La disciplina restauradora en la iglesia
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· 6 viewsLa responsabilidad de la iglesia para la corrección es un tema que debemos recuperar en la iglesia.
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La disciplina restauradora en la iglesia
La disciplina restauradora en la iglesia
1 Corintios 5:1–7
1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2 Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
Introducción
Introducción
Existe un tema que ha sido polémico en la iglesia y es el tema de la disciplina.
Algunos la consideran innecesaria aduciendo que Dios es el que juzga y que no debemos juzgar. Mateo 7:3 “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”
Otros pone como pretexto el amor. Sin embargo Dios asocia el amor con la disciplina. Hebreos 12:6 “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.”
Por otro lado hay congregaciones que son muy severos y legalistas en ejercer la disciplina, que en lugar de restaurar, destruye.
El pecado del miembro y el error de la iglesia
El pecado del miembro y el error de la iglesia
En la iglesia de Corinto un hombre vivía abiertamente en un pecado aun innombrable entre los paganos. 1 Corintios 5:1 “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.”
Pero no solamente esto le indignaba al apóstol, también la actitud indiferente de la iglesia. 1 Corintios 5:2 “Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?”
Pablo condenaba el pecado, pero también la pasividad e indiferencia de la iglesia.
El hombre es fornicario pero la iglesia es jactanciosa: 1 Corintios 5:6 “No es buena vuestra jactancia...”
La iglesia de Corinto, estaban envanecidos en sus experiencias espirituales, los dones, de su predicador favorito, de la asistencia a los cultos, de su éxito, etc. y eso les impedía ver el peligro del pecado de fornicación en su iglesia.
La levadura
La levadura
La iglesia corría el grave peligro, como un cáncer se esparce. 1 Corintios 5:6 “...¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?”
No corregir el pecado, contamina toda la iglesia.
Pablo ordena enérgicamente que dejen a un lado la jactancia, el orgullo y se limpie a la iglesia de esa levadura: 1 Corintios 5:7 “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” Ya que Cristo nos santificó, procuremos la santidad.
No permitas que personas con mal testimonio ministren a la congregación, es necesario disciplinarlos, debes ser celoso de la obra porque daremos cuenta:
Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”
La disciplina
La disciplina
La iglesia debe mostrar el amor de Cristo pero también el celo por la santidad.
En Mateo 18:15-22 se le otorga a la iglesia la autoridad para ejercer disciplina. Mateo 18:18 “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.”
Los pastores somos llamados a corregir lo deficiente.
Tito 1:5 “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;”
Pablo ordena a los lideres de la iglesia entregar a Satanás al fornicario.
1 Corintios 5:4-5 “4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”
Pablo emite el mismo juicio para Himeneo y Alejandro: 1 Timoteo 1:20 “de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.”
Este hombre, estaría fuera de la cobertura de la iglesia temporalmente, a merced de Satanás como Job, pero sin el permiso de tocar su alma.
Entregarlo a Satanás significaba cortarlo de la comunión de la iglesia como miembro (excluirlo de la Santa Cena), al estar alejado de la comunión estaba expuesto a los azotes de Satanás, el cual tenía permiso de castigar su carne, para que comprendiera la gravedad de su pecado y se arrepintiera.
Es necesario aclarar que esta no es una maldición de parte del pastor o la iglesia: Romanos 12:14 “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.”
Lucas 6:28 “bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.”
La disciplina tiene como objetivo:
Exponer el pecado
Advertir de las consecuencias finales del pecado
Salvar al pecador
Proteger a la iglesia de contaminación
Mostrar buen testimonio ante el mundo.
Aquella persona que conoce la verdad y aun así insiste en pecar, el castigo será más severo.
Lucas 12:47–48 “47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.”
Pero también tenía como objetivo el alertar a la iglesia de no caer en la misma falta y guardar la santidad.
Conclusión
Conclusión
La disciplina debe ejercerse con firmeza pero también con mansedumbre y amor. Gálatas 6:1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”
Como pastores somos también miembros de la iglesia y sujetos a disciplina, pero el Señor nos da el honor de administrar y presidir la congregación local, por lo tanto es nuestra responsabilidad de cuidar del rebaño del Señor.
Hechos 20:28 “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”
Pablo enseña que es nuestra responsabilidad presentar a la iglesia pura a Cristo: 2 Corintios 11:2 “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.”
Por tanto, es muy importante implementar la disciplina en la iglesia.
Esto puede provocar que algunos abandonen la iglesia, pero si son de Cristo, Él los traerá de vuelta, y si no, ellos han escogido su destino.