Romanos #10: La ventaja del judío
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Introducción
Introducción
Cita bíblica:
¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado. Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
I. Qué ventaja tiene el judío (v. 1-2)
I. Qué ventaja tiene el judío (v. 1-2)
Esta es una pregunta natural tras sentir un menosprecio de la nacionalidad judía. Cualquiera podría llegar a la conclusión de que entonces no sirve de nada que el judío sea judío. La respuesta a esto es sorprende debido a que ser judío sí aprovechaba a ellos.
Los escritos bíblicos salen de la pluma de hombres de Israel. Todos los escritores son de nacionalidad israelita. Hebreos 1:1 es una clara evidencia del trato especial de Dios con el pueblo de Israel.
La revelación es progresiva: Lo hizo a lo largo del tiempo.
La revelación es fragmentaria: La hizo en muchas partes o en muchas veces.
Hablo de lo más sencillo a lo más maduro.
La revelación es en muchos modos: Visiones, sueños, por medio de éxtasis, en traslaciones especiales, por medio de ángeles y también directamente.
La revelación es en muchas formas: Parábolas, símiles leyes, promesas, relatos históricos, poemas, etc.
La revelación es por medio de elementos naturales: A Moisés en la tormenta y el trueno, a Elías mediante un silbo suave y apacible, al Pueblo sordo con el estruendo torrencial del Éufrates.
La Biblia es el producto del trabajo conjunto del Espíritu Santo y los profetas a lo largo de 1500 años.
La Biblia es el resultado del Dios custodiando la mente y la acción del profeta.
El pueblo judío fue el depositario y transmisor de la revelación escrita y fue responsabilidad de esa nación el preservarla a lo largo de los siglos.
II. Cómo se entiende la incredulidad del judío (v. 3-4)
II. Cómo se entiende la incredulidad del judío (v. 3-4)
Es también una de las dudas que muchos tenemos. ¿Sí no estaríamos haciendo lo que estamos haciendo, el plan de quedaría frustrado por medio de mi incredulidad? La respuesta pareciera que sí, pero es todo lo contrario.
Un detalle muy particular que hay que tomar en cuenta es que dice “algunos” no dice todos. por lo tanto se presencia un remanente en medio de la desobediencia e incredulidad.
Es esa palabra la que da el aliento al pensamiento de que la incredulidad de algunos judíos no anula la fidelidad de Dios.
El argumento que sigue contra Pablo es que:
No tiene sentido ser judío, a lo que Pablo ya le dió una respuesta.
El plan de Dios se ha visto frustrado por la incredulidad del judío a lo que Pablo responde: “¡Jamás! ¡No suceda! ¡De ninguna manera!” con una tonalidad elevada para contrarrestar y enfatizar la fidelidad de Dios.
En el argumento se presentan dos palabras “Incredulidad y fidelidad” a las que Pablo las contrarresta con “Veraz y mentiroso” (v4).
La verdad completa y absoluta está en Dios, por lo tanto, todo cuanto hace y dice es cierto y digno de confianza.
La mentira es la condición del hombre que es infiel y quebranta las demandas de Dios.
La cita mencionada por Pablo es tomada del Salmo 51:4 “Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.” La confesión de su pecado reconocía la justicia de Dios y la rectitud de su juicio.
La mentira del hombre, lejos de empañar la verdad de Dios, la hace resaltar, como una luz en las tinieblas. La incredulidad del judío no invalida la justicia de Dios, sino que la establece.
III. Cómo se explica que el pecado del judío resalte su justicia de Dios (v. 5-8)
III. Cómo se explica que el pecado del judío resalte su justicia de Dios (v. 5-8)
La siguiente propuesta argumentativa es: Si la mentira del hombre hace resaltar la verdad de Dios y ,por tanto, la injusticia humana sirve para sublimar Su justicia ¿Por qué castiga al pecador?
El judío está acostumbrado a pensar que la justicia de Dios es solo para los justos. En esa linea de pensamiento, si Pablo está argumentado que no hay ninguno que sea justo, entonces esto también anula la justicia de Dios. El argumento, humanamente, pareciera correcto, pero es completamente erróneo.
¿Por qué Dios derramaría su ira contra los que tienen los elementos necesarios para ser justos? (Ro. 2:17) Es justamente debido a eso que la ira cae, cuando aún teniendo lo necesario no lo obedecen.
No es la posesión de los elementos necesarios para ser justos los que hacen justos a los judíos, sino los actos del corazón en obediencia. No es la ausencia de los elementos de justicia los que hace injustos sino los actos contrarios y opuestos a la voluntad de Dios.
Para el creyente es difícil entender que Dios derrame su ira sobre su pueblo escogido. El saber que el pecado cometido Dios lo utiliza para resaltar su justicia, no debe llevarnos a hacer el mal para que venga el bien. Dios juzga al mundo justamente.
En el verso 7 se insiste en que es injusto se tomado por objeto de ira cuando medialente la mentira la gloria de Dios es manifiesta. La mera religiosidad del judío es una hipocresía y esta es la peor forma de la mentira, que aparente lo que no es realmente y consigue con esa apariencia engañar a muchos. La verdad de Dios no se manifiesta a causa de la mentira del hombre, sino a pesar de ella.
Aplicación
Aplicación
La conclusión del apóstol es firme: La condenación de quienes dicen esto, es firme, es decir, quien sostiene el libertinaje, recibirá una justa retribución. Quien practica el pecado está despreciando abiertamente la gracia, por medio de la que Dios provee la solución al problema del pecado. Quien practica el pecado evidencia no haber nacido de nuevo, por lo que la gracia es estéril para él (1 Juan 3:6, 8-9) Esta situación hace inevitable la ira de Dios.
¿Cómo puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha mostrado? ¡Tan sólo brindando con la copa de salvación e invocando el nombre del Señor! ¡Tan sólo cumpliendo mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo!