LA OFRENDA Y EL CORAZÓN

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la ofrenda y el corazón son dos elementos inseparables para la adoración.

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INTRODUCCIÓN:
La ofrenda y el corazón son dos elementos inseparables de adoración.
Pocas cosas revelan la verdadera adoración, como lo hace el desprenderse de los recursos materiales y dedicarlos al Señor.
Hay una especie de íntima relación del corazón humano y las cosas materiales que siempre ponen en riesgo la adoración genuina en las áreas espirituales.
Esto en el fondo es quizá, porque creemos que las cosas materiales que obtenemos nos pertenecen, creemos que nos las hemos ganado por nuestras fuerzas, y que por lo tanto son para lo que nosotros queramos usarlas.
Pero todas estas ideas están equivocadas.
El tema de la ofrenda en las escrituras nos recuerdan constantemente, que todos los recursos son del Señor, que nosotros somos administradores y que debemos guardar nuestro corazón para el Señor.
Uno de los lazos más peligrosos para la adoración es que los recursos materiales ocupen nuestro corazón.
Proposición: Porque Dios es digno de adoración, tú debes ofrendar con todo tu corazón.

I. CONOCE EL ARGUMENTO PARA LA OFRENDA

Éxodo 25:1–9 “Jehová habló a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda. Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre, azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral. Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.”
Explicación:
Dios, el creador del cielo y de la tierra, el dueño del universo, de quien es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en el habitan dice: “Traerán ofrenda para construir mi tabernáculo”.
No debemos preguntarnos: por qué este gran Dios pide de sus criaturas recursos para construir su tabernáculo, como si necesitara de algo que sus criaturas tienen y él no. Porque de ninguna manera ese es el sentido de petición en este pasaje. De hecho, no es una petición como si fuera una necesidad de Dios. sino que es un mandato.
Dios está disponiendo de Sus recursos para construir Su tabernáculo de formas especificas en que él ha determinado hacerlo tal como revela el texto, es decir usando los materiales que él quiere, en las proporciones que el establece, (dichas proporciones no son visiblemente contables para nosotros), pero para el sí lo son, cuando dice: “ de todo aquel cuyo corazón le mueva a hacerlo, ustedes tomaran mi ofrenda” ( Él sabe exactamente de cuantos kilos y cantidades estamos hablando porque conoce los pensamientos, las intenciones del corazón y aun las acciones futuras ; y no solo las conoce, sino que las determina “el Señor inclina el corazón del rey hacia todo lo que él quiere” , “Porque Dios produce el querer como el hacer por su buena voluntad” Filipenses 2:13.
Así que el mandamiento de la ofrenda no está en el marco de una necesidad de Dios, sino en el derecho que le pertenece, en la sabiduría que solo él tiene, en el amor con que hace todas las cosas y en la soberanía con que administra el universo.
El mandamiento de participar en el tabernáculo no es una opción para el hombre, sino en una instrucción, y al mismo tiempo el privilegio más grande que podemos tener en relación con Su reino aquí en la tierra.
La forma de hacerlo debe tener en mente quién es Dios y esto producirá un corazón dedicado y gozoso a él.
Además, está disponiendo de Sus administradores quienes también le pertenecen como medios para traer Sus recursos.
“Diles a los hijos de Israel...”
“Esta es la ofrenda que tomareis de ellos...”
“Y harán un santuario para mí...”
Dios no solo tiene el derecho de pedir cualquier recurso que esté en manos de cualquiera de sus administradores, sino que puede exigir que sus administradores les den forma a Sus recursos para construir lo que el Señor soberano ha decidido hacer para Su gloria. Pues, no solo los recursos y las personas le pertenecen a él, sino también, las fuerzas y los dones que poseen vienen de él.
Aplicación: ¡¿En qué momento pasamos de ser empleados del Señor a ser dueños de los recursos que nos encargó?! cómo para hacerle cambios a Sus instrucciones de administración?
Dios es soberano, pero inmensamente bueno, sabio y misericordioso. Así que le ha placido hacernos parte de sus planes, e involucrarnos activamente en sus proyectos trascendentes al llamarnos a participar en su obra con los recursos que nos ha confiado. El solo hecho de que tengamos un ingreso, es muestra de la fidelidad, amor y consideración de Dios para confiarnos ese recurso Suyo.
