Romanos #13: El resumen de la justificación

Introducción

Isaac Watts escribió en su famoso himno:

Cuando contemplo la cruz asombrosa

En la que murió el Príncipe de gloria,

Mi mayor riqueza estimo como pérdida

Y repelo con desprecio mi orgullo

Si todo los términos de la naturaleza fuesen míos,

Serían una ofrenda demasiado insignificante;

Amor tan admirable, tan divino

Demanda mi alma, mi vida, mi todo.

Cita bíblica:

Romanos 3:27–31 RVR60

¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

I. La justicia por la fe excluye la arrogancia (27-28)

,Jactancia es el acto de expresar un alto grado de confianza en algo en particular. Santiago afirma que “toda clase de jactancia es mala” (Stg. 4:16) El entendimiento de que la justificación se la recibe mediante la fe ya es en sí saber qué es lo bueno y santiago continúa diciendo “y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado” (Stg 4:17) en este caso el pecado de ignorar la verdad de Dios. Pablo hace referencia de una gloria que no tiene que ver con uno mismo, sino con Cristo (Ro 15:17; 1 Co. 15:31). La Jactancia también mencionada en Miqueas 3:11; Mateo 3:9; Romanos 2:17, 23, 4:2, dicha jactancia carece de sentido y es pecaminosa. Esta jactancia, dice Pablo, queda excluida. Primero la ley ha sido excluida y ahora también la jactancia de la posesión de la ley y la posición en la ley queda excluida. Nadie puede jactarse de ser alguien o estar en algo (Ga 2:15).

No por la ley de las obras

La jactancia mediante las obras de la ley son un pecado que ha de ser corregido. ¿Qué significa “obras”? La palabra que se traduce viene del griego “ergon” que refiere a fuerza. Esto también se relaciona con todo lo que haces o en lo que empeñas tu esfuerzo para ganarte la justificación indirectamente. Dice Pablo en el texto que la jactancia fue excluida no por las obras que se buscan por la ley, si así fuera cada paso que se da no generaría exclusión de la jactancia sino crecimiento de ella.

Sí por la ley de la fe

La jactancia ha sido excluida por la fe. En Efesios 2:8-9 encontramos claramente de que la obra de salvación no es de ningún mérito humano, sino que es don de Dios. Es por eso que el hombre no tiene de qué gloriarse sino solamente en el Señor (1 Co. 1:30-31).

El nuevo pacto de Dios de Jeremías 31:31–34 no se basa en la actuación de cada persona, sino en la fe/confianza/creencia (pistis) en el carácter y las promesas llenos de gracia de Dios. Tanto el antiguo pacto como el nuevo tenían el propósito de cambiar a la humanidad pecadora al carácter (justo) de Dios. El antiguo pacto por medio de la ley externa; el nuevo por medio de un nuevo corazón (ver Ez 36:26–27). ¡La meta es la misma! (Bob Utley, La Carta a los Romanos: El Evangelio Según Pablo: Romanos, Ro 3:27.)

Si bien la salvación es un regalo gratuito de Dios a través de la fe en la obra terminada de Jesús, la madurez cristiana consiste en una vida de obediencia, servicio y adoración que nos cuesta todo.

II. La justicia por la fe es para todo el mundo (29-30)

La confrontación aquí es a un judío que entiende que si Dios escogió a Israel como su pueblo, pues Dios solo es Dios de ellos. La creencia de esto encuentra su sustento en la frase recurrente de “Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Esta es la base de su creencia de que si bien, está bien, Dios es Dios de todos, solo con los judíos ha vinculado su nombre. Aún esto estaba equivocado. El deseo de Dios siempre ha sido redimir a todos los seres humanos (Gn. 3:15).

Dios es también Dios de los gentiles

Dios es Dios de todos, él es el creador de todo el universo y dentro de eso también está el ser humano, no sólo los judíos. Si Dios solo fuera Dios de los judíos, los gentiles no podrían nunca llegar a la salvación dado que tendrían que buscar otro Dios (Ro. 10:12-13).

El hacer entender también a los judíos que Dios es Dios de los gentiles también, revela en sus mentes que hay gracia para todos cuanto existen.

Dios es uno y justificará a los de la fe

Isaías 45:22 “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.” La invitación a la salvación es universal. La doctrina de que Dios es uno genera lógicamente de que, en vista de que hay un solo Dios también es el único que justificará.

La justificación, nuevamente, será solo para los que por la fe se acerquen al Señor. Los judíos tropezaron creyendo que la justificación se obtendría mediante las obras (Ro. 9:30-32).

III. La justicia por la fe valida la ley (31)

Lo que no se debe confundir es que aquí no se está invalidad o abrogando la ley, Cristo mismo dijo “No he venido a abrogar la ley, sino a cumplirla” (Mt. 5:17) Por eso Pablo mismo dice “¡En ninguna manera!” también expresado como “¡Jamás!”

Invalidar no es lo mismo que confirmar, son dos palabras muy diferentes. La primera expresa dejar sin vigencia total, mientras que la segunda. ¿Cómo la ley se encuentra confirmada si aparentemente parece menospreciada por Pablo? Para responder esto primero debemos recordar cuál es el propósito de la ley. Sabemos que la ley no fue dada para salvarnos, sino para llevarnos a Cristo (Gá. 3:24). Ahora, cuando entendemos que por medio de la ley es el conocimiento del pecado y que ahora entra en vigencia la ley de la fe, llegamos a la conclusión de que no se invalidada la ley, sino que al contrario se confirma que la ley ha cumplido su propósito “llevarnos a Cristo.”

Aplicación

La obra de la justificación produce en nosotros la seguridad de la herencia que tenemos reservada para nosotros. Todas estas y otras muchas bendiciones debieran servir para que cada uno vivamos para Aquel que amándonos, murió y resucitó por nosotros (2 Co. 5:15). Es por las misericordias de Dios que cada uno debe presentar su vida en sacrificio para la gloria de quien hizo todo esto por nosotros. Solo cuando la cruz de Cristo está presente en nuestra vida, las glorias nuestras desaparecerán para que solo sea establecida en todo, la gloria suya (Gá. 6:14).

Solo nos queda decir con los seres vivientes y los veinticuatro ancianos , con los millones de ángeles y con todo lo creado: Apocalipsis 5:13 “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.”