DANDO PAN A UN AMIGO
«Les dije también: “¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme y dártelos? Os digo, que aunque no se levante a dárselos pir ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite”» (San Lucas 11:5–8).
INTRODUCCIÓN: En Lucas 11:5–8, Jesús narró una parábola para ilustrar cómo la oración impertinente es contestada. En esta parábola se nos presentan tres amigos: (1) el amigo viajero. (2) El amigo hospedador que no tiene pan. (3) El amigo del anterior que está durmiendo. Todo el drama se desarrolla a la «medianoche».
El amigo hospedador fue donde su amigo, que estaba durmiendo, para pedirle prestado «tres panes». El otro le presenta como excusas: la puerta cerrada, los hijos en la cama y, finalmente, que no se puede levantar. Pero como su amigo sigue llamando y pidiendo, él tiene que abrirle la puerta y darle no sólo el pan, sino «todo lo que necesite». Hablaré en esta hora sobre el tema: «Dando pan a un amigo.» Es mi oración anticipada a Dios que este mensaje llegue a lo más profundo de tu corazón.