La forma en que él quiera disponer de ese recurso prestado es absolutamente decisión de él y es un privilegio ser un administrador de mi Señor.
Mínimo debo ser fiel.
Y LO QUE FUE MOISES PARA ISRAEL TRAYENDO LAS INSTRUCCIONES DE DIOS, LO ES PARA NOSOTROS ESTE LIBRO Y LA PREDICACIÓN.
En cualquier trabajo para conservar tu empleo mínimo debes ser fiel, Si tú robas a tu jefe y éste se entera, te va a despedir.
Es bueno saber que Dios está enterado de como estas administrando sus bienes, lo que tú y yo llamamos, sueldo, despensa, muebles, inmuebles, ahorros, inversiones, tiempo, salud, fuerzas y dones. debes recordar que todo lo que naturalmente administras lo haces porque Dios te lo ha delegado. Todo.
De esta manera el mandato de ofrendar toma otra dimensión en nuestro corazón. debe producir en nosotros, gozo y sentido de gratitud, pero también responsabilidad por lo que Dios nos da y nos confía para administrar.
Proposición: Porque Dios es digno de adoración, tú debes ofrendar con todo tu corazón.
II. CONTINÚA CON EL SEGUIMIENTO PARA LA OFRENDA.
Éxodo 35:4–9 “Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado: Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce, azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, y piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.”
Explicación: Moisés fielmente instruye al pueblo sobre la ofrenda, replicando cada palabra que Dios le había hablado. Moisés no dijo: entendí que debemos ofrendar para construir un tabernáculo, entendí que debe ser un tabernáculo con variedad de materiales, así que traigan lo que tengan en casa, y aquí lo revisamos. El señor quiere un lugar de reunión donde él nos juntemos con él.
Moisés habló al pueblo y le dijo: Respecto a la ofrenda para el tabernáculo, “Esto es lo que Jehová ha mandado” y en seguida menciona cada palabra que el señor le había dicho respecto a los materiales para construir el tabernáculo.
Aplicación: La palabra de Dios es muy clara en los dos sentidos básicos de cómo dar, qué dar, y cuánto dar para la obra del Señor: Diezmos y ofrendas.
“según Dios te haya prosperado”. (esto es alusión al diezmo).1 Cor. 16:2
‌Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros, ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo…
Si parece que la petición en muy ambigua, no lo es. Porque Dios si sabe cuánto prosperaste exactamente porque él fue el que te lo dio a través de tu trabajo o el medio que sea.
Dios sabe exactamente el porcentaje que deberías de dar. y te lo hace saber por medio de su palabra y por medio de tu corazón porque Dios lo ha ordenado y te lo redarguye con exhortación.
El problema es que a veces queremos callar nuestro corazón cuando Dios nos pone el deseo de dar.
Si tú te preguntas: ¿Señor debería de dar mi diezmo?, tú sabes la respuesta.
Si te preguntas ¿señor cuanto debo de dar de ofrenda?, TU SABES LA RESPUESTA.
Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.2 Cor. 9:7
Aplicación. Así como indicó que materiales, y qué cantidades debía dar el pueblo de Israel, también ha indicado para la iglesia, que y cuanto debe de dar cada uno de nosotros.
Proposición: Porque Dios es digno de adoración, tú debes ofrendar con todo tu corazón.
III. COMPRENDE CON EL ENTENDIMIENTO DE LA OFRENDA
Éxodo 35:20–29 “Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés.Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro; y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová. Todo hombre que tenía azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, o pieles de tejones, lo traía.Todo el que ofrecía ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda; y todo el que tenía madera de acacia la traía para toda la obra del servicio.Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos, y traían lo que habían hilado: azul, púrpura, carmesí o lino fino.Y todas las mujeres cuyo corazón las impulsó en sabiduría hilaron pelo de cabra.
Los príncipes trajeron piedras de ónice, y las piedras de los engastes para el efod y el pectoral,y las especias aromáticas, y el aceite para el alumbrado, y para el aceite de la unción, y para el incienso aromático.De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.”
