Firmes y adelante huestes de la Fe.

Introducción

Hace dos décadas atrás hubo en las iglesias un auge del tema de la guerra espiritual, (antes de este tema habían precedido otros temas como; el amor, la sangre, la unción). Lamentablemente el tema de la guerra espiritual fue un tema logró dividir el pensamiento de la iglesia. Entendemos que la biblia afirma categoricamente de que Si existe una guerra espiritual sin embargo la iglesia asumió dos posturas: por un lado: estaba un grupo que veían un demonio en cada rincón, situación - enfermedad y por otro lado: teníamos hermanos que viendo la exageración del otro bando comenzaron a negar que había una guerra espiritual. No falta decir que ambas posturas eran completamente anti bíblicas.

Origen del problema

El problema surge cuando nos damos cuenta de que Si Existe un guerra espiritual, pero no es una batalla que pueda ser vista con nuestros ojos físicos (espiritual) 👉 y al no poder observar con nuestros ojos físicos esta batalla, nuestra mente carnal desea mas información pero la información que viene de la biblia que no nos da mucho más detalles y en la ansiedad por conocer que es lo que está pasando en el mundo espiritual, comenzamos a rellenar los espacios, a inventar cosas que no son reales sino mas bien dignas de una película de ciencia ficción.

“La iglesia comenzó a ver toda una geografía espiritual - (Demonios territoriales)

“Comenzó a hacer listas de demonios y sus funciones.

“Comenzaron a hacer manuales de guerra espiritual basados en supuestas revelaciones, cosas que ni siquiera son mencionadas en la biblia... ante esto ¿que debemos hacer?

Deuteronomio 29:29 “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.”

Hay cosas que no nos van a ser reveladas de este lado de la gloria sino que serán reveladas en la siguiente vida y mientras tanto debemos confiar en las que si han sido reveladas.

¿Que SI nos ha dicho el señor en Su palabra acerca de esta guerra espiritual?

Como creyentes enfrentamos tres enemigos mortales que debemos enfrentar diariamente: a. El mundo b. La carne y b. El diablo.

El mundo

El mundo se refiere al sistema que nos rodea el cual se opone a Dios y que abastece los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Cf. (1 Jn 2:15-17) Tarde o tempranos cada creyente descubre que la vida cristiana es un campo de batalla, un campo minado y no un parque de diversiones y que si el no tiene el respaldo del Señor enfrenta un enemigo mas grande y mas fuerte que el.

Efesios 2:1–3 LBLA

1 Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

La Carne

La Carne es la vieja naturaleza que hemos heredado de Adán la cual se opone constantemente a Dios y no puede hacer nada que agrade a Dios.

Romanos 8:5–8 LBLA

5 Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; 7 ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, 8 y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.

No importa “con cuantas buenas intensiones” una persona haga cosas para Dios, inclusive para el progimo, si su mente está puesta en la carne, la vanagloria de la vida y los deseos pecaminosos dominan su mente, lejos de agradar a Dios, él o ella esta acumulando juicio sobre su vida. (La mente en la carne es enemiga de Dios)

No importa si está ayudando a los pobres - regalando vivieres o alimentos a los mas necesitados - si viene a la iglesia y deja ofrendas. “Una mente puesta en las cosas de la carne no puede agradar a Dios”.

El diablo

El diablo es el acusador, el que acusa al pueblo de Dios Dia y noche ante el trono de Dios. el cual Cristo venció en la cruz del calvario.

Colosenses 2:13–15 LBLA

13 Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, habiéndonos perdonado todos los delitos, 14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. 15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.

Por su muerte y resurrección, Jesús venció al mundo, la carne y al diablo, en otras palabras. 👇🏻

“como creyentes no estamos librando una batalla por la victoria, sino desde la victoria”.

Pablo usa tres veces en este párrafo la palabra Firmes: «Cuando un rey conquistaba una nación la labor de cada solado era mantenerse firme en de esa posición y defenderla para que el enemigo no volviera a ganar terreno». Jesucristo como Rey victorioso ganó y ahora nos ha dado una posición la cual debemos defender y estar firmes. Es el Espiritu de Dios que nos capacita por fe para mantenernos firmes en esa posición.

Contexto

Pablo viene hablándonos de cómo debe ser el comportamiento del creyente en todas las esferas de la vida (matrimonio, en la crianza y en la vida social y laboral) pero ahora él va de lo especifico a lo general y nos recuerda la realidad de nuestra guerra.

La realidad de la guerra

Nuestros recursos en la guerra

1. La realidad de la guerra

En el verso 12 Pablo usa la palabra Lucha y nos dice que «nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes».

Esta lucha no fue algo que inició en el NT sino con la rebelión de lucifer “la estrella de la mañana que cayó del cielo” y que en su intento de corromper aquello en la creación que tenia la imagen de Dios, vino a Adán y conspiró para corromper la raza humana; portadora de la imagen de Dios.

Cuando tu ves a un drogadicto tirado en la calle… ¿A caso no es satanás corrompiendo la imagen de Dios en ese hombre?

Cuando tu ves a una prostituta en la calle…

Cuando tu ves a un hombre operándose para parecerse fisicamente a una mujer....

Pablo habla de una lucha que es librada por las huestes “ejércitos espirituales” en las regiones celestiales. (En Daniel 10 nosotros vemos un indicio de esta guerra en los aires. Daniel ha recibido una revelación y un ángel del Señor le dice que desde el primer momento su oración fue escuchada pero el ángel de Persia se le había opuesto por lo cual Miguel tuvo que venir en su auxilio para poder entregar la visión). La biblia no nos da detalle de cómo fue esa batalla pero si nos deja en claro que Existe esa batalla en los aires y aunque es una batalla que se libra arriba también se libra abajo pero desde un angulo diferente.

Pablo dice: Somos soldados en esta Guerra:

2 Timoteo 2:2–4 LBLA

2 Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 Sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús. 4 Ningún soldado en servicio activo se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado.

Esto es una guerra que perdurara hasta que Cristo venga en gloria y ponga al enemigo por estrado de sus pies (NOSOTROS LO VEREMOS) pero hasta entonces tu y yo debemos librar esta batalla. es decir

O Luchas o mueres.

O Te pones la armadura o pereces.

2 Timoteo 4:7–8 LBLA

7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. 8 En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

2. Nuestros recursos en la guerra

Efesios 6:10–11 “10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.”

Dios no nos ha enviado a la guerra sin armas pero dicho sea de paso cuando nosotros vemos el calibre y el poder de nuestras armas en Cristo es que nos damos cuenta del tamaño y del poder de nuestro adversario. “Seria un error matar a un ratón con una bazuca, no; con un mata ratón basta”

Ej. Imagínense que a Usted lo invitan a cazar en una montaña y los lugareños de aquel lugar se llevan una bazuca, armamento de guerra y nueve milimentros usted inmediatamente pensaría ¿Que clase de animal tan poderoso hay en esa montaña como para llevar tanto armamento? Asi mismo, El arsenal que esta a nuestra disposición nos habla del enorme enemigo al cual enfrentamos.

1. La primera arma es el Gran Poder de Dios: « Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el Poder de Su Fuerza» NO DICE “Tomen la fortaleza de un angel o un arcángel” sino EL Gran poder de Dios.

Pablo ya nos ha hablado de ese poder de Dios.

Efesios 1:18–23 LBLA

18 Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, 20 el cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales, 21 muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no solo en este siglo sino también en el venidero. 22 Y todo sometió bajo sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.

Esta es una lucha que NO SE PELEA a menos que tu tengas el poder de Dios obrando a tu favor y Pablo dice que ese poder que resucitó a Jesucristo está a nuestra disposición.

Esta no es una guerra que puedes pelear en tus propias fuerzas sino en las fuerzas del Señor. “No importa cuanto tiempo tengas en el evangelio, cuanta biblia tu sepas, cuantos versiculos bíblicos te sabes de memoria, no pretendas ir a pelear esta batalla en tus propias fuerzas porque serás derrotado”. “Es como ir a cazar un León con una pistola de agua”. David y Goliat… Tu vienes a mi.

2. La segunda Arma del Cristiano es la Armadura de Dios: 11. Revestios con toda la armadura de Dios, para que podaris estar firmes contra las insidias del diablo.

Noten como pablo audazmente nos da un orden. Primero nos dice que debemos fortalecernos en el pode de sus fuerzas y luego nos dice que debemos vestirnos de toda la armadura de Dios. (Ambas cosas son necesarias y en ese orden);

“nosotros debemos buscar en Dios la fortalezca de su poder pero no por eso debemos ser negligentes en la vida cristiana al no cultivar los elementos vitales que nos permitan enfrentar al enemigo eficazmente.”

¿A Acaso no es necesario que busquemos primeramente el reino de Dios y su Justicia? A caso no debemos huir de las tentaciones? ¿A caso no debemos congregarnos fielmente? ¿A caso no debemos leer disciplinadamente la palabra de Dios? ¿A caso no debemos acercarnos diariamente a Dios en oración?

Sigue diciendo Pablo:

Efesios 6:12–13 LBLA

12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.

Lo importante es que nuestra batalla no es contra seres humanos. Es contra poderes espirituales. Perdemos tiempo cuando peleamos contra la gente en lugar de hacerlo contra el diablo que busca controlar a la gente y hacer que se oponga a la obra de Dios

Conclusiones:

Satanas es un enemigo fuerte y necesitamos del poder de Dios para enfrentarlo. Nunca subestimemos el poder del diablo.

El llamado es a estar sobrios porque satanás nuestro adversario sabe que sus días están contados, el esta herido de muerte y anda buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8