EL SECRETO DEL EXITO
Notes
Transcript
SERIE: Influyendo en los demás
Nehemías el líder siervo
Libro: Rick Warren, Liderazgo con propósito: Lecciones de liderazgo basadas en Nehemías (Miami, FL: Editorial Vida, 2008)
Título: LOS SECRETOS DE LOS EXITOSOS
Título: LOS SECRETOS DE LOS EXITOSOS
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días.
¿Cuál era el secreto de Nehemías? ¿Cómo pudo levantar en cincuenta y dos días unos muros que llevaban décadas derrumbados y descuidados? ¡No darse por vencido! Siguió trabajando hasta terminarlos.
Nehemías se enfrentó a una gran oposición. utilizaron la división, el desaliento y la discordia en su intento por detener el proyecto. Cuando aquello no funcionó, probaron con la burla y la intimidación.
CONTENIDO:
CONTENIDO:
A sus enemigos les quedaban unas cuantas cartas por jugar, pero Nehemías estaba listo para hacerles frente. Si tú quieres hacer las cosas pronto y bien, tienes que hacer tres cosas:
Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos habían pensado hacerme mal. Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros. Y enviaron a mí con el mismo asunto hasta cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera.
1. Sigue trabajando a pesar de las distracciones
1. Sigue trabajando a pesar de las distracciones
Sambalat, Tobías y Guesén trataron de desviar a Nehemías. Le sugirieron que se celebrara una conferencia de paz. ¿Qué tenía eso de malo? Vamos a reunirnos para discutir la forma de entendernos todos. Pero Nehemías estaba enfocado. «Estoy llevando a cabo un gran proyecto», les dijo, «y no puedo bajar». Estaba decidido a no dejarse distraer mientras no se hubiera terminado la muralla.
La burocracia amarra al progreso.
Evítala si te es posible. Nehemías terminó en un tiempo récord, porque no permitió que nada lo distrajera. Mantuvo los ojos fijos en su meta. Cuatro veces trataron de detener o retrasar su labor. Cada una de aquellas veces, Nehemías dijo «no».
2. Sigue trabajando a pesar de la difamación
2. Sigue trabajando a pesar de la difamación
Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano, en la cual estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey; y que has puesto profetas que proclamen acerca de ti en Jerusalén, diciendo: ¡Hay rey en Judá! Y ahora serán oídas del rey las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos. Entonces envié yo a decirle: No hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas. Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.
Trataron de calumniar a Nehemías; de desacreditarlo.
La finalidad era agitar rumores y sospechas contra Nehemías.
Si tienes grandes metas, te van a criticar. Tal vez incluso te denigren personas que están celosas por lo que estás haciendo. Los fracasados odian el éxito.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Cuando te critiquen, o te acusen falsamente, recuerda a Nehemías. ¡Nunca te dés por vencido!
O te pasas todo el tiempo luchando contra las críticas, o sigues trabajando en el muro. Elige.
Nehemías no cedió ante las distracciones ni la difamación. Sabía lo que tenía en mente su enemigo, y no estuvo dispuesto a ceder.
3. Sigue trabajando a pesar del peligro
3. Sigue trabajando a pesar del peligro
Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerrado; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche vendrán a matarte. Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré. Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado. Porque fue sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y les sirviera de mal nombre con que fuera yo infamado. Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de Noadías profetisa, y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo.
Estaba decidido a seguir trabajando, a pesar del peligro.
¿Qué impidió que Nehemías cediera ante aquella amenaza de muerte?
En primer lugar, él sabía que si lo hacía, iba a quedar como un cobarde. «¡Los hombres como yo no corren a esconderse!» Los líderes no salen huyendo
En segundo lugar, Nehemías era un hombre perspicaz, y supo que aquel consejo no venía del Señor.
Tú necesitas estar en comunicación constante con Dios también, para que nadie te pueda engañar con un «mensaje secreto de Dios».
