODUCCIÓN:

Nehemías sabía que su proyecto de reconstrucción de los muros necesitaría de un equipo de personas consagradas y trabajadoras que compartieran su visión. Cuando llegó a Jerusalén, la gente con que se encontró se sentía derrotada y apática, y vivía en medio de los escombros. En los últimos noventa años se había intentado en dos ocasiones la reconstrucción de los muros, sin lograrlo. El pueblo había perdido toda su seguridad. Había llegado a una conclusión: «¡No se puede!»
Nehemías llegó al lugar, y en cuestión de días había conseguido el apoyo de toda la ciudad. Formó equipos, los movilizó y logró que el muro estuviera reconstruido cincuenta y dos días después. ¿Cómo logró el éxito donde otros habían fracasado? ¿Acaso era un hombre que hacía milagros? No; solo era un gran líder. Él comprendía los principios de la motivación.
CONTENIDO:

1. UN LÍDER ESPERA OPOSICIÓN

Nehemías 2:10 RVR60
Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel.
En el momento que digas: «Hagamos algo», alguien va a saltar para decir: «No hagamos nada». Cuando el pueblo de Dios se levanta y dice: «Edifiquemos», Satanás dice: «Levantémonos para oponernos».
La gente tiene una resistencia natural a los cambios.
Sin que Nehemías hubiera llegado siquiera a Jerusalén, ya había oposición contra lo que iba a hacer.
No hay oportunidad sin oposición.
Cuando tus planes exijan que tu gente cambie para producir cambios, espera oposición.

2. UN LÍDER ESPERA EL MOMENTO OPORTUNO

Nehemías 2:11 RVR60
Llegué, pues, a Jerusalén, y después de estar allí tres días,
El momento lo es todo. ¿Alguna vez has visto morir una buena idea porque no era el tiempo para ella? El tiempo lo cambia todo. Nehemías sabía que esto también se aplicaba a la motivación de las personas.
Después de llegar a Jerusalén, esperó tres días antes de comenzar.
¿Qué pasó durante aquellos tres días? Nehemías no hizo nada con respecto a sus planes, pero sabemos que estaba haciendo algo.
Eclesiastés 3:7 RVR60
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Si lo que piensas hacer va a producir cambios en la vida o situación de los demás, es vital que esperes el momento oportuno.

3. UN LÍDER EVALÚA LA SITUACIÓN REAL

Nehemías 2:12–13 RVR60
me levanté de noche, yo y unos pocos varones conmigo, y no declaré a hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalén; ni había cabalgadura conmigo, excepto la única en que yo cabalgaba.Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.
Todo buen líder es capaz de comprender lo que estaba haciendo Nehemías. Estaba realizando su labor previa. Estaba comprobando el trasfondo de la situación. Este es el aspecto del liderazgo del cual nunca oímos hablar: es la parte solitaria de la labor. La preparación, la comprobación de datos y la investigación no tienen nada de encantadoras ni de emocionantes. Pero sin ellas el plan está condenado al fracaso.
Nehemías sigue inspeccionando...
Es posible que ya a estas alturas, Nehemías se sintiera desanimado. Al examinar el problema y ver lo grande que era, debe haber pensado: «¡Esto es mucho peor de lo que me imaginaba! ¿Qué voy a hacer? Nunca me he tenido que enfrentar a un proyecto así en toda mi vida».
Nehemías 2:14–16 RVR60
Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.Y no sabían los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra.
¿Por qué Nehemías mantuvo tanto secreto con respecto a esta inspección? No quería que le detuvieran sus planes antes de comenzarlos. Sabía que, para que le aceptaran esos planes, necesitaba armarse con los datos precisos. ¿Has notado alguna vez lo fácil que es matar una buena idea? La gente negativa tiende mucho más a expresar sus ideas, que la gente positiva. Como Nehemías no contaba todavía con todos los datos, se puso a trabajar calladamente, reuniendo información antes de anunciar lo que iba a hacer.
Los grandes líderes protegen sus planes de una muerte prematura.
Los líderes hacen su propia investigación
Nehemías comprendió que tendría oposición, creó curiosidad y reunió todos los datos. Finalmente, estuvo listo para hacer públicos sus planes y comenzar a formar su equipo de colaboradores. Su próximo desafío era hacer que los israelitas se sintieran entusiasmados con lo que él había ido a hacer allí.

4. UN LÍDER SE IDENTIFICA CON SU GENTE

Nehemías 2:17–18 RVR60
Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.
Nehemías no se presentó como el extraño que había aparecido en el momento exacto para rescatar a Jerusalén de sus tristes fracasos del pasado. No presentó un mensaje negativo, ni culpó a nadie. Cuando uno le echa la culpa a otros, disminuye su motivación. Lo que hizo Nehemías fue aceptar la culpa. Se identificó con la frustración y animó a hacer una evaluación sincera del problema. Dijo: «Yo soy uno de ustedes, y este problema es de todos nosotros».
Los buenos líderes se identifican con su gente.
Las mejores ideas no son mías, ni tuyas; son nuestras.

5. UN LÍDER NO OCULTA LA SERIEDAD DEL PROBLEMA

Nehemías 2:17 RVR60
Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.
Nehemías fue sincero en su mensaje. Les dijo: «Tengo unas cuantas ideas, pero primero, ustedes necesitan saber lo mala que está la situación en realidad».
Cuando uno vive dentro de una situación el tiempo suficiente, por mala que sea, se puede volver apático con respecto a ella. Al volver a centrar la atención del pueblo en el problema que había estado viviendo durante décadas, hizo que se enfrentaran a la realidad.
Cuando la gente se contenta con lo que hay, nada cambia.
Cuando creas descontento, ten en cuenta que estás buscándote críticas. Todo el que sacuda las cosas se está metiendo en problemas. Pero esa es la marca del líder.
Nehemías usó dos puntos de motivación.
En primer lugar, apeló a su autoestima.
En un nivel más profundo apeló a la preocupación de ellos por la gloria de Dios.
La mayor motivación de la vida no es la externa ni la interna, sino la eterna.
Nehemías convocó las tropas con este grito de guerra: «¡Por la gloria de Dios, reconstruyamos los muros! ¡Por el reino de Dios y la gloria de su pueblo!»
Con aquellas palabras, inspiró a su equipo para que realizara lo que hasta entonces les había parecido imposible. Todo lo que hizo falta fue la motivación correcta.

6. UN LÍDER EXIGE UNA RESPUESTA ESPECIFICA

Nehemías sabía que las cosas no funcionarían si se limitaba a convocar una gran reunión, animar a todo el mundo, y después enviarlos a casa. Lo que proclamó fue un llamado a la acción. «¡Reconstruyamos los muros!»,
Nehemías 2:18 RVR60
Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.
No se estaba engañando con un sueño imposible. Era un hombre realista, pero al mismo tiempo era optimista. Ese es el equilibrio que necesita tener todo buen líder.
Los grandes líderes ven tanto lo real como lo ideal. Ven lo que es, pero también ven lo que puede llegar a ser.
Los líderes que ven tanto lo real como lo ideal, saben que para alcanzar lo ideal necesitan ayuda. Y no tienen miedo de pedir esa ayuda. La mayoría de la gente no pide ayuda.
El liderazgo que produce cambios permanentes requiere un trabajo en equipo.

