El amor de Jesus por las mujeres

Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 27 views
Notes
Transcript

Proverbios 31:10 RVR60
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
"¿Quién puede encontrar una mujer virtuosa? Porque su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas."
Proverbios 31 es parte de los consejos dados a un rey por su madre (31:1-9)
y el poema de la mujer virtuosa sirve como un resumen de las enseñanzas de sabiduría y virtud presentes en todo el libro.
Proverbios 18:22 NTV
El hombre que halla esposa encuentra un tesoro, y recibe el favor del Señor.
Las mujeres son un tesoro para la vida de nosotros los hombres.
La palabra hebrea traducida como "virtuosa" es "chayil," que tiene un amplio rango de significados, incluyendo fuerza, valentía, capacidad, riqueza, y excelencia.
La mujer virtuosa es aquella que encarna los valores y principios divinos en su conducta cotidiana.
El término no se limita a la virtud en un sentido moral, sino que abarca habilidades, competencia y nobleza de carácter. La mujer virtuosa es fuerte, trabajadora, sabia, y confiable.
Proverbios 1:7 RVR60
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Proverbios 31:30 RVR60
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
La verdadera belleza y valor de una mujer no se basan en su apariencia externa, sino en su temor a Dios y su carácter virtuoso.

1.Jesús ama, valora y respeta a todas las mujeres.

Jesús demostró un profundo respeto y valor por las mujeres a lo largo de su ministerio terrenal.
En un contexto cultural donde las mujeres a menudo eran marginadas, Jesús les otorgó dignidad y las incluyó en su enseñanza y sanación.
Gálatas 3:28 NTV
Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús.
En Gálatas 3:28, se nos recuerda que en Cristo no hay distinción de género:
Un ejemplo claro de esto es cuando Jesús habló con la mujer samaritana en el pozo, revelándose como el Mesías esperado (Juan 4:1-42).
Juan 4:8–10 NTV
Él estaba solo en ese momento porque sus discípulos habían ido a la aldea a comprar algo para comer. La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber? Jesús contestó: —Si tan sólo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.
En esta epoca siglo primero los derechos de las mujeres eran bastante limitados comparados con el tiempo actual.
Jesús mostró actitudes progresistas hacia las mujeres para su tiempo. A menudo interactuaba con mujeres de manera directa y personal, rompiendo con algunas normas sociales.
La samaritana estaba sorprendida de que Jesus siendo judio le dirigiera la voz, porque ellos no se trataban.
Vida familiar y matrimonio
Las mujeres estaban principalmente vinculadas al ámbito doméstico y su principal rol era ser esposas y madres. Los matrimonios eran frecuentemente arreglados por las familias, y las niñas podían ser prometidas en matrimonio desde una edad temprana. La dote era una práctica común.
Propiedad y herencia
En la cultura judía, las mujeres tenían derechos limitados a la propiedad y la herencia, aunque había algunas excepciones. Por lo general, la herencia pasaba de padre a hijo, y las hijas solo heredaban en ausencia de hijos varones.
Educación y religión
La educación formal para las mujeres no era la norma, y sus oportunidades de aprendizaje estaban principalmente centradas en torno al hogar y la religión.
Las sinagogas judías en la época de Jesús estaban segregadas por género, y aunque las mujeres podían participar en ciertos rituales religiosos, su participación estaba más restringida que la de los hombres.
Jesús enseñó a mujeres junto con hombres, y varias mujeres fueron seguidoras importantes de su ministerio, como María Magdalena, María y Marta de Betania, y otras. Además, las mujeres fueron las primeras testigos de la resurrección de Jesús, un hecho que los autores de los Evangelios no omitieron.

Aplicación a la vida diaria:
En la vida cotidiana, podemos seguir el ejemplo de Jesús tratando a todas las mujeres con respeto, dignidad y valor.
Reconocer la igualdad de género ante Dios nos anima a promover la equidad y la inclusión en nuestras interacciones diarias, mostrando amor y consideración a todas las mujeres que encontramos.

