Todo ojo le verá (El Rapto)

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El presente escrito tiene como objetivo mostrarte que la creencia «cristiana» del rapto secreto tiene vicios ante ciertos pasajes bíblicos. No es un estudio exhaustivo que busca satisfacer a las mentes más académicas, sino que se dirige a cualquier recién convertido que desea evaluar tal creencia a la luz de pasajes claves de las escrituras como Mateo 24, Apocalipsis 20 y 1 Tesalonicenses 4. Espero que este sea el impulso para una investigación más seria bajo la dirección del Espíritu Santo con oración y corazón humilde.

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El presente escrito tiene como objetivo mostrarte que la creencia «cristiana» del rapto secreto tiene vicios ante ciertos pasajes bíblicos. No es un estudio exhaustivo que busca satisfacer a las mentes más académicas, sino que se dirige a cualquier recién convertido que desea evaluar tal creencia a la luz de pasajes claves de las escrituras como Mateo 24, Apocalipsis 20 y 1 Tesalonicenses 4. Espero que este sea el impulso para una investigación más seria bajo la dirección del Espíritu Santo con oración y corazón humilde.

Introducción

Tuve la oportunidad de crecer en un hogar de cristianos practicantes, ya que fui cristiano pentecostal por los primeros 18 años de mi vida; así que el rapto secreto formaba parte de mi abanico de convicciones. Cuando conocí el mensaje adventista del séptimo día, este fue uno de los temas que comencé a reevaluar y a diferir de mis amigos.
Al conversar sobre este punto con otros cristianos que sostienen una postura distinta a la mía, creo que la manera más correcta de hacerlo es siendo lo más apegados posible a la Biblia, sin mucha argumentación. Buscando que nuestros hermanos puedan ver en el texto bíblico, aquello que nos hace pensar distinto y así llegar a acuerdos.

Desarrollo

La gran tribulación y los creyentes (Mateo 24)

Para comenzar, veamos Mateo 24 brevemente (te invito a leer detenidamente todo el pasaje por ti mismo). En este pasaje Jesús describe a sus seguidores situaciones de persecución y desastres naturales que se verían antes de su segunda venida. Estos eventos son llamados la
Mateo 24:21 NBLA
21 »Porque habrá entonces una gran tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás.
Lo que quiero destacar aquí es el hecho de que mientras ocurren estos eventos los creyentes estarían presentes
Mateo 24:9–13 NBLA
9 »Entonces los entregarán a tribulación, y los matarán, y serán odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. 10 »Muchos se apartarán de la fe entonces, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. 11 »Se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. 12 »Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. 13 »Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.
Mateo 24:21–22 NBLA
21 »Porque habrá entonces una gran tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás. 22 »Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Estos versículos confirman que la tribulación de Mateo 24 es la tribulación de la iglesia.
Al llegar al versículo 29 encontramos el versículo clave para enfrentarnos a la doctrina del rapto secreto:
Mateo 24:29–31 NBLA
29 »Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán sacudidas. 30 »Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. 31 »Y Él enviará a Sus ángeles con una gran trompeta y reunirán a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.
Aquí encontramos varios elementos que nos conectan con otros pasajes de la Biblia. Veamos esto más de cerca más de cerca
Primero: este evento se sitúa «inmediatamente después de la tribulación», lo cual es lo contrario a la idea de la segunda venida antes o durante la tribulación. Es importante el «cuándo» porque es totalmente coherente con lo que Jesús ha venido declarando en los versículos anteriores en relación a los discípulos estando en tribulación.
Lo segundo a lo que quiero dirigir la vista es al versículo 31
Mateo 24:31 NBLA
31 »Y Él enviará a Sus ángeles con una gran trompeta y reunirán a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.
y detenernos a comparar éste con 1 Tesalonicenses 4 y Apocalipsis 20.

