Agradecimiento en familia
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Introducción
Introducción
No podemos negar que el sufrimiento forma parte de nuestras vidas, cada cierto tiempo algún teologo se pregunta algo acerca del dolor, en tiempos de peste algunos teologos tuvieron la oportunidad de explorar el sufrimiento como parte de la vida cristiana. Segun Mark Baker en LATAM ocurre un fenomeno interesante, aunque se confiesa a un Dios bueno y amoroso, la realidad es que el creyente lo experimenta lejano y sin emociones. Esta quizá sea la razón por la cual los creyentes se sienten tan identificados con el Jesús en la cruz y el Jesús del pesebre, pocas veces lo recordamos con sus enseñanzas acerca del reino. En el pasaje que acabamos de leer estamos presenciando un espectaculo formidable, hay un grupo de personas cantando, este grupo es heterogeneo, hablan distintos idiomas y son de distintos lugares y el número es tan grande que nadie puede saber cuantos son, previa a esta escena habiamos visto a los reyes de la tierra, los magnates, jefes de militares y poderosos gritarle a las piedras “Caigan sobre nosotros” porque no soportaban la mirada del que estaba sentado en el trono a lo que Juan de Patmos se pregunta ¿Quién podrá permanecer de pie en el gran dia? Pero en la lectura que hicimos la gente no se está lamentando y tampoco son los poderosos de la tierra sino que en el versiculo 14 se nos descubre que ellos son los que salieron de la gran tribulación.
Desarrollo:
Desarrollo:
Pareceria lógico adorar a Dios y dar gracias solo cuando hemos recibido algún favor de Él, por ejemplo cuando vemos el cántico de Maria, Debora y Ana en el antiguo testamento, nosotros podemos asegurar que estos cantos tenían una razón válida de ser; estas mujeres habian sido premiadas por El Señor y recibió cada una algo por lo cual dar gracias, sin embargo, hay momentos de la vida en donde uno no esperaría cantar o alabar a Dios, uno de esos momentos sería el dolor. Bajo dolor es dificil sino imposible cantar, bajo dolor se vuelve imposible pensar en lo que el Señor representa para nosotros, C.S Lewis se preguntaba porque las personas decían “Actualmente tu esposa (difunta) ya está en las manos de Dios”, entonces él razonaba asi: ¿Necesita Dios que las personas mueran para tratarlos bien? ¿Es que acaso cuando estamos vivos no recibimos gracia y cuidado del Señor?.
Hay en el sufrimiento un misterio dificil de resolver para el ser humano, sin embargo el apostol pablo en 2 Corintios 1:3-7
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. Pues así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a ustedes, porque sabemos que así como participan de nuestros sufrimientos, así también participan de nuestro consuelo.
Es decir hay en el sufrimiento algo de comunidad, el apostol Pablo ha tejido bien a lo largo de sus cartas que la Iglesia es el cuerpo de Cristo y asi como en un cuerpo todas las partes están conectadas lo mismo pasa en la iglesia y esto vendría a significar que cuando alguien se duele, toda la iglesia se duele, pero cuando uno es consolado la iglesia es consolada. Por eso creo importante que hoy tomemos un tiempo para reflexionar sobre lo que el Señor hizo en la vida de Victoria.
Quizá los cristianos hemos perdido esta capacidad de sentir dolor, en parte animados por las doctrinas que nos ponen de victoria en victoria o de gozo en gozo y como dicen algunos cantos “Yo no acepto un no por respuesta”; pero tambien debemos mencionar que en el Cristianismo hay cierto sincretismo con ideas griegas tales como el ascetismo o el estoicismo, es decir, negar el dolor o simplemente a imaginarnos que este dolor es pasajero y que si lo soportamos todo, podremos por fin quitarnos la venda de lo carnal y ver lo que Dios quería para nosotros.
Pero ¿Esa es la visión que tenemos en la Biblia? En el pasaje que leimos, en el versiculo 17 nos dice que el cordero que está en el torno pastoreará a esta multitud y qué Él será quien nos enjugará las lagrimas de nuestros ojos; no se está negando el dolor, no se está negando el sufrimiento, no se invita a los oyentes a declarar victoria, se les invita a reconocer al Cordero como el autor de la consolación.
Conclusión:
Conclusión:
No podemos negar que hemos sido testigos de un milagro, no podemos negar que el Señor se ha manisfetado con poder en medio de su pueblo y me parece un excelente acto de fe el hecho de que Juan y Estefy reconozcan el poder de Dios en medio de sus vidas, ellos que llenaron sus ojos de lagrimas en estos meses hoy pueden decir “La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono” y hoy, toda la iglesia puede decir ¡Amén! La alanbaza, gloria, sabiduria, acción de gracias, honra, poder y fortaleza son de nuestro Dios por siempre.
Hoy nos reunimos no para celebrar el cumpleaños de Victoria, si no para reconocer que en quien hemos puesto nuestra confianza es fiel y justo, el Salmista en el Salmo 111 lo reconoce y dice “las obras de sus manos son fieles y justas”. Que dificil es entender la justicia de Dios en medio de nuestro dolor.
Decía un gran amigo y teologo: El dolor es un maestro, te lleva a lugares donde la teologia no alcanza, donde el intelecto no comprende y cuando estás ahi te enseña una parte que no conocías de Dios. El Señor se llevó a Elias a una cueva oscura y Elias constamente salía de la cueva porque le parecía que ahí estaba Dios, en el trueno, en el viento, Elias creía eso porque acababa de verlo en acción en el monte Carmelo pero Dios le mostró una parte que Elias no conocía, el consuelo en un suave y apacible silbido.