LA REDENCION
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Muchos no saben que somos una raza redimida. (1 Timoteo 2:5-6).
Otros no permiten que tal verdad influya en su vida.
Aceptan que han sido creados: tienen vida; nada de redención.
No compró un cielo para mí, sino que yo he sido comprado para el cielo.
I. SIGNIFICADO DE LA REDENCIÓN
I. SIGNIFICADO DE LA REDENCIÓN
En todas las Escrituras encontramos esta palabra; es su gran tema.
Desde Génesis a Apocalipsis, corre cual hilo rojo la REDENCIÓN.
Significa soltar, librar y también comprar de nuevo algo perdido.
Se hizo necesario un remedio infalible a nuestra ruina.
No prefirió ángeles, ni nuestra excelencia, sino nuestra ruina.
II. AUTOR DE NUESTRA REDENCIÓN
II. AUTOR DE NUESTRA REDENCIÓN
Ni oro, ni plata, sino la Sangre preciosa de Cristo. (vv. 18-19).
La iglesia misma no puede salvarnos del pecado, sólo Jesús.
Esa sangre derramada debía reunir tres características.
1. Debía ser libre de pecado, en cielo, tierra e infierno. (v. 19).
2. Debía ser humano, identificándose con nuestra naturaleza. (v. 20).
3. Debía ser divino, para unir la tierra y el cielo. (Hebreos 2:14-17, 21).
III. EL PLAN DE LA REDENCIÓN
III. EL PLAN DE LA REDENCIÓN
1. En el pasado fuimos redimidos, en la cruz. (1 Pedro 2:24).
2. En el presente somos redimidos diariamente. (Gálatas 2:20).
3. En el futuro seremos redimidos, para ser semejantes a él.
Su origen es divino, no nació de hombre. (Juan 3:16; Romanos 5:6-9).
Su naturaleza es vicaria, que ocupa el lugar de otro. (Mateo 8:17).
Su eficacia es eterna, no un plan en el Antiguo Testamento y otro en el Nuevo.
Su alcance es mundial, (1 Juan 2:2) pero su aplicación es personal. (v. 23).
IV. EL PROPÓSITO DE LA REDENCIÓN
IV. EL PROPÓSITO DE LA REDENCIÓN
Es doble: 1. Salvarnos del pecado y 2. Crecimiento espiritual. (2:1, 2).
1. Debemos aborrecer el pecado, fue lo que lo llevó a la cruz.
2. Debemos amar y obedecer a Nuestro Señor Jesucristo quien pagó la cuenta. (2 Corintios 8:9).
3. Debemos testificar las grandes cosas que hizo él por nosotros. (vv. 24, 25).
CONCLUSIÓN: La sangre de Cristo tiene poder y es suficiente para todo aquel que cree en El
CONCLUSIÓN: La sangre de Cristo tiene poder y es suficiente para todo aquel que cree en El