Cristo, El Incomparable

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Introducción

Apocalipsis 1:5–6 (RVR60)
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Se cuenta que unos nativos en el Congo le hicieron la siguiente pregunta
a un misionero:
¿por qué Jesús tiene tantos títulos?
Cristo, Alfa y Omega, Príncipe de Paz, Luz del mundo etc.
El misionero les dijo que era por razón de su plenitud de gracia y poder.
Para ayudarles a comprender, El misionero les dijo:
“Es como un diamante perfecto”
Se dice que una de estas piedras preciosas tiene 32 facetas (o caras) y cada una posee su propio, particular, valor y belleza.
Así sucede con Jesucristo, mirándole atentamente con nuestros ojos de fe.
Algo parecido fue lo que El teólogo ingles John Stott escribió cuando expresaba su gratitud por el testimonio de los evangelios con respecto a la persona de Cristo:
¡Cuánto es de agradecer que, por la providencia de Dios, dispongamos de cuatro evangelios! Jesucristo es alguien demasiado importante y glorioso para ser retenido por un solo autor o descrito desde una sola perspectiva. El Jesús de los evangelios representa un retrato con cuatro caras, un diamante con cuatro facetas
En la escritura encontramos por los menos 200 nombres o títulos que se le atribuyen a Jesús.
El teólogo y pastor R. C. Sproul una vez dijo:
“Creo que es seguro decir que Jesús es la persona con más títulos en toda la historia registrada.”
Incluso el cuenta que en una ocasión en la que en un seminario teológico donde una vez trabajó, se había organizado una gran Conferencia donde usualmente se invitaba a expositores muy reconocidos;
Y uno de los discursos de esa conferencia quedó grabado en su memoria, el relata como Uno de los expositores subió al púlpito y abrió una hoja de papel, donde tenía una larga lista, y solemnemente empezó a recitar los nombres y titulos de Jesús que se encuentran en las Escrituras.
Empezó a leer: “Señor, Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Hijo de David, Emanuel, el Verbo, Rey de Reyes y Señor de Señores” y continuó y siguió y siguió durante 45 minutos antes de agotar la lista de nombres que se le da a Jesús en el Nuevo Testamento.
La Gran lección que aprendieron ese día; ES QUE cada uno de estos nombres, o cada uno de estos títulos, nos revela algo sobre el carácter de Cristo o sobre su obra redentora.
Este es precisamente el propósito de los títulos o nombres que la Escritura atribuye a Cristo; cada uno de ellos describe su identidad, su carácter y su obra redentora.
El escritor holandés Geehardus Vos explica que
a través de los distintos y diversos títulos o nombres de Cristo, nos llama la atención sobre los atributos más importantes de su ser. Este ser es tan rico y completo que necesitamos contar con algunos puntos de referencia para poder comprender el resto. Los nombres de Dios no son sonidos vacíos (como los nombres de las personas), sino que tienen significado y contribuyen a nuestro conocimiento de El.
De modo que al Considerar los distintos nombres o títulos con los cuales Jesús es identificado en la Escritura, no debemos de tratarlos como si solamente se tratara de una manera mas de referirnos a Jesús (como simples sobrenombres)
Sino que mas bien nos Revelan su Carácter y su Obra, siendo así de Suma Importancia para nuestras vidas;
Como hemos aprendido, el libro de Apocalipsis es la Revelación de Jesucristo,
y como el propósito principal de este libro es manifestar su Gloria y la belleza de su carácter; no debe de sorprendernos el hecho de que, en este libro encontraremos una AMPLIA VARIEDAD de títulos que se le atribuyen a Jesús; los cuales como estamos a punto de apreciar;
Nos revelan verdades profundas, gloriosas y fundamentales del Carácter, Naturaleza y Obra de Jesús.
Tan solo en el versículo 5 del capitulo 1, El apóstol Juan nos revela la gloria de Jesús mediante 4 gloriosos títulos distintos.
El primer título, con el cual el apóstol Juan describe a Jesús no solamente en este versículo, sino desde el inicio de esta carta es el titulo de Cristo.
Apocalipsis 1:5 (RVR60)
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
5 Veces en este capitulo; el apóstol Juan hacer referencia a Jesús como Jesucristo.
No se si han escuchado de la gran confusión que muchas personas tiene con respecto a este titulo; (puede sonar curioso) pero se dice que con mucha frecuencia los cristianos tenemos que estar aclarando a las personas que:
Cristo no es el apellido de Jesús,
Sin mas bien un título, incluso este es el titulo con el que mas frecuentemente se identifica a Jesús en el Nuevo testamento.
