David vence a los enemigos de Israel
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· 83 viewsLos enemigos constantes de Israel, atacan nuevamente al enterarse de la ascensión de David al poder en Israel.
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David vence a los enemigos de Israel
David vence a los enemigos de Israel
2º Samuel 5:17–19
17Oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre Israel, subieron todos los filisteos para buscar a David; y cuando David lo oyó, descendió a la fortaleza. 18Y vinieron los filisteos, y se extendieron por el valle de Refaim. 19Entonces consultó David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová respondió a David: Ve, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.
Introducción
Introducción
David había convivido con los filisteos cuando era perseguido por Saúl, de alguna manera había hecho amistad con ellos.
Mientras reinó en Hebron sobre Judá, no lo molestaron, porque lo seguían considerando enemigo del clan de Saúl. Pero ahora que reinaba sobre todo Israel, lo tomaron como una ofensa y rompieron la amistad.
Ahora como rey, David seguía enfrentando dificultades, pero el proceso que sufrió con Saúl le dieron la fortaleza y experiencia para enfrentar estos nuevos retos.
David tenía que saber cuando moverse o esperar según la voluntad de Dios.
El peligro
El peligro
2º Samuel 5:17 “Oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre Israel, subieron todos los filisteos para buscar a David; y cuando David lo oyó, descendió a la fortaleza.”
Los problemas para David nunca se terminan.
Recién estaban celebrando la victoria sobre los jebuseos cuando se entera que TODOS los filisteos vienen a buscarlo.
Esta historia se repite, anteriormente los filisteos fueron a atacar a Saúl, pero ahora a David.
Los filisteos habían conocido al David cuando actuó como loco (1 Sam 21), el fugitivo que les pidió asilo (1 Sam 27), ellos estaban confiados que era el mismo David débil.
Pero a diferencia de Saúl, David no se amedrentó, sino que confió en Dios.
Pero las adversidades que enfrentó lo habían fortalecido y lo habían echo más sabio. Además David ya no era el ungido en potencia sino el ungido en manifestación. Ahora gozaba del poder y la autoridad del Espíritu Santo.
Cuando el Señor te levanta, sufrirás persecución de tus enemigos, no te sorprendas si los ataques vienen de tu propia casa. Mateo 10:36 “y los enemigos del hombre serán los de su casa.”
Esto no debe sorprenderte, tampoco detenerte, sino debe fortalecerte para seguir avanzando, confiando en el Señor.
“…y cuando David lo oyó, descendió a la fortaleza.”
David descendió a la fortaleza, no por cobardía, sino para tener la oportunidad de consultar al Señor.
David no era cobarde.
Sambalat y Tobías amenazaban a Nehemías, uno de los sacerdotes Semaías aconsejó a Nehemías a ocultarse en el templo, pero Nehemías respondió: Nehemías 6:11 “Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré.”
No se sabe cuál fue esa fortaleza, podo haber sido la recién conquistada Jerusalén, o tal vez Hebrón, o su antiguo refugio en el desierto de Parán, el lugar físico no es relevante.
Lo relevante es que la fortaleza de David es El Señor: Salmo 27:1 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”
No hay mejor refugio y fortaleza que nuestro Dios.
Los verdaderos guerreros no actúan con arrebatos, o para alardear de valor, sino que son sabios y aun retroceder es parte de su estrategia para vencer.
La victoria
La victoria
2º Samuel 5:19 “Entonces consultó David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová respondió a David: Ve, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.”
Los filisteos eran formidables adversarios, pioneros del uso de hierro les daba ventaja militar.
Desde el tiempo de los jueces los filisteos dieron muchas batallas a los israelitas, y por mucho tiempo los dominaron.
Fueron instrumento en las manos de Dios para disciplinar a su pueblo.
Pero ahora, David se enfrenta a ellos, pero antes, consulta al General y Jefe, a Dios.
Después del recibir el permiso de Dios, David actúa y obtiene la victoria.
David no actuó confiando en su ejército ni en su experiencia militar, sino confiando en la Palabra de Dios: “…Ve, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.”
La victoria la obtienen aquellos que confían y obedecen la Palabra de Dios y no en sus capacidades o recursos.
Salmo 34:5 “Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.”
2º Samuel 5:21 “Y dejaron allí sus ídolos, y David y sus hombres los quemaron.”
Los filisteos acostumbraban llevar sus ídolos porque creían que los ayudaba para ganar la batalla.
Pero cuando fueron derrotados, los dejaron abandonados.
Los israelitas no podían tomarlos como trofeos de guerra.
Debían destruirlos como manda la ley.
Deuteronomio 7:25 “Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios;”
Cuando somos liberados del pecado, debemos renunciar a todo lo que pueda hacernos tropezar, destruir los objetos que nos hagan pecar, romper con relaciones que nos inciten al pecado.
No podemos permitirle al enemigo una oportunidad para hacernos caer.
Los que creyeron en Efeso por la predicación de Pablo, quemaron sus libros.
Hechos 19:19 “Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.”
La revancha
La revancha
Siendo los filisteos unos grandes guerreros, tenían un plan “B”, se reagruparon y se dispusieron a atacar nuevamente a David.
2º Samuel 5:22–24 “Y los filisteos volvieron a venir, y se extendieron en el valle de Refaim. Y consultando David a Jehová, él le respondió: No subas, sino rodéalos, y vendrás a ellos enfrente de las balsameras. Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás; porque Jehová saldrá delante de ti a herir el campamento de los filisteos.”
David nuevamente consulta a Dios, no se confía por ningún momento en su victoria.
Esta vez Dios le ordena no atacar de frente sino desplegarse a los costados para rodearlo, quizá los filisteos tenían una estrategia efectiva para atacarlos de frente.
Dios envió su ejército celestial que cabalgó sobre la copa de los árboles, esto trajo confusión y temor sobre los filisteos.
David nuevamente, obedeciendo la Palabra de Dios, atacó a los filisteos.
2º Samuel 5:25 “Y David lo hizo así, como Jehová se lo había mandado; e hirió a los filisteos desde Geba hasta llegar a Gezer.”
La obediencia a Dios nos dará victoria sobre la adversidad y seremos testigos del mover sobrenatural.
Conclusión
Conclusión
Después de esta derrota, los filisteos quedaron sometidos, y en el reino de Salomón, fueron reducidos a tributarios. (1º Reyes 4:21 “Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Eufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.” )
Mientras Israel fue obediente a la Palabra de Dios, dominaron a sus enemigos, pero cuando se revelaron, fueron oprimidos nuevamente por sus enemigos.
Después de la muerte de Salomón, el reino se dividió, y esta fue una oportunidad para que los filisteos se recuperaran.
El enemigo del cristiano no será eliminado hasta la segunda venida de Cristo, mientras tanto, será una molestia que debemos enfrentar.
Recuerde que su enemigo no es su prójimo, por tanto, enfoque sus esfuerzo a enfrentar al enemigo espiritual.
La obediencia a la Palabra de Dios nos asegura la victoria, aun cuando no sea lógico.