¿Crees Que Dios Todavía Sana?
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Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.
¿Si la pregunta a los creyentes de la iglesia seria, tu creyese que Dios puede sanar?
¿Si la pregunta a los creyentes de la iglesia seria, tu creyese que Dios puede sanar?
La respuesta de muchos creyentes seria, si yo creo que Dios puede sanar a todos si el quiere.
La respuesta de muchos creyentes seria, si yo creo que Dios puede sanar a todos si el quiere.
¿Si Dios nomas sana a los que el quiere sanar, quien son los que sana Dios?
¿Si Dios nomas sana a los que el quiere sanar, quien son los que sana Dios?
Sabemos que Dios no hace acepción de personas.
Sabemos que Dios no hace acepción de personas.
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,
La biblia nos dice que Cristo sanaba a todos lo que necesitaban sanidad.
La biblia nos dice que Cristo sanaba a todos lo que necesitaban sanidad.
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
Cristo no sanaba a los que el quería sanar, Cristo sanaba a los que querían a ser sanos.
Cristo no sanaba a los que el quería sanar, Cristo sanaba a los que querían a ser sanos.
Las multitudes…
Las multitudes…
1 – Venían a Cristo.
1 – Venían a Cristo.
2 – Las multitudes crean en Cristo.
2 – Las multitudes crean en Cristo.
3 – Las multitudes recibían de Cristo la sanidad.
3 – Las multitudes recibían de Cristo la sanidad.
Cristo nunca le negó la sanidad a nadie.
Cristo nunca le negó la sanidad a nadie.
Cristo es el mismo, no ha cambiado.
Cristo es el mismo, no ha cambiado.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Lo único que puede parar la sanidad en tu vida es duda y incredulidad.
Lo único que puede parar la sanidad en tu vida es duda y incredulidad.
Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.