Pablo y la segunda venida en 1 tesalonicenses 4

En 1 tesalonicenses 4:15-17 el apóstol Pablo dice:
1 Tesalonicenses 4:15–17 NBLA
15 Por lo cual les decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. 17 Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre.
En ambos textos encontramos a Jesús (el Hijo del Hombre o Señor) en cielo.
El sonido de trompetas que anuncia el inicio del evento
Todos los salvos siendo reunidos.
Por su parte Pablo amplía más la idea incluyendo la resurrección. Pero es bastante claro que tenía el discurso de Jesús en mente al escribir esta parte de su carta.
Hasta aquí podemos concluir que Mateo 24:29-31 y 1 Tesalonicenses 4:16-17 están describiendo la venida de Jesús, que esta ocurre después de la gran tribulación y que la resurrección de los salvos es parte de este evento.
Habiendo concluido que la resurrección de los que duermen en Cristo forma parte ese gran evento en que se hace visible la señal del hijo del hombre y son reunidos (arrebatados) los salvos que permanecen con vida, en las nubes.
Algo importante a tener en cuenta es como el apóstol Pablo reconoce que entre el arrebatamiento de la iglesia y la permanencia eterna de ésta con Cristo, no hay un periodo de tiempo intermedio (1 Tes 4:17). Al leer detenidamente este texto, también notaremos cómo una y otra vez, se habla de la totalidad de los salvos participando a la vez de este glorioso momento.
La resurrección juega un papel muy importante al momento de ubicar la cronología de los eventos de la segunda venida de Cristo en lo que se conoce como el tiempo del fin.
Apocalipsis 20, Resurrecciones y parusía
En Apocalipsis 20:5 se mencionan una resurrección de las cual no participan todos los muertos.
Apocalipsis 20:5 NBLA
5 Esta es la primera resurrección. Los demás muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años.
La aquí llamada «primera resurrección» es la de aquellos que
Apocalipsis 20:4 (LBLA)
… habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano…
Aquí nos volvemos a encontrar con los elementos de la tribulación de la iglesia precediendo a la primera resurrección que tiene mucha coherencia con lo que ya había sido presentado por Pablo y Jesús. «Agregando Juan la resurrección como el suceso que da inicio al periodo de los mil años».
En este punto tenemos una serie de eventos secuenciales unidos de una manera inseparable, lo cual hace imposible incluir un periodo de tiempo de siete o tres años entre la resurrección y el inicio del milenio. La secuencia podría describirse de esta manera. Presta mucha atención:
Tribulación
Venida del hijo del hombre (Resurreción/Arrebatamiento)
Milenio
En Apocalipsis 20.11-15 Juan menciona otro evento en el cual muertos reaparecen y es denominada, por los teólogos, la segunda resurrección. La segunda resurrección es aquella de la cual participan «los otros muertos [que] no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años». Y esta da paso al inicio del Juicio ante «un gran trono blanco» (Apoc. 20:4, 11-15).
Apocalipsis 20:11–15 LBLA
11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. 14 Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. 15 Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Hasta este punto hemos visto cómo la idea de un arrebatamiento, antes o en medio de la tribulación es incoherente con la enseñanza bíblica de que quién será probado durante este periodo es el pueblo de Dios y no los malvados. Este remanente de Dios será probado porque se resiste a las fuerzas de aquel «hombre de pecado» que se manifiesta antes del día glorioso del Señor (2 Tes. 2:2-4).
2 Tesalonicenses 2:2–4 NBLA
2 que no sean sacudidos fácilmente en su modo de pensar, ni se alarmen, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado. 3 Que nadie los engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición. 4 Este se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios.
También vemos cómo la resurrección trae a la vida a aquellos que sufren los efectos de la tribulación para recibir el juicio de Dios a su favor (Dan. 7:22; Apoc. 20:4)
Daniel 7:22 NBLA
22 hasta que vino el Anciano de Días y se hizo justicia a favor de los santos del Altísimo, y llegó el tiempo cuando los santos tomaron posesión del reino.
Apocalipsis 20:4 NBLA
4 También vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años.
y cómo esta inicia un tiempo de juicio que desemboca en la destrucción eterna de los malvados y el mal
Apocalipsis 20:15 NBLA
15 Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Malaquías 4:1 LBLA
1 Porque he aquí, viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; y el día que va a venir les prenderá fuego—dice el Señor de los ejércitos—que no les dejará ni raíz ni rama.