7. UN LÍDER ANIMA CON SU TESTIMONIO PERSONAL

Nehemías 2:18 RVR60
Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.
Nehemías les relató a lo israelitas cómo Dios lo había llamado con este mismo propósito de que reconstruyera los muros. Les habló de cuando había oído las noticias que llegaban de Jerusalén, de cómo había clamado a Dios, de la carga que sentía por la ciudad y de cómo las circunstancias confirmaron ese llamado.
Cuando Nehemías explicó cómo Dios lo había llamado, y después cómo las circunstancias habían confirmado ese llamado, el pueblo se entusiasmó. Durante noventa años Jerusalén había estado metida en una rutina sin esperanza, y ahora Nehemías aparecía con un mensaje fresco y unas evidencias dignas de crédito: «Es Dios quien me puso aquí para que hiciera esto», les dijo, «y tenemos la autorización del rey. El mismo rey que les dijo a ustedes que no antes, ahora está dispuesto incluso a pagar la obra». Había captado la atención de ellos.
Cuando es Dios el que nos está indicando que hagamos lo que tenemos en el corazón, él mismo lo confirma y nos deja sin una duda.
Este es un momento excelente para que te hagas esta pregunta: ¿Por qué razón me habría de seguir alguien a mí como líder?
La respuesta es: «Me seguirán como líder cuando puedan ver la mano de Dios sobre mi vida».

8. UN LÍDER RESPONDE A LA OPOSICIÓN CON RAPIDEZ Y FIRMEZA

Nehemías 2:19 RVR60
Pero cuando lo oyeron Sanbalat horonita, Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe, hicieron escarnio de nosotros, y nos despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os rebeláis contra el rey?
La hostilidad crece a medida que continúa el proyecto.
Nehemías 2:20 RVR60
Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.
Nehemías se negó a discutir. Sabía que la reconstrucción de los muros era idea de Dios, así que se limitó a hacerlo notar. Les indicó que el proyecto y la idea procedían de Dios. Puesto que todo aquello era idea de Dios, todo lo que necesitaba hacer el pueblo era confiar en que Dios les daría el éxito. Cuando te encuentres en una situación parecida, y sepas que Dios está de tu parte, lo más sabio será que no discutas con tus oponentes.
Si comienzas a trabajar para Dios, puedes estar seguro de que se te opondrán. Cuando otros te ridiculicen por tu posición a favor de Dios, no te sorprendas. En el mismo momento en que hagas una declaración pública de tu fe, te convertirás en blanco de los que no la comparten. Esto es cierto en la vida, hagamos lo que hagamos, habrá siempre quien no estará de acuerdo con nosotros. La única forma de evitar las críticas en la vida es no hacer nada, no ser nadie y no decir nada. Una vez que te decidas a vivir para Jesucristo, habrá alguien en algún lugar que se va a reír de ti. Puedes darlo por seguro; déjalos que se rían.
La gente va a poner en tela de juicio tu motivación

CONCLUSIÓN:

Como ayudante de Artajerjes, Nehemías se hallaba en un papel de gerencia de segunda. Entonces, fue ascendido de repente a líder del proyecto de reconstrucción de los muros. A mucha gente le costaría trabajo un cambio así. El aumento repentino de poder es demasiado para ellos. ¿Has conocido alguien a quien le haya pasado esto?
Nehemías nos muestra la forma de manejar con delicadeza la transición entre puestos de trabajo, el poder y las hostilidades. Durante noventa años, la gente había estado diciendo: «No se puede hacer. Esos muros están en ruinas, y así se van a quedar. El trabajo es demasiado grande». Ahora aparece en escena Nehemías, listo para poner manos a la obra. Convierte a una comunidad hostil y apática en un equipo entusiasta que apenas puede esperar para comenzar. Y lo hace en tres días.
A partir de su ejemplo, revisemos los pasos que dio, de manera que tú puedas aprender a ser un líder como él.
Si eres líder debes comprender que hay planes que Dios tiene para tu vida, y metas que quiere alcanzar por medio de ella, y que a la gente no le van a gustar. Date cuenta de eso ahora mismo. Va a haber alguien, en algún lugar, que no esté de acuerdo con la dirección en la cual Dios te está llevando. Se te exigirá que te definas.
Los cristianos necesitamos ser realistas en cuanto a la popularidad de nuestra decisión de seguir a Cristo. No todo el mundo va a reaccionar de manera positiva ante lo que hemos decidido hacer. De hecho, es posible que haya quienes se opongan con todas sus fuerzas. Tanto tú, como yo, necesitamos estar preparados para las críticas y el ridículo. ¿Estás dispuesto a vivir para Jesucristo, sin importarte lo que piensen los demás?
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