David traslada el arca del pacto a Jerusalén

2º Samuel 6:12–15

12Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David. 13Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado. 14Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. 15Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.

Introducción

Después del lamentable suceso con Uza, David tuvo temor de transportar el arca del pacto a Jerusalén.

Sin embargo, en su corazón ardía el anhelo por restaurar el culto a Dios. Por tanto, se informa bien conforme a la ley de Dios, como transportar el arca.

Realiza los preparativos y después de tres meses lo realiza.

Este capítulo lo estaremos comparando con 1 Crónicas 15 que contienen esta historia con más detalle.

La purificación

1º Crónicas 15:14–15 “Así los sacerdotes y los levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel. Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová.”

David había entendido que, las cosas sagradas no pueden ser tomadas a la ligera. Se deben hacer como Dios lo establece.

Aprendió que los levitas debían de purificarse pues el culto a Dios había sido abandonado desde hacía muchos años. Y que los hijos de Coat debían transportar el arca en sus hombros.

Una de las razones por las que el arca del pacto estuvo 3 meses en la casa de Obed-Edom, es porque debían cumplir los ritos de purificación.

La purificación de los levitas (Coatitas):

Números 8:5–7 “5También Jehová habló a Moisés, diciendo: 6Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos. 7Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y serán purificados.”

Este rito tomaría su tiempo para que el cabello y la barba les creciera nuevamente y así estar preparados para llevar el arca.

Hoy la iglesia no debe cumplir estos ritos, podrían hacerlo pero no tendrá ninguna validez espiritual.

Lo que si es necesario aplicar es la necesidad de purificarnos espiritualmente para ministrar el servicio a Dios.

Pablo y Bernabé, se purificaron a través del ayuno y la oración para prepararse al ministerio. Hechos 13:2–3 “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”

Salmo 24:3–4 “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.”

David sacerdote

2º Samuel 6:13–14 “13Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado. 14Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.”

1º Crónicas 15:27 “Y David iba vestido de lino fino, y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un efod de lino.”

David no podía tener funciones sacerdotales porque no pertenecía a la tribu de Leví, era de Judá.

Sin embargo, el versículo 13 sugiere que David sacrificó un buey y un carnero.

También estaba vestido con una túnica de lino fino y un Efod, vestimentas exclusivas para los sacerdotes.

Saúl fue desechado por Dios porque usurpó las funciones sacerdotales. 1 Samuel 13.

Sin embargo, ahora David lo hace y no es desechado.

Este es un misterio pero tiene simbolismo profético Mesiánico.

Cristo es nuestro sumo sacerdote y rey quien se ofrece a si mismo en sacrificio por nuestros pecados.

David al conquistar Jerusalén, obtuvo los privilegios del sacerdocio real de Melquisedec. Génesis 14:18–19 “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;”

Confirmado en Salmo 110:4 “Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec.”

Por tanto, David siendo patriarca del Mesías, gozaba de la función sacerdotal y real.

Ahora nosotros los cristianos gozamos de ese privilegio: Apocalipsis 5:10 “y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”

El desprecio

2º Samuel 6:20–23 “20Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera! 21Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. 22Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado. 23Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.”

David había recibido una revelación especial, que le permitía moverse en la dimensión espiritual que su antecesor no podía ver.

Sabía lo trascendental que sería para su reino establecer la presencia de Dios en su reino.

Por tanto, se lleno de sumo gozo y sintió honrado que Dios le permitiera el privilegio de llevar el arca a Jerusalén, que lo demostró rindiendo adoración con cánticos y danza.

Tenemos claro que David no estaba desnudo, vestía una túnica de lino y un efod. (1 Samuel 6:14, 1 Crónicas 15:27)

Pero su esposa Mical lo despreció, pues ella se aferraba al prestigio de la realeza que había aprendido de su padre y no podía ver la humillación de David ante la presencia de Dios.

David responde que se siente honrado e indigno que Dios lo escogiera para reinar en lugar de su padre.

Por tal razón le ofreceré mi danza con ofrenda de gratitud, y estaré dispuesto a humillarme ante Dios, y a ser despreciado por ti, pero seré honrado a los ojos de las criadas que tu desprecias.

David no le importaba la opinión de la gente, Él sabía que debía humillarse delante de Dios y ofrecerle su mejor alabanza y adoración.

Conclusión

Ahora que David es rey, podía haber justificado su sufrimiento anterior disfrutando los deleites y privilegios de ser rey. Pero David prefería la presencia de Dios por sobre las riquezas y fama.

David erigió una nueva tienda, quizá porque el tabernáculo estaba ya muy viejo, el cual aún estaba en Gabaón.

Su amor y temor a Dios le hacían comprender que, aunque se equivocó al principio cómo transportar el arca,

ahora procura cumplir con la ley de Dios,

ofrece sacrificios como ofrenda, y se despoja de sus vestiduras reales y se viste con sencillas, para ofrecer a Dios danza de agradecimiento y amor.

La manera que seamos honrados por Dios es humillándonos delante de Él y amando su presencia.