Fil 1:12-30 (2Parte) UNA VIDA CRISTOCÉNTRICA
TÍTULO: CARACTERÍSTICAS DE UNA VIDA CRISTO-CÉNTRICA
INTRODUCCIÓN:
CONTENIDO:
1. VIVIMOS CONFIADAMENTE:
¿Necesita Cristo ser magnificado? Después de todo, ¿cómo puede un ser humano magnificar al Hijo de Dios? Bien, las estrellas son mucho más grandes que el telescopio, y sin embargo el telescopio las magnifica y las acerca. El cuerpo del creyente tiene que ser como un telescopio, el cual acerca a Cristo a la gente. Para la persona común Cristo es un personaje nebuloso que vivió hace siglos. Mas, cuando un inconverso observa a un creyente pasar por una crisis, puede ver a Cristo magnificado y mucho más cercano. Para el creyente con la mente sencilla, Cristo está con nosotros aquí y ahora.
El telescopio acerca las cosas distantes, y el microscopio hace que las cosas pequeñitas se vean grandes. Para el inconverso, Cristo no es muy grande. Otras personas y otras cosas son mucho más importantes. Mas cuando el inconverso observa al creyente pasar por una crisis, debe ver cuán grande es Cristo en realidad. El cuerpo del creyente es una lente que hace a un Cristo pequeño verse grande y a un Cristo distante verse cercano.
2. VIVIMOS ENFOCADA-MENTE:
Cristo era el fin de su vida, porque era a Su continua presencia adonde conducía para Pablo la vida. Cristo era la inspiración de su vida; era la dinámica de su vida. Cristo había sido el Que le había dado a Pablo la tarea de vivir, porque había sido Él el Que le había hecho apóstol y le había enviado a evangelizar a los gentiles. Había sido Cristo el Que le había dado la fuerza para vivir, porque era la gracia todosuficiente de Cristo la que había alcanzado su plenitud en la debilidad de Pablo. Para él, Cristo era la recompensa de la vida, porque la única recompensa que valía la pena para Pablo era una comunión más íntima con su Señor. Si Cristo hubiera de desaparecer de su vida, a Pablo no le quedaría nada.
3. VIVIMOS ÚTILMENTE:
CONCLUSIÓN:
I. Cristo DEBE SER el origen y centro de la vida.
II. Cristo DEBE SER la esencia misma de nuestra vida.
III. Cristo DEBE SER el paradigma o modelo del vivir diario.
IV. Cristo DEBE SER el objetivo o meta a alcanzar.
V. Cristo DEBE SER el premio o galardón de nuestra fidelidad.