CUANDO NO ENSEÑAMOS POR AMOR.

- PROPOSICIÓN: COMO LUCE UN FALSO MAESTRO QUE NO ENSEÑA A LA IGLESIA POR AMOR.

1. NO VIVE EN PIEDAD. 6ª

- “Pues algunos, desviándose de estas cosas”

- “Algunos” es una referencia a las personas que mencionó en el verso 3.

- Dice que se extraviaron de “estas cosas”, es decir de los objetivos adecuados de un siervo de Dios, esto es: un corazón puro, una buena conciencia y la fe sin hipocresía. Es claro que, por consecuencia, también erraron el verdadero destino, la meta final de su ministerio: EL AMOR.

- Por eso dice que se “DESVIARON”; fallaron en darle al blanco.

- Además, ellos se desviaron. (Gr. “Irse del rumbo”). Son como un conductor que no sigue correctamente las señales de la dirección que debe seguir y se va por un rumbo que lleva hacia otro lugar. Ese otro lugar, dice Pablo son las “PALABRAS VANAS”.

- El propósito de estos falsos maestros no era crear un ambiente de amor sino satisfacer su egoísmo; obtener una ganancia personal, quizás llenarse los bolsillos o ser halagados. Por consiguiente, su enseñanza no era más que “Vana Palabrería”.

2. PIERDE EL TIEMPO EN ENSEÑANZAS INÚTILES. 6b

- Además, ellos se desviaron. (Gr. “Irse del rumbo”). Son como un conductor que no sigue correctamente las señales de la dirección que debe seguir y se va por un camino que lleva hacia otro lugar. En lugar de llegar a su lugar de descanso llegan a un pantano… Ese pantano, dice Pablo son las “PALABRAS VANAS”.

- Prestemos atención al “se desviaron”: este término se asocia con la voz media. En este contexto la voz media indica que el sujeto realiza la acción para su propio interés o su propio beneficio. Podría traducirse como “desviar algo para uno mismo” porque la voz media a menudo implica una acción que afecta al sujeto de manera más directa.

- El propósito de estos falsos maestros no era crear un ambiente de amor sino satisfacer su egoísmo; esto es, ministerios totalmente desviados de la Gloria de Dios y centrados en las especulaciones de ciertos hombres para obtener una ganancia personal, quizás llenarse los bolsillos o ser halagados. Por consiguiente, su enseñanza no era más que “Vana Palabrería”.

- “VANAS PALABRERÍAS” Palabras que no dicen nada de valor perdurable.

- Es hablar sin un propósito definido en mente ni un fin lógico. Son palabras irrelevantes que no producen algo espiritual o edificante para los creyentes". Y que guía a los creyentes a la deriva de la especulación humana y el engaño demoníaco (leer. 1Ti_6:3-5)

- “parlería vana”, acerca de la ley y las genealogías de ángeles (v. 7; Tit_3:9; Tit_1:10); 1Ti_6:20, “profanas pláticas de vanas cosas”.

- Su predicación no tenía objetivo; no llevaba a ninguna parte; no conseguía hacer santos a los hombres.

3. SOLO BUSCAN FIGURAR. 7

- “queriendo ser maestros de la ley”… 7a

- Estos falsos maestros tenían esta actitud porque todo lo que querían era ser doctores de la ley; poseer el prestigio que quizás los rabinos gozaban, ser considerados como los intelectuales de la ley de Dios.

- Tenían un deseo impulsivo por ser los maestros. Pero no tenían la misma pasión por el conocimiento verdadero de la Ley de Dios. No querían conocer a Dios en lo absoluto.

- Además, el deseo no es el parámetro final para entrar al ministerio; notemos como Pablo aborda este asunto a lo largo de la carta:

a. Reconoce que es apóstol por voluntad de Dios y no porque ese fuera su propósito. 1:1

b. Agradece a Dios porque a pesar de haber sido perseguidor, ÉL le puso en el ministerio. 1:12

c. Dice que el deseo de ser obispo es bueno, pero no lo es todo. Puede debe ser irreprensible (3:1-7).

- Esto contrasta con la voluntad, el deseo, el hambre de reconocimiento del que acusa a estos Falsos maestros. Y por si fuera poco:

- “aunque no entienden lo que dicen”

- No solo buscaban el protagonismo y fama, Sino que sin entender correctamente lo que decían, se atrevían a verter sus afirmaciones categóricas que no eran más que palabras pomposas, llegaban incluso a usar lenguaje ajeno a ellos, términos complicados de los que desconocían el significado.

· CONCLUSIÓN:

- Un ministro sin piedad, sin el mensaje del Evangelio y hambriento de renombre es un falso maestro que no apacienta al rebaño de Dios por amor, sino por complacerse.

· APLICACIÓN:

- El amor cristiano se vuelve no solo en el propósito, sino que también en un medio por el que el Señor nos protege y aleja de la falsedad.

- Debemos pedir y cultivar nuestros corazones en amor por el Señor y nuestros hermanos más que en buscar prestigio por lo que sabemos/decimos/hacemos. Ese deseo de tener la admiración nos descarrila.

- Por muy carismático, presentable y amigable que luzca un ministro, si su motivación no es contribuir al ambiente amoroso en la iglesia, si no hay evidencia de piedad, si busca ser relevante en el mundo, probablemente debas alejarte de ese lugar por amor a tu Dios y tu alma.

- Clamemos a Dios para que el amor sea el enfoque en nuestro ministerio; llenos de hermandad, de sumisión a Cristo; sin el deseo de sobresalir de nadie,