Una será tomado y el otro será dejado

De aquí en adelante nos envolveremos en el viaje de encontrar cómo las escrituras nos dejan muy en claro que la segunda venida será un evento visible para todos y abordaremos las expresiones «una será tomado y el otro será dejado» y «como ladrón en la noche» para ver la coherencia de estas frases con la enseñanza de una segunda venida visible y gloriosa.
Muchas veces nos encontramos con algunos versos de la Biblia que parecen oscurecer doctrinas, que sin estos versículos están más que claras. En este último artículo nos enfrentaremos a unos versículos de las Escrituras que parecen retar la perspectiva que se ha estado mostrando en los dos primeros artículos de esta serie.
Leamos Mateo 24:37-44
Mateo 24:37–44 NBLA
37 »Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 »Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre. 40 »Entonces estarán dos en el campo; uno será llevado y el otro será dejado. 41 »Dos mujeres estarán moliendo en el molino; una será llevada y la otra será dejada. 42 »Por tanto, velen, porque no saben en qué día viene su Señor. 43 »Pero entiendan esto: si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, hubiera estado alerta y no hubiera permitido que entrara en su casa. 44 »Por eso, también ustedes estén preparados, porque a la hora que no piensan vendrá el Hijo del Hombre.
Aquí vemos como Jesús compara la despreocupación e incredulidad de los contemporáneos de Noé, y como «vino el diluvio y se los llevó a todos», con la actitud de los incrédulos en el tiempo del fin. Tomando dos ejemplos de la vida cotidiana se refiere a dos hombres en el campo y dos mujeres en un molino y declara que de ambos grupos «el uno será tomado, y el otro será dejado». Algunos dirán que claramente aquí está el arrebatamiento de la iglesia y los impíos son dejados atrás. Pero
¿cómo podemos determinar para qué son tomados o dejados si realmente este verso no lo aclara?
El comentario Bíblico Adventista comenta al versículo 40 lo siguiente:
Comentario Biblico Adventista del Séptimo Día, Tomo 5: Mateo a Juan (CAPITULO 24)
Será tomado. Gr. paralambánō, “tomar o recibir para sí mismo”. En los papiros se emplea este vocablo para referirse a recibir cosas que le pertenecen a uno. Se lo emplea también (cap. 17:1) para expresar que Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan para ascender con él al monte de la transfiguración. En Col. 4:17 se lo emplea para referirse a un ministro cristiano que recibe la comisión evangélica. En Juan 14:3, se emplea paralambánō para decir que Jesús recibió a los discípulos que le aguardaban. Por contraste, la frase “se los llevó” en Mat. 24:39 es del verbo aírō, “llevarse”, “quitar”. En el vers. 40, el “uno” es tomado por los ángeles que son enviados para juntar a los escogidos (vers. 31).Hay quienes emplean los vers. 39–41 para fundamentar la doctrina del llamado “rapto secreto”, según la cual los santos serán arrebatados en forma secreta de esta tierra antes de la segunda venida de Cristo. Sin embargo, esta enseñanza no puede encontrarse ni aquí ni en ningún otro pasaje bíblico. La venida que se describe en Mat. 24 es siempre, sin excepción, una venida literal y visible de Cristo (vers. 3, 27, 30, 39, 42, 44, 46, 48, 50). En esta ocasión “todas las tribus de la tierra… verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo” (vers. 30). Todo lo que tiene que ver con venidas secretas, Cristo lo atribuyó a los falsos cristos (vers. 24–26). Ver com. vers. 27.El contexto permite entender claramente lo que significan estas dos formas verbales: “ser tomado” y “ser dejado”. Los que son dejados son los siervos malos, quienes, en vez de seguir con sus actividades habituales después de un supuesto rapto secreto, son castigados duramente y relegados a la suerte que les toca junto con los hipócritas (vers. 48–51).
En resumen aquí se concluye que los que son dejados, al igual que en el caso del diluvio, son los que reciben la ira o el castigo de Dios.
Por otro lado el erudito adventista, ex-presidente del BRI, Ángel Mauel Rodríguez en un número de la revista «Adventist World» argumenta desde otra perspectiva y concluye que la idea aquí sería que los dejados son aquellos que son dejados son dejados quietos y los que son tomados son tomados para ser molestados (enjuiciados).
No solo entre los estudiosos adventistas se rechaza la idea de un rapto secreto aquí sino que también entre los evangélicos se ha tomado otras formas de entender estos versículos
Por un lado D. A. Carson (pastor y teólogo evangélico, y fundador de «The Gospel Coalition») escribe acerca de cómo el énfasis y lo importante de estos versículos no está en la separación de los individuos, sino en el hecho de que ocurre de manera repentina. (The Expositor's Bible Commentary, Tomo 8, p. 509)
Craig L. Bloomberg dice categoricamente que
«Estos versos simplemente ilustran la naturaleza abrupta e inesperada de la parusía.»
(Craig Blomberg, Matthew, vol. 22, The New American Commentary, 366.)
Craig S. Keener, teólogo evangélico pentecostal, co-autor del libro «Not Afraid of the Antichrist: Why We Don't Believe in a Pre-Tribulation Rapture» [Sin temor del anticristo: Porqué no creemos en un rapto pre-tribulacional] comenta en su comentario al evangelio de Mateo que «el hijo del hombre vendría como un juicio repentino y sorpresivo» (Craig S. Keener, The Gospel of Matthew: A Socio-Rhetorical Commentary ,591.)