El término griego Cristo es la traducción de la palabra hebrea: (Mesías) que significa “el ungido de Dios”
En la actualidad, La practica de Ungir algo o a alguien no es muy común, y es por esta razón que es probable que para muchos este concepto no tenga mucho Significado,
Sin embargo, en el Antiguo Testamento, esta practica era muy importante y era muy significativa, y comprender su significado nos resulta crucial para una comprensión bíblica y precisa de este título que repetidamente el Nuevo Testamento atribuye a Jesús: Cristo.
En su definición mas simple; unción es el acto de derramar aceite sobre algo o alguien.
En el Antiguo Testamento, la palabra “unción” significaba la acción de derramar un aceite especial llamado (aceite de la unción)sobre la cabeza de alguien para consagrarlo como rey, profeta o sacerdote y presentarlo en servicio a Dios; eran ungidos externamente con aceite para simbolizar una realidad espiritual mucho más profunda:
que la presencia de Dios estaba con ellos y que Su favor estaba sobre ellos
Éxodo 28:41 (RVR60)
41 Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y los consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes.
También se ungía o se derramaba este aceite sobre los utensilios dedicados al servicio de Dios en el tabernáculo o en el templo
Éxodo 40:9–10 (RVR60)
9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo.
10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo.
Las instrucciones para la elaboración de este aceite de la unción las encontramos en
Éxodo 30:22–25 (RVR60)
22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
23 Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta,
24 de casia quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin.
25 Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa.
De modo que podemos apreciar que la practica de Ungir a una persona, representaba o simbolizaba que esta persona había sido Elegida y apartada por Dios para llevar a cabo un Oficio o ministerio que le había sido delegado por Dios mismo.
Esto era algo sumamente serio,
Como lo señala un comentario:
“Nadie era ungido fuera de la orden explícita de Dios, y no eran muchos los ungidos que existían. Estos ungimientos eran hechos derramando aceite sobre la persona escogida por Dios, para así marcar su sello de “ungido de Dios”, de “escogido”. A través de este acto solemne, el objeto de la unción recibía una capacitación y autoridad especial de Dios para desempeñar un rol exclusivo de esa persona (rey, sacerdote, profeta, etc.).
Notemos lo que nos indica
Éxodo 30:31–33 (RVR60)
31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones.
32 Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros.
33 Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo.
En este sentido, todos los reyes, profetas y sacerdotes que fueron consagrados, FUERON Ungidos; sin embargo, en un sentido profético, El Antiguo Testamento ANUNCIA el Advenimiento del MESÍAS, DE EL UNGIDO DE DIOS, DE EL CRISTO;
Es aquí donde se desarrolla este concepto del Mesías Prometido, el cual es presentado como la Esperanza mas sublime del pueblo de Dios;
El Mesías se distinguía sobre todos los que habían sido ungidos,
así nos refiramos a reyes, a sacerdotes o a profetas, los cuales eran ungidos con la finalidad de ejercer un solo oficio que les había sido asignado por Dios;
Sin embargo, El Mesías es profetizado como alguien que cumpliría con Todos estos oficios a la Vez, de modo que El Mesías sería tanto Rey, como profeta y también sacerdote, es por esta razón que en términos teológicos nos referimos al Triple Oficio de Cristo.
De acuerdo al Antiguo Testamento; El Mesías había sido elegido o apartado por Dios para llevar a cabo una labor que NADIE MAS podía cumplir,
Se profetiza tanto su GRAN SUFRIMIENTO COMO SU GLORIOSA VICTORIA;
en otras palabras; El éxito de su Misión conllevaba Agonizantes padecimientos; Que solamente El podía Soportar;
Sin embargo, Su victoria representaba la Salvación y Vindicación de sus Redimidos;
Los profetas quedaban Totalmente asombrados al recibir estas profecías de Dios acerca del Mesías prometido; como lo expresó el apóstol Pedro en:
1 Pedro 1:10–11 (RVR60)
10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,
11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
Como lo indica un comentarista:
“Todos los profetas sabían que Cristo vendría, pero desconocían cuando sería y que circunstancias rodearían esa venida”
El título de Cristo es muy significativo y sumamente importante ya que Distingue y vincula a Jesús como el cumplimiento de las tan esperadas promesas de Dios a su pueblo.
En el pasado, los profetas, reyes y sacerdotes eran Ungidos como señal no solo del favor de Dios sino que también para representar que habían sido elegidos o APARTADOS por Dios mismo para llevar a cabo el ministerio que Dios les había delegado.
De esta manera, El Antiguo testamento termina dejando la Expectativa del Advenimiento del Mesías Escogido al cual había sido ELEGIDO POR DIOS MISMO para llevar a cabo la IMPORTANTE tarea de Redimir a su pueblo y Reinar sobre toda la creación.