Nunca permitas que el miedo te haga quebrantar una de las leyes de Dios. Eso es precisamente lo que tus enemigos quieren que hagas. Si no te pueden asustar para que renuncies a todo, van a tratar de presionarte para que desobedezcas a Dios, y así pierdas tu eficacia. Esos son los últimos intentos desesperados de los enemigos, y las mismas cosas que van a suceder en tu vida si te encuentras en alguna posición de liderazgo.
Los muros siguen...
¿Qué evidencias vas a dejar tú para que otros las encuentren? ¿Cómo van a saber las generaciones futuras que tú fuiste fiel a Dios? Esto es algo que vale la pena pensar.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Una de las lecciones básicas de Nehemías es que los líderes son esenciales en todo proyecto.
¿Qué clase de persona hace falta para echar adelante un proyecto de importancia? ¿Qué clase de persona hace falta para lograr lo imposible? ¿Qué necesitas tú como líder para triunfar frente a las distracciones, la difamación y el peligro? He aquí las respuestas de Dios a partir del ejemplo de Nehemías.
1. El líder necesita un propósito impulsor
Este es el primer elemento del liderazgo. Tú necesitas una causa. Una visión. Un sueño. Un objetivo. Una meta. El propósito impulsor es lo que te va empujando hacia esa meta. No te guía, sino que te arrastra. Tú necesitas un propósito impulsor.
Cuál es el propósito impulsor de tu vida? ¿Qué te saca de la cama todos los días? ¿Qué te motiva a vivir el resto de tu vida?
Mientras no descubras un propósito impulsor para tu vida, todo lo que estás haciendo es existir. Cuando das tu tiempo para algo, estás invirtiendo tu propia vida en ello.
El reino de Dios va a durar por toda la eternidad. La mayoría de las cosas en las que gastamos el tiempo no duran ni veinte años.
Lamentablemente, son muchas las personas que se desvían de su propósito impulsor. El refrán lo dice: «Al que no está firme en algo, cualquier cosa lo tumba».
2. El líder necesita una perspectiva clara
Discernimiento
Percepción
3. El líder necesita una vida de oración continua
Casi podemos calificar a Nehemías de adicto a la oración
En la vida, siempre estamos haciendo una cosa o la otra. [O bien oramos, o bien nos desalentamos]. Cuando estamos bajo presión, oramos o entramos en pánico. Necesitamos una vida de oración continua.
4. El líder necesita una perseverancia intrépida
Tenacidad
El valor no consiste en la ausencia de temor. El valor consiste en seguir adelante, a pesar del temor.
Cuáles son los secretos de los exitosos? Revisemos la lista una vez más, para estar seguros de que hemos comprendido:
1.- Una perspectiva clara. ¿Qué nivel de sensibilidad espiritual tienes? ¿Conoces la Palabra lo suficiente como para poder detectar las trampas?
2.- Una vida de oración continua. ¿Cómo anda tu vida de oración? ¿Es continua? ¿Estás orando, o te sientes desalentado?
3.- Una perseverancia intrépida. ¿Hasta qué punto eres perseverante a la hora de cumplir la voluntad de Dios? ¿Has tomado alguna vez esta decisión: «Voy a seguir a Jesús al ciento por ciento, y no me importa ni qué más suceda, ni el precio que haya que pagar, ni lo que tenga que hacer, ni lo que la gente diga de mí, ni las desviaciones o los peligros?
«Yo no sé lo que puedo hacer, pero voy a hacer lo que pueda con lo que tengo, y lo voy a hacer para Jesucristo hoy. Señor, estoy dispuesto a seguirte donde sea, en el momento que sea, al lugar que sea, y hacer cuanto me pidas. Tal vez no tenga demasiado. Tal vez solo tenga un talento; no cincuenta, o quince, o incluso cinco, pero ese talento que tengo, lo quiero usar para Ti».