¿POR QUÉ SUFREN LOS JUSTOS?. Parte 1.

El sufrimiento es parte del llamado a la salvación.  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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El sufrimiento es la herramienta que Dios usará para perfeccionar a sus hijos.

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INTRODUCCIÓN:

Vimos el domingo por la tarde vimos tres aspectos relacionados al sufrimiento como parte de nuestro llamado a la salvación.
I. Sufrir por Cristo es también un regalo de gracia. Filipenses 1:29
II. El sufrimiento del creyente trae poder. 2 Corintios 7:9-10.
III. El sufrimiento del creyente trae galardón Eterno. 1 Pedro 4: 12-13.
Ahora vamos a seguir hablando del sufrimiento como parte de la vida cristiana.
La pregunta que estaremos respondiendo con distintas historias de la Biblia es: ¿Por qué sufren los justos?
Pero antes de ir a nuestra primera historia, o nuestro primer personaje y comenzar a responder esta pregunta central, quisiera que pensemos en esta otra pregunta: ¿Qué papel juegan el dolor y el sufrimiento en nuestras vidas?
Y vamos a responder con el testimonio de una mujer cristiana cuadriplejica, de nombre Joni Eareckson Tada. Esta mujer es descrita como una mujer con con cara risueña y refulgente y hermosa. En una entrevista contó algo de sus luchas:
Indicó que le había pedido a Dios que cuando llegara el momento de ir al cielo, le permitiera llevar su silla de ruedas. Una vez allá, la rodaría hasta colocarla al lado de Jesucristo y, con gran gratitud, le daría gracias por esa silla en la que pasó tantos años de miseria.
Luego, dirigiéndose al público, señaló que si no hubiese sido por esa silla que, al parecer, llegó a moldearse a su frágil e inmóvil cuerpo, jamás habría llegado a amar a Cristo con todo su corazón. Sin ella jamás habría buscado sus caminos. Ni hubiera llegado a aprender, ni mucho menos estudiar, su gloriosa Palabra. Sin esa silla jamás habría intentado servirle, a pesar de su condición física. Aquella silla le hizo entender y apreciar la gran agonía y el dolor que el mismo Señor Jesucristo sufrió para perdonar los pecados del mundo. Ese objeto le permitió participar de sus sufrimientos, dándole deseos de ser como Él.
Su testimonio, nos ayuda a entender el papel que juega el sufrimiento en la vida de muchos justos.
Ahora para responder mejor a nuestra pregunta inicial,estudiando la Biblia comencemos analizando al sufrido Job.

I. EL SUFRIMIENTO DE JOB.

Todo conocemos la historia. El patriarca pierde repentinamente todo lo que tiene y, encima de eso, sufre una grave enfermedad que por poco lo consume.
Como pensamos los hombres, pensaríamos que tan terrible pena requiere una causa. Job, opinaríamos, tiene que haber hecho algo horrible para merecer tan increíble juicio.
Ante tal conclusión, nos sorprende la observación del propio Dios acerca de Job: Job 1:1, 8
Job 1:1 RVR60
1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Job 1:8 RVR60
8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
¿Cómo justificamos tal tragedia si es inocente?
Leyendo la historia con atención descubrimos que Job es la víctima inocente de un encuentro entre Dios y Satanás. Job 1.9-12
Job 1:9–12 RVR60
9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Vemos estos textos, y es como Dios descorriera la cortina y nos muestra la verdadera guerra espiritual que se libra en los cielos.
Los protagonistas son Él y sus buenos ángeles. Los contrincantes son Satanás y sus huestes malignas. Job —como a veces nosotros— es una simple víctima de la guerra celestial, que ni tiene noción de lo que ocurre.
Lo que leemos nos obliga a preguntar: ¿Cómo puede Dios ser justo y permitir tal cosa? Veamos según el texto:
1. Satanás se acerca al trono de Dios acusando a Job de servirle por interés —debido a todas las bendiciones que Él da a los que le siguen. Y argumenta que si Dios le quitara esas ricas bendiciones, Job le daría la espalda, al punto de blasfemar su glorioso nombre.
Alarmados, vemos que:
2. Dios le da a Satanás el permiso para hacer lo que quiera con el indefenso Job, con la sola limitación de no quitarle la vida al pobre hombre.
3. De inmediato Satanás muestra su diabólico carácter. En un solo día desata sobre Job un desastre tras otro:
a. Los sabeos matan a todos los sirvientes de Job a filo de espada.
b. Con un inclemente fuego misterioso acaba con todas sus riquezas, quemando a sus ovejas, ganado y camellos.
c. Termina desplazando sobre los hijos de él un furioso torbellino sin que ninguno pudiera salvarse.
Hermanos, Dios está tan confiado en Job que permite todo ese inmerecido dolor.
Dios sabe que Job lo seguirá amando y confiando en Él. En vez de blasfemias, de la boca del patriarca salen las dulces y ricas palabras:
Job 1:21 RVR60
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Satanás, sin embargo, no se da por vencido. Se le ocurre otra perversa idea —permiso a Dios para quitarle la salud a Job.
Lo enferma con lo que algunos médicos creen haber sido una combinación de lepra y elefantiasis. Así vemos a Job lleno de úlceras, rascándose con un tiesto, buscando alivio en un nido de cenizas.
Nos conmovemos ante tal sufrimiento, sin embargo nos sorprende la respuesta de Job a su mujer:
Job 2:10 RVR60
10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Hermanos, ante tanto mal, es lógico que pensemos:
¿Cómo puede Dios permitir eso? ¿Cómo puede consentir el sufrimiento tan terrible de uno de sus fieles?.
Es una escena triste y dificil de asimilar. No queremos ver más. Deseamos que se cierre la cortina de una por todas.
Alguien podría alegar, como a veces decimos: ¡El culpable es Satanás!
Pero no es así, tal como podemos pensar, revisamos el texto nuevamente:
Job 2:3 RVR60
3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Si en algo nos ayuda el libro de Job es precisamente a ver que, Dios por ser creador, en su soberanía puede permitir lo que crea mejor para cualquiera de sus hijos.
Job lo reconoce al final de su sufrimiento.
Job 42:1–6 RVR60
1 Respondió Job a Jehová, y dijo: 2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4 Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.
Es al estudiar el libro completo que nos percatamos de que en Dios no hay acción perdida —todas las cosas ayudan a bien (Romanos 8:28), como declara Pablo.
Romanos 8:28 RVR60
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El sufrimiento de Job es útil para purificar su alma, para que conozca las imperfecciones de su corazón, para profundizar su conocimiento acerca de Dios.
Lo que en apariencias es malo para nosotros , Dios lo torna en bien, mostrándonos el corazón y el carácter del bondadoso y amoroso Padre celestial.
La escena final nos muestra a un Job doblemente bendecido.
Job 42:10 RVR60
10 Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
Job 42:12 RVR60
12 Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas,
A la vez Satanás termina derrotado por completo, con sus estrategias vencidas por la fidelidad y lealtad de un indefenso seguidor de Dios.

CONCLUSIÓN:

Recuerda la pregunta inicial: ¿Por qué sufren los justos?
Joni, la mujer de nuestra historia dijo: “Aquella silla me hizo entender y apreciar la gran agonía y el dolor que el mismo Señor Jesucristo sufrió para perdonar los pecados del mundo”
Con Job aprendemos que; “El sufrimiento de es útil para purificar nuestra alma, para conocer las imperfecciones de nuestro corazón, para profundizar nuestro conocimiento de Dios”
Pablo nos enseña, que como el barro en manos del alfarero, no puede cuestionarle, así nosotros no debemos cuestionar a Dios.
Romanos 9:20–21 RVR60
20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Lejos de cuestionar a Dios, demos gracias en medio del sufrimiento, porque para nosotros será para bien.
Vamos a orar.