Al inicio de Su ministerio, Jesús declaró:
Lucas 4:18 (RVR60)
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
Pedro confirmo esta realidad al decir de Jesús:
Mateo 16:16 (RVR60)
“Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
Este titulo distingue y separa a Jesús de ser considerado como un rey o profeta mas de entre todos;
El es El Cristo; no hay nadie mas que puede apropiarse de este Titulo,
El es Único,
De entre todos los grandes profetas de Dios que existieron, El es el MAS GRANDE,
De entre todos los reyes que han gobernado, que gobiernan y que gobernarán,
El es El más Majestuoso y Soberano,
De todos los sacerdotes de Dios que ministraron al pueblo, El es NUESTRO Gran Sumo Sacerdote, El mas Grande de TODOS.
En el pasado, los profetas fueron ungidos para comunicar al Pueblo la palabra de Dios,
Cristo fue ungido por Dios y es la Revelación Final de Dios, El es el Verbo de Dios.
Hebreos 1:1–2 RVR60
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
En el pasado, Aaron fue ungido para llevar a cabo la importante labor de Ofrecer Sacrificios por los pecados del Pueblo.
Cristo fue ungido por Dios para Entregarse a Sí mismo como el Mas Grande y Suficiente sacrifico por nuestros pecados.
Hebreos 10:11–12 RVR60
11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
En el pasado, el rey David fue ungido para gobernar como Rey de Israel; llevando al Pueblo a una de las épocas mas prosperas de su historia pero que rápido se terminó.
Cristo fue ungido por Dios como Rey de Reyes y Señor de Señor cuyo dominio es para siempre.
Apocalipsis 11:15 RVR60
15 El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.
Cristo, entonces es un Título que describe su glorioso ministerio;
Solo El es EL CRISTO.
Decir que Jesús es el Cristo es RECONOCER que Jesús es nuestro Redentor, Nuestro Rey y sumo sacerdote, en ultima instancia es reconocer que Jesús proviene de Dios, Es el Ungido de Dios, El elegido para Salvar a su pueblo.
Este titulo nos habla de su exclusividad, El antiguo testamento no profetiza el Advenimiento de muchos Cristos, sino de Un Cristo Verdadero.
Incluso Jesús nos advierte en:
Mateo 24:5 (RVR60)
5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Pero nosotros no esperamos otro Cristo, Solamente EXISTE una persona a la que se le puede atribuir LEGÍTIMAMENTE este titulo; y ese es
Jesús, El es Único, Inconfundible,
El es Cristo, El Incomparable.
En la actualidad, debido a la falta de discernimiento bíblico;
existe mucha confusión con respecto al tema de la Unción;
Muchos cristianos hablan de distintos tipos o niveles de Unción;
y se promueve esta falsa idea de que es posible que algunos cristianos tengan mas unción que otros;
Incluso, en algunos iglesias cristianas se habla de la unción como algo que se puede y se debe de buscar, y se usan frases como:
Desatar o Provocar la Unción de Dios.
Incluso este tema es usado por muchos falsos maestros y supuestos apóstoles que se hacen llamar así mismos como los “ungidos de Dios” y por medio de este engaño evitan todo tipo de CONTABILIDAD argumentando que NO SE PUEDE
“CUESTIONAR NI TOCAR AL UNGIDO DE DIOS”
Obviamente todo esto no es mas que un táctica para manipular los sentimientos, las emociones y las mentes de las personas,
La escritura es muy clara en cuanto a este tema, Jesús es el Ungido de Dios; y en el cumplimiento de su Obra, no solo nos ha dado la Salvación sino que como dice:
Apocalipsis 1:6 (RVR60)
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Cristo ungió a su pueblo al concederles El Don de Dios, la permanencia de su Espíritu Santo; el cuál nos Purifica al darnos un Corazón Regenerado Nos Ilumina para poder entender su palabra, y nos garantiza la promesa de que Reinaremos con Cristo por toda la Eternidad, Esta es la verdadera Unción del Espíritu Santo; Como claramente lo Afirma la Escritura:
1 Juan 2:20 (RVR60)
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
1 Juan 2:26–27 (RVR60)
26 Os he escrito esto sobre los que os engañan.
27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
Decir hemos sido ungidos por Cristo, es reconocer que hemos sido APARTADOS SEPARADOS para vivir para la Gloria de Dios.
Santiago 5:14–15 (RVR60)
14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Aleiphō (la raíz del verbo traducido ungir) no se emplea en el Nuevo Testamento para referirse a una unción ceremonial. El erudito griego A. T. Robertson comenta: “No es en modo alguno cierto que aquí aleiphō signifique ‘ungir’ de un modo ceremonial en vez de ‘frotar’ como por lo general se hace en tratamientos médicos
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