Morir en la Fe

1.- Tema: Morir en la Fe

2.- Texto del Sermón.-

Juan 11:25–26“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

3.- La proposición del Sermón.-

La muerte cuando llega a un cristiano, se percibe de manera diferente, para un cristiano “la muerte es un principio, no un fin.”

4.- Objetivo del Sermón.-

Brindar consolación a familiares de un hermano recién fallecido; confirma la Fe en las promesas que Dios ha hecho a los hermanos que han muerto; Brindar una perspectiva correcta de la muerte a los no creyentes.

5.- Introducción del Sermón.-

En momentos como este, en el cual las palabras de consuelo faltan, y la pequeñez de los seres humanos se hace evidente, es una buena oportunidad para percibir la grandeza de Dios.

Dios mismo en su sabiduría, nos brinda la perspectiva diferente de la muerte, al menos diferente a la que percibimos los humanos y de esto vamos a tratar de comentar un poco.

6.- Acerca del Texto.-

l texto en cuestión es una declaratoria de Jesucristo, que descansa en la plenitud de la Deidad que habita en Él, así como en su figura de Mesías y Salvador

7.- Declaración de discusión.-

La Biblia nos enseña que morir en Cristo es:

8.- Cuerpo del Sermón.-

En la perspectiva de Dios, la muerte de los hombres es parecido a un dormir, a una espera.

Juan 11:10-14 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;

Juan 11:21-26 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? (Juan 11:34-44)

Lucas 16:19-31 (Lugar de espera); Mat 9:18-26 (La niña duerme)

En otra porción con este respecto Pablo escribe a la Iglesia en Tesalónica que se no nos entristezcamos en demasía por esta cuestión, sino que más bien nos animemos unos a otros, basados en las promesas de Dios las cuales son ciertísimas.

1 Tesalonicenses 4:13-18 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

La biblia igual nos muestra que nuestros espíritus están vivos a causa de la justicia que es en la Fe en Cristo.

Romanos 8:10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia.

Sin embargo, la perspectiva que nos muestra la Biblia nos direcciona a que el cristiano debe desear el ser absorbido por la vida eterna, a ser revestidos.

2 Corintios 5:4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

La Biblia nos invita a alzar la mirada, a fijar nuestro pensamiento en las cosas celestiales y no conformarnos con la tristeza terrenal.

Colosenses 3:1-4 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

En este tenor la muerte es más bien un comienzo de algo grandioso y maravilloso que deberíamos anhelar conseguir.

Filipenses 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

“Cuanto más real sea Dios para nosotros, menos aterradora será la muerte.”

Apocalipsis 21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

9.- Conclusión del Sermón.- Por tanto es necesario no angustiarnos tan desesperadamente, pues es Dios quien nos ha brindado estas bellísimas promesas, para que por medio de ellas no perdamos la fe ni en estos momentos tan oscuros de nuestras vidas.

Sino que más bien nuestro corazón sea confirmado en la Fe del hijo de Dios.

Apocalipsis 14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

Juan 11:25-26 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?