2. Jesús sana y restaura a las mujeres.

El ministerio de Jesús estuvo marcado por numerosas sanidades milagrosas, incluyendo muchas mujeres que fueron tocadas por su poder sanador.
Lucas 8:43–48 NTV
Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua y no encontraba ninguna cura. Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo. «¿Quién me tocó?», preguntó Jesús. Todos negaron, y Pedro dijo: —Maestro, la multitud entera se apretuja contra ti. Pero Jesús dijo: —Alguien me tocó a propósito, porque yo sentí que salió poder sanador de mí. Cuando la mujer se dio cuenta de que no podía permanecer oculta, comenzó a temblar y cayó de rodillas frente a Jesús. A oídos de toda la multitud, ella le explicó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante. «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».
leemos sobre la mujer que había estado enferma durante 12 años y que fue sanada al tocar el borde del manto de Jesús.
Esta demostración de compasión y poder divino muestra el cuidado especial que Jesús tiene por las mujeres en su sufrimiento.
En nuestra vida diaria, podemos confiar en Jesús como nuestro sanador y restaurador. Al acudir a él en tiempos de enfermedad, dolor o aflicción, podemos experimentar su gracia sanadora y restauradora que nos renueva y fortalece para enfrentar los desafíos de la vida.

3.Jesús defiende y protege a las mujeres.

Jesús fue un defensor de los oprimidos y marginados, incluidas las mujeres que enfrentaban discriminación y desprecio en su tiempo.
Un ejemplo poderoso de su defensa esta en
Juan 8:1–11 NTV
Jesús regresó al monte de los Olivos, pero muy temprano a la mañana siguiente, estaba de vuelta en el templo. Pronto se juntó una multitud, y él se sentó a enseñarles. Mientras hablaba, los maestros de la ley religiosa y los fariseos le llevaron a una mujer que había sido sorprendida en el acto de adulterio; la pusieron en medio de la multitud. «Maestro —le dijeron a Jesús—, esta mujer fue sorprendida en el acto de adulterio. La ley de Moisés manda apedrearla, ¿tú qué dices?». Intentaban tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en su contra, pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo. Como ellos seguían exigiéndole una respuesta, él se incorporó nuevamente y les dijo: «¡Muy bien, pero el que nunca haya pecado que tire la primera piedra!». Luego volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el polvo. Al oír eso, los acusadores se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los de más edad, hasta que quedaron sólo Jesús y la mujer en medio de la multitud. Entonces Jesús se incorporó de nuevo y le dijo a la mujer: —¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ni uno de ellos te condenó? —Ni uno, Señor —dijo ella. —Yo tampoco —le dijo Jesús—. Vete y no peques más.
Jesús protege a la mujer sorprendida en adulterio de la condena de la multitud, mostrando compasión y extendiendo misericordia en lugar de juicio.
ejemplo del policia
En Ecuador 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia.
En nuestra sociedad actual, aún existen situaciones de injusticia y discriminación hacia las mujeres.
Como seguidores de Jesús, debemos seguir su ejemplo al defender y proteger a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad, mostrando compasión, apoyo y solidaridad en la lucha por la igualdad y la justicia.

4.Jesús empodera y capacita a las mujeres para servir en su reino.

Jesús desafió las normas culturales al involucrar activamente a las mujeres en su ministerio y enseñanzas. En Lucas 10:38-42
Lucas 10:38–42 NTV
Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme. El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.
Vemos a María sentada a los pies de Jesús, recibiendo enseñanza y elogio por su elección de aprender de él.
Jesús reconoció y valoró el papel de las mujeres como colaboradoras en el Reino de Dios, animándolas a seguir su llamado y servir con excelencia.
Aplicación a la vida diaria:
debemos fomentar un ambiente donde las mujeres sean empoderadas
y capacitadas para servir a Dios y a los demás en diversos roles y ministerios.
Al reconocer y fomentar los dones y talentos de las mujeres, contribuyen a la edificación del cuerpo de Cristo y al avance del Reino de Dios en la Tierra.
Llamado
Hebreos 13:8 NTV
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Amor compasión de Jesus
Su respeto hacia las mujeres
Su misericordia
Su ejemplo de justicia nos guie a seguir sus pasos
¡Que el amor y la gracia de Jesús transformen nuestras vidas y relaciones cada día!

1.Jesús ama, valora y respeta a todas las mujeres.

2. Jesús sana y restaura a las mujeres.

3.Jesús defiende y protege a las mujeres.

4.Jesús empodera y capacita a las mujeres para servir en su reino.

Related Media
See more
Related Sermons
See more