Mas alla de toda condenación

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INTRODUCCIÓN.

Les invito abrir sus Biblias en el capitulo 2 del libro de Josué. En esta ocasión continuamos nuestra serie titulada: Mas allá de las fronteras. El sermón de esta ocasión lo hemos titulado: Mas allá de toda condenación.

Antes de comenzar a leer el texto, permítame decirles que el capitulo 2 de Josué nos cuenta la historia de una mujer que tuvo una maravillosa conversión. Esta mujer- como veremos en el desarrollo de nuestro mensaje- vivía alejada de Dios y condenada a la destrucción, pero gracias a la fe, esta mujer condenada, se coloco mas allá de toda condenación.

DESARROLLO.

1. LA FE QUE OBRA.

Josué capitulo 2, comienza diciendo: “Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí”.

Es interesante resaltar el hecho de que en el capitulo 2 de Josué, el personaje central no es Josué, como tampoco los dos espías que fueron enviados a ver la ciudad, sino que el personaje central es una mujer llamada Rahab. Pero. ¿Quién era esta mujer? ¿Por qué es incluida como protagonista de esta historia?

A simple vista la Biblia nos da algunas características de este personaje. Primero: Se nos dice que era cananea. Ósea que pertenecía a los pueblos paganos e idolatras que Dios había mandado a destruir por mano de Josué. Segundo: era mujer. En la sociedad antigua la mujer no tenia una posición de importancia como la que ostente en la sociedad actual sino que la misma había sido relegada a un plano inferior. Tercero: era una prostituta. Pertenecía a la clase mas baja de la sociedad. En los tiempos de Josué existían dos tipos de prostitutas: Las prostitutas sagradas. Aquellas que ejercían la prostitución como parte del culto pagano que se rendían a los dioses y los ídolos. También existían las prostitutas comunes. Eran aquellas que ejercían la prostitución por intercambio de dinero. Rahab pertenecía a esta categoría.

Algunos interpretes de la biblia han explicado que Rahab no era ramera sino que era la atendía la casa de las rameras. Pero la biblia no da lugar a esta interpretación, sino que de manera puntual la biblia dice que Rahab era ramera.

Sin embargo, la Biblia no tiene como propósito entrar en los detalles pasado de la vida de Rahab. Mas bien el propósito es mostrarnos como ella ejerció la fe. De manera simple las escrituras nos muestran que a pesar de su vida pasada, Rahab decidió obrar o accionar a través de la fe. Notemos lo que ella hizo:

“Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis. Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado”.

Josué 2:2-6, nos muestra tres acciones que esta mujer hizo a favor del pueblo de Dios. Lo primero que ella hizo según lo muestra el versículo 1-2, fue que recibió a los espías a pesar de conocer de donde venían y cual era el propósito que ellos traían. Los israelitas eran diferentes al resto de las naciones que los rodeaban. Rahab podía haber cerrado la puerta de su casa y no recibir a los espías ni tampoco darle lugar en su casa. Sin embargo, ella los recibió y los albergo en su casa. De mas esta decir que los espías fueron a la casa de Rahab con la única intención de esconderse y pasar inadvertidos.

Pero Rahab no solo recibe a los espías, sino que también los esconde. Los versículos 3-4, dicen que el rey de Jericó envió a la casa de Rahab para buscar los espías pero ella lo escondió. Si los espías hubiese sido encontrados en la casa de Rahab ella habría sido acusada de traición a la ciudad, al rey y a su pueblo.

Por ultimo, Rahab arriesga su vida para salvar a los espías. Cuando los soldados del rey le preguntaron acerca del asunto ella dijo que unos hombres habían venido pero que no sabia a donde se habían ido, y que tampoco sabia de donde eran. Ella mintió para salvar la vida de los espías.

En este punto debo detenerme para preguntar: ¿Hizo ella lo correcto? ¿Es justificable su mentira? ¿Se puede mentir cuando se persigue un buen propósito? Algunos dicen que lo que la mentira de Rahab se debe justificar pues ella lo hizo para salvar la vida de los espías. Otros dicen que cuando nos vemos entre la espada y la pared, entre dos pecados, debemos escoger el que tenga las menores consecuencias negativas. Otros dicen que dependiendo la situación la mentira es justificable.

Es triste que muchos quieran justificar la mentira. Y es debido a esto que hoy las personas hablan mentira de manera muy natural. En un famoso periódico, apareció un articulo titulado: “Mentiras en América”. Según este articulo:

•32 por ciento de los americanos creen “que mentir es necesario en algunas ocasiones”.

•36 por ciento dicen que mentirían para conseguir un mejor trabajo.

•25 por ciento de los empleados públicos dicen haber mentido en el trabajo.

•60 por ciento de los americanos dicen que es correcto mentir para proteger a otras personas.

•42 por ciento de los empleados que ganan por encima de 50 mil dólares al año dicen haber dicho estar enfermos en varias ocasiones para no ir al trabajo.

•71 por ciento de los estudiantes de la escuela dicen haber hecho trampa en los exámenes.

•74 por ciento de los estudiantes de universidad dicen haber hecho trampa en las pruebas y los trabajos.

La mentira de Rahab puede ser explicada pero nunca justificada. La historia de Rahab esta en la biblia no para enseñarnos a mentir, sino para ensenarnos a ejercer la fe. Rahab era una pagana y para ella mentir era algo cotidiano. Usted y yo tenemos el conocimiento de la verdad y la mentira no puede formar parte de nuestra vida. Lea Proverbios 12:22: “Los labios mentirosos son abominación a Jehová;

Pero los que hacen verdad son su contentamiento”.

Hermanos, Dios no es puesto en aprieto cuando decimos la verdad. La mentira nunca ha sido justificable. Digamos siempre la verdad y dejemos a Dios las consecuencias.