EXPLICACIÓN:
Todos los que dieron algo para la ofrenda, entendieron, de que se trataba, ninguno, dijo, no es que yo no tengo oro, no es que yo no tengo, plata, no es que solo tengo hilos, no es que lo mío es muy poquito, no es que yo no tengo ningún material valioso, etc. Todas esas serías excusas. algunos dieron, oro, otros dieron, madera, otros dieron plata, algunos pusieron pieles, algunos, mano de obra. Pero todos aquellos que dieron, entendieron de que se trataba la ofrenda.
De dar de acuerdo con lo que tienes y de darlo de corazón. En esas dos cosas, no puedes engañar a Dios. Y con esas dos cosas tienes la oportunidad de adorar a Dios.
Aplicación: Si tú y yo entendemos que dar es un privilegio de participar en el reino de Dios con los recursos que él nos dio, daremos de corazón.
Si, yo entiendo hno. pero me es difícil”, “si yo entiendo, pero a veces no me alcanza”.
No, no es cierto, no has entendido si éstas son tus respuestas.
La forma de dar al Señor revela tu confianza en él.
La forma de dar al Señor demuestra tu amor por él.
La forma de dar al Señor manifiesta si crees en su institución.
Y ninguna de estas cosas son por obligación. Ni la confianza se forza, ni el amor se impone, ni la fe se obliga.
Así que el Señor seguirá trayendo los recursos para su reino a través de aquellos cuyo corazón cree, ama y tiene fe en el Señor.
De hecho, esa es la razón por la que lo Dios pide de cada uno de sus hijos, para probar el corazón, de tal modo que la ofrenda realmente no es la cantidad sino la disposición de corazón.
Proposición: Porque Dios es digno de adoración, tú debes ofrendar con todo tu corazón.
IV. CULMINA EN EL CUMPLIMIENTO DE LA OFRENDA.
Éxodo 36:2–7 “Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había puesto Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella.Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayéndole ofrenda voluntaria cada mañana.Tanto, que vinieron todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía,y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga.Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más;pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.
Explicación:
No solo se trataba de acabar la obra del tabernáculo, sino de cumplir su propósito en el proceso de terminarla.
Dios puso en el corazón la disposición de dar y participar, y el pueblo respondió con gratitud y determinación y por lo tanto con generosidad.
Aplicación: noten como el tema del corazón se muestra en cada pasaje de la ofrenda del tabernáculo.
Porque ese es un propósito por el que Dios quiere involucrarnos, para probar nuestros corazones y disponer más de ellos que de nuestros recursos.
APLICACIÓN: No son los ricos los que hacen grandes cosas para el Señor y levantan templos y expanden la obra de Dios, son los generosos.
Los que responden al estimulo del Señor, que pone el estímulo en cada corazón.
Si tan solo diéramos cada vez que Dios nos llama a dar, cada vez que sabemos que la invitación viene de Dios, cada vez que Dios nos estimula en el corazón. Tal vez ya tendríamos un terreno, quizá hasta comenzado a construir.
Quizá tendríamos más misioneros y el tabernáculo de Dios en la tierra estaría mas extendido y el evangelio no tendría límites de recursos.
Si crees que esto que estás escuchando, da con generosidad al Señor, si no crees, no tienes que hacerlo por sola obligación.
Pero si sabes que Dios te está llamando a dar, y tú te justificas apagando el estímulo del Señor, Nunca nos va a alcanzar y mucho menos va a sobrar.
CONCLUSIÓN:
Nos hará mucho bien meditar en:
“LA OFRENDA Y EL CORAZÓN”
Siempre que pienses ofrendar reflexiona en tu motivación espiritual,
y siempre que tengas el deseo de dar, piensa en lo que puedes ofrecer de forma sacrificial.
La ofrenda y el corazón son dos elementos inseparables de adoración.
I. CONOCE EL ARGUMENTO LA OFRENDA.
II. CONTINÚA CON EL SEGUIMIENTO DE LA OFRENDA.
III. COMPRENDE EL ENTENDIMIENTO DE LA OFRENDA
IV. ACULMINA EN EL CUMPLIMIENTO DE LA OFRENDA.
Porque Dios es digno de adoración, tú debes ofrendar con todo tu corazón.
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