Como ladrón en la noche

En Mateo 24:37-44 una y otra vez se nos enfatiza el elemento sorpresa para algunos, desprevenidos de la venida del hijo del hombre. Esto nos lleva a la frase «como ladrón en la noche» usada por Pablo, en 1 Tesalonicenses; y Pedro al escribir acerca del día del Señor escatológico. De aquí en adelante asumiremos que «el día del Señor» en 1 Tesalonicenses 5:1-11 y 2 Pedro 3:1-10 se refieren a la segunda venida de Jesús.
En 1 Tesalonicenses 5:1-11 Pablo centra su exposición en recordar a los creyentes que, así como las contracciones anuncian el parto, de la misma manera las señales antes anunciadas por Jesús serían de referencia para ver la proximidad de su venida. El apóstol nos recuerda que las profecías nos dan la luz necesaria «para que ese día [no] los sorprenda como un ladrón».
1 Tesalonicenses 5:1–11 NBLA
1 Ahora bien, hermanos, con respecto a los tiempos y a las épocas, no tienen necesidad de que se les escriba nada. 2 Pues ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche; 3 que cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. 4 Pero ustedes, hermanos, no están en tinieblas, para que el día los sorprenda como ladrón; 5 porque todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos alerta y seamos sobrios. 7 Porque los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. 8 Pero puesto que nosotros somos del día, seamos sobrios, habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por casco la esperanza de la salvación. 9 Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10 que murió por nosotros, para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos junto con Él. 11 Por tanto, confórtense los unos a los otros, y edifíquense el uno al otro, tal como lo están haciendo.
Por su parte en 2 Pedro 3:1-10, el apóstol reacciona ante la incredulidad y burlas que la iglesia padecía a causa del segundo advenimiento, mostrando que tanto la segunda venida como el diluvio, ambos eventos están llenos de la terquedad voluntaria de quienes se niegan a creer en las señales.
2 Pedro 3:1–10 NBLA
1 Amados, esta es ya la segunda carta que les escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en ustedes su sincero entendimiento, 2 para que recuerden las palabras dichas de antemano por los santos profetas, y el mandamiento del Señor y Salvador declarado por los apóstoles de ustedes. 3 Ante todo, sepan esto: que en los últimos días vendrán burladores con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones, 4 y diciendo: «¿Dónde está la promesa de Su venida? Porque desde que los padres durmieron, todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación» 5 Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que los cielos existían desde hace mucho tiempo, y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios, 6 por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado por el agua. 7 Pero los cielos y la tierra actuales están reservados por Su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos. 8 Pero, amados, no ignoren esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.
Pedro agrega el elemento de la perfección del tiempo divino (Dios no está sujeto a las prisas y deseos del hombre) usando esto para declarar que no hay una tardanza en la promesa sino más bien que llegan al tiempo correcto. El día del Señor nos llegará «como ladrón en la noche» ya que a pesar de que tenemos las profecías como avisos, ésta no depende de nuestro sistema de tiempo sino del tiempo perfecto de Dios.
Hasta este punto hemos visto que la segunda venida de Jesús ocurre justo después de la gran tribulación que padecerá la iglesia de los últimos días (Mateo 24:15-31). La resurrección de los sellados por Dios ocurre como parte de este evento (1 Tesalonicenses 4:16-17). Las señales que antecederán a este magno evento servirán como avisos para aquellos que permanezcan alertas. Pero a la vez habrá un grupo negligente a quienes le tomará por sorpresa debido a su ignorancia voluntaria (Mateo 24:37-44; 1 Tesalonicenses 5:1-11; 2 Pedro 3:1-10).
Consecuentemente, tras la aparición del Señor en las nubes y la resurrección de los santos de Dios, se inicia el periodo de los mil años (Apocalipsis 20:4-6) que, tras culminar, da paso a la resurrección de los otros muertos (los condenados al lago de fuego) para presenciar la sentencia de los tribunales celestiales y recibir su justa condena (Apocalipsis 20:11-14).
La Biblia no da detalles del tiempo exacto del evento, pero sí nos dice que al venir Jesús en las nubes «todos lo verán con sus propios ojos» (Mateo 24:30; Apocalipsis 1:7 NVI). También nos enseña que así, visiblemente, como fue tomado al cielo «vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse» (Hechos 1:11 NVI).
La venida del Señor es por mucho la mayor esperanza del cristiano. La misma naturaleza gime por su redención tal como nosotros (Romanos 8:21-23).

Conclusión

En estos tiempos difíciles que han trastornado todos los sistemas de este mundo es momento de recuperar esa fervorosa necesidad por la venida del Señor que experimentó la iglesia en sus primeros días. Es tiempo de unirnos en oración y estudio de las Escrituras, estando atentos a las señales que nos recuerdan que nuestra felicidad eterna está cercana. Que muy pronto aparecerá con gran poder y gloria, en las nubes, nuestro salvador para reunirnos con Él y entonces iniciar la total instauración de su reino de paz.
Oremos para que su iglesia alcance a los que han de ser salvos y su venida sea una realidad en nuestra generación.
¡Maranata!
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