La invitación gloriosa del evangelio
LA INVITACIÓN GLORIOSA • Sermon • Submitted • Presented
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Juan 7:37–38 (RVR60)
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Quiero llevarlo al séptimo capítulo de Juan, el séptimo capítulo de
Juan. Lo he titulado “La invitación gloriosa del Evangelio.” “La invitación gloriosa del Evangelio,” aquí en el pasaje, versículo 37, frente a nosotros hay un ofrecimiento de oro, sin precio, por parte del Señor Jesucristo, por parte del Salvador.
Una invitación realmente que es magnífica más allá de la descripción. Es una invitación a la salvación, al perdón, a la vida eterna, al cielo.
Esta no es la primera invitación en el evangelio de Juan ni la última, ha habido muchas, recordará la invitación en el capítulo Juan 3:3 en su plática con Nicodemo.
Jesús le contestó: «En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios».
Y aquellos que estaban escuchando recordará la invitación en el capítulo Juan 5:24
»En verdad les digo: el que oye Mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.
Y múltiples invitación para creer el Él, en varias ocasión el decía a la multitud que el era el pan de vida:
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Allí esta la multitud escuchando la invitación que puedan comer de de pan, Cristo dando a conocer mediante esta ilustración....
De la misma manera aquí hay una invitación en el pasaje frente a nosotros, habrá otro en el capítulo Jn 8:12 , habrá varias invitaciones hasta el fin mismo de su ministerio, de hecho, no hubo un día en todos sus años de su ministerio sin dejar de hacer esta invitación, para perdón de pecados, salvación y entren a la vita eterna.
Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Pero aquí hay una que creo que es de las más sorprendentes de sus ilustraciones, donde brinda detalles:
I. 3 FUENTES ESENCIALES PARA EL SER HUMANO
I. 3 FUENTES ESENCIALES PARA EL SER HUMANO
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Y esta es una invitación dada en Juan 7:37–39 entonces permítame leérsela:
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
A. FUENTES ESENCIALES DE VIDA.
A. FUENTES ESENCIALES DE VIDA.
“EL AGUA”
En una tierra en dónde el agua escaseaba, una tierra muy seca, el agua era algo de mucho valor para expresar la obra de la salvación, y el beneficio de la salvación para un alma sedienta.
Hacer ilustración rápida:
La invitación viene en el versículo 37 inicialmente, es: “Ven y bebe del agua de la vida.” esta es la clave de su pase hacia la vida eterna. Recordará de regreso en el capítulo 4, y en Su plática con la mujer junto al pozo, capítulo Juan 4:10-14
La invitación viene en el versículo 37 inicialmente, es: “Ven y bebe del agua de la vida.” esta es la clave de su pase hacia la vida eterna. Recordará de regreso en el capítulo 4, y en Su plática con la mujer junto al pozo, capítulo Juan 4:10-14
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
—Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed—respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
B. FUENTE ESENCIAL PARA E SER HUMANO “EL PAN DE VIDA”
B. FUENTE ESENCIAL PARA E SER HUMANO “EL PAN DE VIDA”
También recordarán en el capítulo Juan 6:32-35
Conforme Él estaba hablando de sí mismo, como el Pan de Vida, Él alentó a la gente a comer de este pan.
Conforme Él estaba hablando de sí mismo, como el Pan de Vida, Él alentó a la gente a comer de este pan.
Entonces Jesús les dijo: «En verdad les digo, que no es Moisés el que les ha dado el pan del cielo, sino que es Mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. »Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo». «Señor, danos siempre este pan», le dijeron. Jesús les dijo: «Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed.
Y entonces, esta es una invitación sorprendente. Hubo un contexto para la mujer en el pozo, hubo un agua real, un pozo real, y Él partió de ahí para hablar del agua que satisface un alma, y esa alma nunca volverá a tener sed jamás. Aquí de nuevo hay un contexto para la analogía del agua, y se lo voy a dar en unos momentos, y usted verá porque fue tan sorprendente.
Pero quiero hablar un poco del asunto de esta invitación para comenzar.
Admirar a Jesús y estar impresionado con Jesús, ver a Jesús de lejos, decir cosas amables de Él, es insuficiente. El pensar de esta manera, coloca a una persona al final en el mismo infierno, es comparado como la gente que odiaba a Jesús y lo odia ahora, y lo rechaza, y se hacen culpables de su muerte, en la crucifixión.
Admirar a Jesús no es suficiente para conceder vida eterna. Algún tipo de reconocimiento superficial de Jesús no es suficiente. La pregunta es: ¿qué hará usted con sus invitaciones?
Admirar a Jesús no es suficiente para conceder vida eterna. Algún tipo de reconocimiento superficial de Jesús no es suficiente. La pregunta es: ¿qué hará usted con sus invitaciones?
Caso Pilato:
Usted recuerda la historia, por un lado, él tiene una multitud sedienta de sangre que están gritando porque asesine a Jesús. Él no quiere hacer eso porque sabe que Jesús no es culpable de nada. Él no quiere hacer que caiga la espada definitiva, la espada de la justicia en la ley romana, sobre la cabeza de un hombre inocente. Pero él es presionado por esta multitud imparable que está haciendo todo lo que puede por intimidarlo, y lo amenaza con la pérdida de su posición al acudir a César, si él no hace lo que él les pide. Por otro lado, en su propia conciencia, gritándole a él y ayudado por lo que su esposa le dijo que no tuviera nada que ver con este hombre inocente.