Defensa de Pablo, Mulalillo
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I. Tiempo de lectura todos juntos:
I. Tiempo de lectura todos juntos:
37 Cuando comenzaron a meter a Pablo en la fortaleza, dijo al tribuno: ¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: ¿Sabes griego?38 ¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios?39 Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te ruego que me permitas hablar al pueblo.40 Y cuando él se lo permitió, Pablo, estando en pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, habló en lengua hebrea, diciendo: 1 Varones hermanos y padres, oíd ahora mi defensa ante vosotros. 2 Y al oír que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio. Y él les dijo: 3 Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros. 4 Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres; 5 como el sumo sacerdote también me es testigo, y todos los ancianos, de quienes también recibí cartas para los hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusalén también a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados. 6 Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo; 7 y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 8 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. 9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo. 10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas. 11 Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco. 12 Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, 13 vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré. 14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. 15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. 16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre. 17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis.18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.19 Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti;20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.21 Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles. 22 Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva.23 Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire,24 mandó el tribuno que le metiesen en la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él.25 Pero cuando le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado?26 Cuando el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano.27 Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú ciudadano romano? El dijo: Sí.28 Respondió el tribuno: Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento.29 Así que, luego se apartaron de él los que le iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano, también tuvo temor por haberle atado.
II. Resumen de la historia:
II. Resumen de la historia:
Resumen de la historia bíblica. (este es un resumen que puede ayudar a la memorización sin embargo hay detalles importantes que se mencionan en el texto, los cuales deben considerarse).
Lista de eventos:
Pablo había sido arrestado en Jerusalén por haber sido acusado falsamente.
La acusación que hacían los judíos era que Pablo enseñaba en contra de la Ley y había metido a gentiles al templo.
Los romanos le arrestan con cadenas y llevan a Pablo a la fortaleza.
Pablo habla con el que le arrestaba.
Se le permite a Pablo hablar a la multitud en su defensa.
Pablo habla a la multitud en lengua hebrea, al oír esto la gente presta más atención.
Pablo habla de que fue enseñado a los pies de Gamaliel y que era celoso de la ley y de Dios.
Cuenta que él fue perseguidor de los discípulos de Cristo y que tenía autorización de arrestar a los cristianos.
Cuenta cómo se convirtió cuando viajaba rumbo a Damasco.
El Señor se le apareció y le pregunta porqué le persigue.
Entonces el Señor se le revela a Pablo y le ordena entrar a Damasco.
Pablo se encuentra con el hermano Ananías y recobra la vista.
El le dice a Pablo que Dios lo había escogido para que conociera a Dios y contara su testimonio a otros.
Entonces Ananías le dice a Pablo que se bautice y que se lave de sus pecados invocando el nombre del Señor.
Pablo cuenta que después de esto fue a Jerusalén.
Estando allá experimenta una visión.
En esta visión ve al Señor que le dice que salga de Jerusalén porque ahí no recibirán su testimonio.
Pablo explica cómo todos los judíos sabían cómo el perseguía a los cristianos.
Entonces el Señor le dice que salga porque le iba a enviar a los gentiles.
La multitud al oír estas palabras se enfurece y piden que Pablo sea muerto.
Entonces el tribuno mete a Pablo en la fortaleza y lo manda a azotar.
Pablo hace saber que él es ciudadano romano y que sería injusto castigarle sin un juicio.
Esto impresionó y provocó temor en el tribuno.
III. Tempo de edificación mutua:
III. Tempo de edificación mutua:
Este es el momento en que los hermanos compartirán la verdad que Dios les ha enseñado en este texto.
La pregunta que se debe hacer es esta:
¿Qué es lo que más le llamó la atención de este capítulo? ¿Qué de este texto, que hemos leído, puede usted compartir que sea de edificación a los demás?
Es necesario guiarse con los siguientes parámetros:
Se debe dar la oportunidad a que la mayoría de los hermanos comparta.
El que dirige debe, con amabilidad, complementar lo que los hermanos han compartido, corregir si se ha dicho incorrecto y cuidad de que nadie se exceda en el tiempo o desvíe del tema.
IV. Enseñanza participativa:
IV. Enseñanza participativa: