LA ADORACIÓN COMO DISCIPLINA ESPIRITUAL

INTRODUCCIÓN

Ilustración: Un ministro de Escocia tenía en su congregación una anciana muy pobre que tenía el hábito de decir: “Bendito sea el Señor, Amén”, cuando el predicador decía algo destacado. Esto molestaba mucho a aquel ministro y le dijo: “¿Sabe hermana Elizabeth, que cuando usted dice: “Bendito sea el Señor”, durante el sermón, interrumpe mis pensamientos? Si no lo hace durante todo este año le regalaré un par de frazadas nuevas”. La hermana Elizabeth era muy pobre y esta oferta le pareció buena. Hizo lo que pudo por ganárselas. Permaneció quieta domingo tras domingo; pero un día vino un pastor visitante a predicar; era un hombre de cuyo corazón rebosaba el gozo de su salvación. A medida que predicaba acerca del perdón del pecado y de todos las bendiciones que le siguen, la visión de las frazadas prometidas comenzó a desvanecerse mientras el gozo de la salvación aumentaba. Al fin no pudo contenerse más y se levantó diciendo con voz fuerte: “¡Frazadas o no frazadas, aleluya!” Cuando pensamos en las maravillas de Dios, se llena nuestro ser de gran gozo. Nuestra reacción natural es querer alabar a Dios por lo que ha hecho y hace por nosotros.

Así como esta hermana Elizabeth no pudo contenerse en el tiempo de adoración ante las maravillas de las verdades y las promesas de Dios, nosotros estamos llamados a no contenernos ante la grandeza de nuestro Dios y estallar en adoración.

“La verdadera autodisciplina espiritual mantiene a los creyentes dentro de límites, pero nunca les impone ataduras; su efecto es agrandar, expandir y liberar.” D. G. KEHL[1]

Hoy estaremos compartiendo el tema de “la Adoración como Disciplina Espiritual”

¿QUÉ ES LA ADORACIÓN?

Adorar significa: amar al extremo, si es aplicado a una deidad, significa amar al extremo a una deidad. La adoración es un estado espiritual contemplativo en el que el espíritu del hombre se sobrecoge maravillado estableciendo una comunión íntima con una deidad, dando lugar a una experiencia deliciosa de los sentidos dentro de una dimensión eterna.[2]

Donald Whitney define la adoración de la manera siguiente: “Adorar a Dios significa atribuirle el valor adecuado a Dios, magnificar su mérito de recibir alabanza o, mejor dicho, acercarse y dirigirse a Dios porque él es digno. Como el Dios santo y todopoderoso, el Creador y Sustentador del universo, el Juez Soberano a quien debemos rendirle cuentas, él es digno de toda la valía y el honor que podamos darle e infinitamente más.”[3]

La adoración es la concentración y la respuesta del alma con el foco puesto en Dios; es estar Admirado o pasmado con Dios. Así que, no importa qué diga, cante o haga en algún momento; únicamente adora a Dios cuando él es el centro de su atención.

Está claro que Dios espera que lo adoremos. ¡Ese es nuestro propósito! La piedad sin la adoración a Dios es impensable.

Cuando Jesus fue tentado por el Diablo en el desierto, en una de sus respuestas a la tentación le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque escrito está: “AL SEÑOR TU DIOS ADORARÁS, Y SOLO A ÉL SERVIRÁS.” (Mateo 4:10, NBLA)

“Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor.” (Salmo 95:6, NBLA)

ALGUNOS ERRORES O MALAS CONCEPCIONES SOBRE LA ADORACIÓN.

“La Adoración” son las canciones suaves y “la alabanza” las canciones rápidas o movidas.

Es un error común en la iglesia pensar que las canciones suaves son la Adoración en el culto. Realmente todo el culto o servicio a Dios es Adoración.

“La Adoración es cuando cantamos ya sea en la iglesia u otro lugar”.

Esta es una percepción muy común que se tiene sobre la Adoración, suponer o inferir que solo se adora cuando cantamos.

“Adoración es sinónimo de amar”.

Aunque no es del todo errado pensar en Adoración como amar, en vista de que la Real Academia de la Lengua Española, en una de sus definiciones sobre adorar la define como “3. tr. Amar con extremo. 4. tr. Gustar de algo extremadamente.”, desde el punto de vista bíblico, no tiene esta implicación del todo o de manera primaria, sino que de manera primaria tiene más relación con postrase o reverenciar.

Por esta razón es recomendable utilizar la palabra adorar solo para Dios, aun cuando lo que queramos expresar sea amor.

Lucas 4.8 (RVC) Jesús le respondió: «Escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”»

“La Adoración está limitada al servicio dominical en el templo”.

“Jesús le dijo: "Mujer, cree lo que te digo: la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre.” (Juan 4:21 NBLA)

LECCIONES SOBRE LA ADORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑA EN ESTE TEXTO.

1- La Adoración no se limita a un lugar tradicional o específico (LEER v. 20-21).

En el AT o el Viejo Pacto Dios habría de elegir un lugar para adoración:

Deuteronomio 12:5-7 NBLA (5) sino que buscarán al SEÑOR en el lugar en que el SEÑOR su Dios escoja de todas sus tribus, para poner allí Su nombre para Su morada, y allí ustedes irán. (6) "Allí llevarán sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, la contribución de su mano, sus ofrendas votivas (de sus votos), sus ofrendas voluntarias, y el primogénito de sus vacas y de sus ovejas. (7) "Allí también ustedes y sus familias comerán en presencia del SEÑOR su Dios, y se alegrarán en todas sus empresas en las cuales el SEÑOR su Dios los ha bendecido.

Este era uno de los puntos de controversia y disputa entre los judíos y los samaritanos, el lugar de adoración: los samaritanos decían que era en el monte Gerizim y los judíos en Jerusalén.

Para el Nuevo Pacto en Cristo Jesús, las cosas cambian y el Señor nos las revela en este texto; ya no es necesario dirigirnos a un lugar específico para adorar a Dios, podemos hacerlo donde nos encontremos.

“Jesús le dijo: "Mujer, cree lo que te digo: la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre.” (Juan 4:21 NBLA)

¿Significa esto entonces que ya no es necesario venir a la iglesia a adorar a Dios?

Por supuesto que este no es el sentido que el Señor quería transmitir, sino que la Adoración no estaría limitada solo a un lugar, pero esto no quiere decir que no tendríamos que dirigirnos a la iglesia a adorar.

La Adoración como disciplina espiritual puede ser tanto pública como privada.

La Adoración pública se dará en el contexto de la iglesia cuando nos reunimos como un cuerpo para adorar a Dios.

“No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” (Hebreos 10:25 NVI 1999)

Si usted expresa y vive el cristianismo casi siempre a nivel individual (es decir, excluyendo la dinámica de grupo), significa que innecesariamente y de manera pecaminosa se perderá gran parte de la bendición y del poder de Dios.

La Adoración privada se dará en el contexto de la familia y en la intimidad personal con Dios.

¿Cómo podemos adorar a Dios en público una vez por semana cuando no nos preocupamos por adorarlo a solas durante la semana? ¿Podemos esperar que la llama de nuestra adoración a Dios arda vivamente en público en el día del Señor, cuando apenas titila por él en secreto los demás días?[4]

Matthew Henry dijo que: “La adoración pública no nos eximirá de la adoración en secreto.”[5]

2- Se puede adorar sin estar consciente de que se está haciendo mal o erradamente. (LEER v. 22)

¿Te imaginas que estés adorando con las mejores intenciones, con la pasión más extravagante y contagiante y que lo estés haciendo de manera incorrecta?

Los samaritanos estaban equivocados al menos en lo siguiente:

El lugar de la adoración, no era el monte Gerizim sino Jerusalén.

Ellos solo aceptaron el Pentateuco y no los demás escritos inspirados del AT.

Su adoración era defectuosa y por lo tanto no aceptada.

"Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los Judíos. (Juan 4:22 NBLA)

Hay un sentido doble en la salvación viene de los judíos:

Primero, la revelación de la salvación vino antes a ellos y después al resto del mundo (Ro. 3:1-2; 9:3-5); segundo, la fuente de la salvación—a saber, el Mesías—era judío (Ro. 9:5).

Romanos 9:3-5 BTX4 “porque yo mismo desearía ser anatema de CRISTO por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; (4) quienes son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; (5) de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino CRISTO, el cual es DIOS sobre todas las cosas, bendito por los siglos, amén.”

Esto nos tiene que llevar a reflexionar sobre si nuestra adoración realmente es una adoración vana o errada o si es verdadera y correcta.

“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas.” (Mateo 15:8-9 NVI 1999)

¿Cuándo adoramos lo hacemos de los labios hacia afuera?

¿Cuándo adoramos nuestro corazón está en sintonía con Dios o con otra cosa u otro lugar?

Si Dios tuviera que decirnos o calificar nuestra adoración, ¿Cómo la calificaría, buena o vana?

3- Este es el tiempo de la verdadera Adoración (LEER v. 23-24):

Una verdadera adoración debe de hacerse en espíritu.

“El espíritu no hace referencia aquí al Espíritu Santo sino al espíritu humano. La adoración debe ser interna, no es la conformidad externa con las ceremonias y los rituales. Debe salir del corazón.” (John MacArthur)

“Adorar a Dios en espíritu implica adorarlo de adentro hacia afuera. También requiere sinceridad en nuestros actos de adoración. Sin importar qué tan espiritual sea la canción que esté cantando, o qué tan poética sea la oración que esté emitiendo, si no son sinceras, no son adoración; son hipocresía.” (Donald Whitney)

Una verdadera adoración debe de hacerse en verdad.

“La verdad llama a que esta adoración de corazón sea consecuente con la enseñanza de las Escrituras y esté centrada en el Verbo encarnado.” (John MacArthur)

“Adorar en verdad es adorar de acuerdo con la verdad de las Escrituras. En primer lugar, adoramos a Dios de acuerdo con cómo está revelado en la Biblia, no como nosotros querríamos que él fuera. Lo adoramos en función a la verdad de quién dice él que es: el Dios de misericordia y justicia, de amor y de ira, quien de igual manera recibe en el cielo y condena al infierno. En segundo lugar, adorar conforme a la verdad de las Escrituras significa adorar a Dios de las maneras que él aprobó en la Biblia. En otras palabras, en la adoración a Dios, debemos hacer lo que Dios dice en la Biblia que debemos hacer en adoración.” (Donald Whitney)

“Mientras más alta nuestra teología (nuestra doctrina de Dios), más alta será nuestra doxología (nuestra adoración de Dios).” Steven Lawson

Adorar en espíritu es adorar desde el corazón.

Adorar en verdad es no limitarse al ritualismo.

Adorar en espíritu es adorar con toda sinceridad.

Adorar en verdad es adorar con entendimiento bíblico.

Adorar en espíritu es entregarse por completo.

Adorar en verdad es mirar a Cristo como el objeto de adoración.

Adorar en espíritu es usar palabras y a veces no.

Adorar en verdad es usar Las Escrituras como brújula para la adoración.

Adorar en espíritu es usar las lágrimas como expresión comunicativa.

Adorar en verdad es imitar a los grandes adoradores bíblicos que gimieron en presencia de Dios.

Adorar en espíritu es unirse al Espíritu Santo y dejarse guiar por él.

Adorar en verdad es obedecer el orden que Dios ha establecido.

Adorar en espíritu es hacer de las canciones en la congregación una oración personal que comparto junto con los demás hermanos.

Adorar en verdad es unirme a una voz en las canciones congregacionales.

4- Cristo es la causa de la adoración y le da sentido a la misma (LEER v. 25-26)

Con Cristo se hace posible la adoración en espíritu y en verdad.

Él es el objetivo de todo creyente en cuanto a la adoración.

Su obra en la cruz del calvario es la mejor motivación para rendir una adoración en espíritu y en verdad.

APLICACIONES Y CONCLUSIÓN

¿Estoy adorando solo los domingos cuando vengo a la iglesia?

¿Mis tiempos devocionales realmente califican como una adoración verdadera o una adoración vana?

¿Qué tengo que mejorar en mi adoración publica?

¿Qué tengo que mejorar en mi adoración privada?

¿Cuándo adoro, lo estoy haciendo en espíritu? ¿soy sincero, estoy consciente de lo que hago?

¿Cuándo adoro lo hago en verdad? ¿Es mi adoración una expresión de lo que he aprendido en la biblia o una expresión de lo que yo pienso que es adoración?

[1] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 111). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [2] https://educalingo.com/es/dic-es/adoracion [3] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 114). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [4] Packer J. I y Donald S. Whitney, Disciplinas Espirituales para la Vida Cristiana(Tyndale House Publishers, 2016), 115. [5] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 123). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle.