LA PRECIOSA BATALLA DE LA IGLESIA

Memorias de Hitler en la Gran Guerra. Era el más optimista, atento y dedicado de todos los soldados… consideraba esa guerra y la causa como dignas de todos sus esfuerzos.

PROPOSICIÓN: SOMOS LLAMADOS A PROTEGER LA SANA DOCTRINA CON ENTREGA Y GOZO.

1. ESTAMOS EN UNA GUERRA POR LA VERDAD. (18a)

“Esta comisión te confío, hijo Timoteo”: La comisión es exactamente la misma que en los primeros versículos, aquí la retoma después de hacer un paréntesis en el que demuestra que él puede investir de autoridad a Timoteo porque tiene esa autoridad.

Confío: paratithemi (παρατίθημι G3908) véase ENCOMENDAR. Se traduce «confiar» en Luk_12:48, de confiar algo a la responsabilidad de alguien, y con este sentido, traducido «encargar». En 1Ti_1:18 «encargo»; 2Ti_2:2 «encarga»; en 1Pe_4:19 «encomienden».

se usa para confiar algo valioso a alguien para que lo mantenga a salvo. Se usa, por ejemplo, de hacer un depósito en un banco, o de confiar algo al cuidado de alguien. Siempre quiere decir que se le ha confiado a alguien un depósito del que luego se le pedirán cuentas.[1]

te encargo—como depósito sagrado (cap. 6:20; 2 Timoteo 2:2) a ser puesto delante de tus oyentes.

Pablo llama una vez más “hijo” a Timoteo, con lo cual evidencia su afecto, pero también que es un hombre que él mismo recomienda.

Conclusión: Nuestra guerra consiste en guardar la verdad de Dios que es atacada por los falsos maestros, usando correctamente su Santa Palabra.

1.1 ESTAMOS EN ESTA GUERRA POR VOLUNTAD DE DIOS. (18b)

Conforme a las profecías que antes se hicieron…” el llamamiento de Timoteo fue revelado con anticipación a través de los profetas que había en aquella iglesia. “tuvo que haber una reunión de los profetas de la Iglesia. Eran hombres a los que se notaba que eran de la confianza de Dios y que Él los admitía a Sus consejos. Como prometió (Amós 3:7).

En la referida reunión se pensó sobre la situación que amenazaba a la iglesia, y se llegó a la conclusión de que Timoteo era el hombre ideal para hacerse cargo.Podemos ver a los profetas actuando exactamente de esta manera en Hechos 13:13. La Iglesia se encontraba ante la gran decisión de si llevar el Evangelio a los gentiles o no; y fueron los profetas los que recibieron el mensaje del Espíritu Santo: «Apartadme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado» (Hechos 13:7). Eso había sido lo que había sucedido con Timoteo. Había sido señalado por los profetas como el hombre para hacerse cargo de la situación de la Iglesia. Bien puede haber sido que él se encogiera ante la grandeza de la tarea que se le presentaba; y en este pasaje Pablo le anima con ciertas consideraciones.[2]

Pablo refuerza esta idea en el 4:14 cuando le exhorta a no descuidar el don que hay en él, transmitido por profecía y la imposición de manos. En fin, el ministerio de Timoteo fue anticipado por profecía.

El llamado de Timoteo no era un invento de Pablo, más bien era el plan de Dios que este hombre le fuera su siervo para emprender una santa vocación y una tarea sagrada en aquella Iglesia.

Lo que Pablo hace con estos versículos es recordarle a Timoteo quien lo llamó a esta labor. El Dios que no falla, que tiene un plan perfecto: el “Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios…(17)”

CONCLUSIÓN: ¿Por qué estás hoy en la Iglesia del Señor?, ¿Quién ha llamado a cada uno de nosotros?, ¿De dónde provino el ministerio que hoy poseemos mis hermanos y yo? La respuesta a todo esto es que viene de Dios. Por su infinita Gracia y su Plan amoroso en el cual nos incluyó a ti y a mí.

1.2 QUE DIOS NOS HALLA LLAMADO DEBE ANIMARNOS.

Con frecuencia los hombres rehusamos al llamado de Dios… Pablo está persuadiendo a Timoteo de que, al contrario de atemorizarse, el propósito de las profecías acerca de su ministerio era que POR ELLAS el fuera diligente y peleara la buena batalla.

“pelees la buena batalla”: para que con esas profecías pueda librar una buena guerra: es decir, que en consideración al encargo que se le ha encomendado y las profecías que le precedieron, podría ser más diligente para cumplir su ministerio” John Gill

“… esa guerra, es común a todos los creyentes; pero esa guerra es peculiar de los ministros de la palabra; cuyo cometido es más especialmente pelear la buena batalla de la fe, y como buenos soldados de Cristo, soportar las dificultades por causa de él y de su Evangelio; y quienes, además de los demás enemigos, tienen que ver con los falsos maestros; y su guerra radica en publicar y defender el Evangelio de Cristo, y en contender por él, y en debilitar el reino de Satanás y ampliar el reino de Cristo; y para el cual las armas de su guerra están hechas de manera peculiar y tienen un éxito eminente; y cuando los ministros del Evangelio los acostumbran a tan buenos propósitos, libran una buena guerra.

Ahora notemos cómo se describe a esa guerra: Buena: kalos (καλός, G2570) denota aquello que es intrínsecamente bueno, y, así, hermoso, honroso; Ver en: un fiel ministro de Cristo y la doctrina que enseña (1Ti 4:6)

No quiere decir solamente algo que es bueno y fuerte; quiere decir algo que es también precioso y atractivo.

El soldado de Cristo no es un forzado que sirve lúgubremente y de mala gana. Es un voluntario que sirve con la ilusión y dedicación de un caballero andante. No es un esclavo del deber, sino un siervo de la alegría.

CONCLUSIÓN:Generalmente la guerra nos es motivo de repugnancia. Pero somos llamados a pelear esta “hermosa, Santa y Gloriosa” guerra que nuestro buen Dios nos ha encomendado.

Debemos concebirla como digna, honorable, que vale la pena vivir y morir por esta causa, que vale la pena todos nuestros esfuerzos y un poco más; porque esta es la Guerra por la Verdad de la Palabra de Dios.

· APLICACIONES:

1. ¿Te consideras en guerra? Todos estamos llamados a esta guerra, en todo cuanto hacemos está presente.

2. ¿Alguna vez has considerado como ajeno a tu vida el defender la verdad de Dios? ¿Prefieres quedar bien con todos en lugar de levantar en alto la verdad de Dios? Para hacerlo, en este mundo, terminarás negando a tu Dios.

3. ¿has dejado de ver como preciosa, digna de todos tus esfuerzos y honorable a esta causa? Pide perdón y pide ánimo al Señor esta mañana…

4. Deja de huir del llamado que Dios te hace. No podrás escapar de Él.