2. LA FE QUE CREE

Pero la fe de Rahab nos solo se expreso en acciones. Su fe estaba fundamentada en convicciones. Después que los soldados de Jericó salieron de la casa, Rahab subió a donde estaban los espías y compartió con ellos sus convicciones en cuanto al Dios verdadero.

Notemos las convicciones que Rahab tenia del Dios verdadero. En Josué 2: 9-11, Rahab confeso:

“Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”.

Al leer estos textos nos damos cuanta inmediatamente que la fe de Rahab estaba fundamentada en convicciones firmes acerca de Dios. Notemos tres cosas que esta mujer reconoce sobre Dios.

Primero: Ella reconoce que Dios es un Dios de poder. Rahab tenia conocimiento de lo que Dios había hecho a favor de su pueblo Israel. Ella hablo acerca de la liberación que Dios obro al sacar a Israel de Egipto y abrir el mar rojo. También ella también reconoció como el poder de Dios había derrotado a los reyes cananeos que estaban del otro lado del Jordán. Lo primero que Rahab hace es reconocer el poder de Dios.

Segundo: Ella no solo reconoció el poder de Dios, sino que también reconoció que Jehová es el único Dios verdadero. Rahab dijo: “Porque Jehová vuestro Dios es Dios”. En Jericó se adoraban diversos dioses. Se adoraba a “Baal”, “Ashera”, y Marduck” . Rahab creció mirando como sus familiares adoraban estos falsos dioses. Sin embargo, a pesar de haber crecido en esta multitud de dioses, Rahab reconoce que solo hay un Dios, Jehová.

Tercero: Lo tercero que Rahab reconoce es que solo Dios merece adoración. Rahab termino diciendo que Dios es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra. Esta expresión aparece tres veces en el Antiguo Testamento. La primera es en Éxodo 20:4. También aparece en Deuteronomio 4:39 y 5:8. En dos de las referencias antes mencionadas la expresión “arriba en los cielos y abajo en la tierra” se da en relación a la prohibición de adorar ídolos. Cuando Rahab usa la expresión “arriba en los cielos y abajo en la tierra”, lo hace para reconocer el hecho de que solo Dios merece la adoración.

Así que, concluimos que la fe de Rahab no solo se expreso en acciones sino que la misma estaba fundada en un reconocimiento de lo que Dios era y de lo que podía hacer.

3. LA FE RECOMPENSADA

Después que Rahab expresa su fe, entonces hace un pedido. Ella pide que por la salvación de su vida así como la vida de su familia. Ese día Rahab y los espías hicieron un pacto: Si ella no los delataba, ellos le aseguraban la preservación de su vida y la de su familia.

Sin embrago, antes de marcharse, los espías le presentaron dos condiciones a Rahab. Primero ella debía atar en la ventana un cordón de grana, ósea un cordón rojo (Josué 2:18). La siguiente condición era que toda la familia debía estar en la su casa (Josué 2:19). En resumen la casa debía ser señalizada y todo el que quería ser preservado de la destrucción debía permanecer en esa casa que había sido señalizada con el cordón rojo.

Llama profundamente la atención al leer Éxodo 12:22, que justamente esta fueron las dos condiciones que Dios puso a los hijos de Israel el día que se desato la decima plaga. Así como Dios preservo a los israelitas de la destrucción del ángel de la muerte, también Dios preservaría la casa de Rahab de la destrucción.

Josué 6:25 dice que el día que Jericó fue destruida, Rahab y toda su familia fue salva. A pesar de que la casa de esta mujer estaba en el muro, cuando los muros fueron derrumbados, su casa quedo en pie, pues estaba señalizada por el cordón rojo. La fe de Rahab fue recompensada y fue libertada de la destrucción. La fe nos libra de la destrucción y nos coloca mas allá de la condenación.

La historia de Rahab no termina allí. Rahab se caso con un hebreo llamado Salmon (Algunos piensan que fue uno de los dos espía) y se convirtió en uno de los ancestros del rey David. Pero no solo estuvo en el linaje del rey David, sino que aparece en el árbol familiar de nuestro señor Cristo Jesús (Mateo 1:5). Como si esto fuera poco, su nombre junto con el Sara la mujer de Abraham son los únicos nombres de mujeres que aparecen en la lista de los grandes héroes de la fe de Hebreos 11 (Heb 11:31). También Santiago la menciona como un ejemplo de la fe en acción (Sant 2:25).

Rahab es un ejemplo de lo que la fe puede hacer. La fe nos libra de la destrucción y nos coloca mas allá de toda condenación.

CONCLUSIÓN

En resumen esta historia nos ensena que: Nuestro pasado puede ser mas o menos como el de Rahab, con sus variantes, pero la fe en el Dios de Israel puede hacer la misma acción salvadora si hoy, hacemos la misma confesión, reclamamos con urgencia la promesas y establecemos a Jesucristo en la ventana de nuestra casa.

Pero esta historia no solo nos enseña el poder de la fe para librarnos de la destrucción. También es un llamado a la iglesia para que entienda que en la ciudad de perdición hay muchos que están esperando por nosotros. Hay muchos que en medio del paganismo, la inmoralidad y el vicio están clamando por salvación.

Es por eso que te pregunto en esta ocasión: ¿Quién es tu Rahab? Quien es esa persona que esta esperando por ti. Puede que la persona que menos pienses esta madura para aceptar a Jesucristo como señor y salvador. Es tiempo de que nos levantemos y entremos a la Jericó moderna. Antes que el mundo sea destruido, antes que Jesús venga para rescatar a su pueblo, antes que todo llegue a su fin, hay almas que esperan por nosotros. Salgamos y busquemos a los perdidos. Puede que al igual que los espías nos llevaremos grandes sorpresas.

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