Jueves - Clase Levitico 1
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Ayer terminamos con la intercesión de Moisés em Exod. Luego de su intercesión Dios le promete que ira con ellos y les dará descanso. Ahora la construcción del tabernáculo de reanuda. Desde Éxodo 25-40 tenemos que Israel hace todo lo que Dios había ordenado. Ellos por la gracia que Dios les mostró, traen todo lo necesario para la construcción de la casa de Dios-
Recordemos que este tabernáculo fue construido según el Modelo de la casa de Dios Celestial, era un prototipo del cielo, una sombra de esta realidad.
De la misma manera que los límites de Canaán descritos en Números 34:1-15 sirvieron para despertar el anhelo de Israel por la vida en la tierra más allá del desierto; y de la misma manera que la descripción simbólica de la Nueva Jerusalén en Apocalipsis 21:9-22:5 sirve para despertar nuestros corazones por la vida en la ciudad de Dios.
La descripción del tabernáculo y su mobiliario pretende transmitir la bendita suerte de los redimidos que se encontrarán abundantemente satisfechos con la grosura de la casa de Dios.
Se sacian de la abundancia de Tu casa, Y les das a beber del río de Tus delicias.
La experiencia del Sinaí como montaña de Dios, ahora da paso a otra realidad en el servicio de adoración que se llevará a cavo en el tabernáculo.
El tabernáculo será una montaña portátil de Dios. Su será perpetuar la experiencia del Sinaí. El tabernáculo tenía como dijimos las tres divisiones del Sinaí. En el lugar santísimo Dios hablaría con Israel, como ocurrió en la cima del monte Sinaí. Las tablas de la Ley, estarían en el lugar santísimo. Los Judías debían hacer sacrificios en el patio, como los hicieron a orillas del monte para consagrarse a Dios. Y la gloria de Dios se manifestó en el tabernáculo como lo hizo en el Sinaí. (Éxo. 40:34)
El tabernáculo se convirtió en el monte de Dios. Por tanto, a través del servicio de adoración del tabernáculo, el Sinaí no sólo se recuerda, sino que se revive, se recrea y se re-experimenta.
El tabernáculo siendo entonces un tipo del Sinaí, señala además a Israel su retorno mediado al huerto de Edén.
Recuerdan como Dios diseño el cosmos?
Recordemos como el cosmos se describe como un tabernáculo construido por Dios, a menudo con las características arquitectónicas de una casa
Sin embargo, dio órdenes a las nubes arriba, Y abrió las puertas de los cielos;
Y edificó Su santuario como las alturas, Como la tierra que ha fundado para siempre.
Recordemos y también los paralelismos que vimos entre la culminación de la creación (Gn. 1:31-2:3) y el tabernáculo (Éx. 39-40).
Creación ≈ Montaña de Dios ≈ Tabernáculo
Cielos Cumbre Santo de los santos
Tierra Sección media Lugar sagrado
Mares Base Patio exterior
El tabernáculo, es un cosmos en miniatura, y una montaña arquitectónica de Dios.
El tabernáculo también se corresponde con el Edén. Recordemos como después la expulsión de Adán y Eva del jardín del Edén, Dios puso querubines para custodiar la entrada, concretamente para impedir el acceso al árbol de la vida (Gn 3:24).
El único otro lugar del Pentateuco donde se habla de los querubines es en relación con el tabernáculo
Todos los hombres hábiles de entre los que estaban haciendo la obra hicieron el tabernáculo con diez cortinas de lino fino torcido, y tela azul, púrpura y escarlata, con querubines, obra de hábil artífice. Bezalel las hizo.
Además, el árbol de la vida en el jardín, al igual que las aguas abundantes que probablemente simbolizan la Presencia vivificante de Dios, parece encontrar correspondencia en el árbol estilizado -el mĕnôrâ- del tabernáculo.
Otro paralelismo se encuentra en los términos utilizados para describir el trabajo de los sacerdotes dentro del complejo del tabernáculo y el de Adán dentro del jardín del Edén, "adorar y guardar/obedecer".
También hemos observado que tanto el jardín del Edén como el tabernáculo están orientados hacia el este. En última instancia, por supuesto, era la Presencia divina la que había hecho del Edén el monte de Dios y esta Presencia se describe de forma similar en relación con el tabernáculo:
Y oyeron al Señor Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto.
”Andaré entre ustedes y seré su Dios, y ustedes serán Mi pueblo.
Como morada propia de Dios, el tabernáculo es también un palacio real, una característica sugerida por las cortinas de púrpura. La secuencia de los metales,' también, 'desde el bronce en el atrio exterior, la plata alrededor de la base de la tienda, y el oro puro cubriendo los muebles dentro de la tienda, indicaba una cercanía cada vez mayor al rey divino.
En resumen, el tabernáculo es un cosmos y su lugar santísimo es el jardín del Edén, situado en la cima del monte de Dios, nublado y con acceso al cielo.
Por lo tanto, cuando el sumo sacerdote entra en el tabernáculo, viaja hacia el oeste como un ascenso a esta montaña de Dios para adorar en la hermosura de la santidad.
La morada de Dios en medio de Israel debe verse como una expresión de su profundo deseo de estar con la humanidad.
»Santificaré la tienda de reunión y el altar. También santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. »Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. »Y conocerán que Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar Yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios.
Entonces la nube cubrió la tienda de reunión y la gloria del Señor llenó el tabernáculo.
El tabernáculo es el corazón del pacto de gracia.
El anhelo de Dios de vivir en comunión con la humanidad, que ha sido su propósito desde la creación y que se ha manifestado a través de la redención, constituye el núcleo de la teología del pacto. Esta noción abarca:
una promesa original
un hilo redentor a lo largo de la historia
un fruto final que se realiza en la consumación de los cielos nuevos y la tierra nueva
En esencia, la fórmula de la alianza "Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo" se manifiesta en toda la Biblia como una expresión del propósito divino de establecer a la humanidad en Su presencia. Tener a Yahvé como Dios implica una relación íntima y comprometida con Él, mientras que ser el pueblo de Yahvé significa vivir en comunión y sumisión a su voluntad y mandatos.
En el contexto de Éxodo 29:43-46, la presencia visible de Dios en el tabernáculo representaba el núcleo de la alianza, donde se establecía una conexión especial entre Dios y el pueblo de Israel.
Esta presencia santificaba al pueblo y confirmaba la promesa de Dios de habitar en medio de ellos. La ruptura de este pacto debido a la fabricación del becerro de oro llevó a Moisés a rogar a Dios que renovara su pacto, subrayando la importancia de la presencia divina como la esencia misma de la relación entre Dios y su pueblo.
Esta comprensión de la fórmula de la alianza resalta la importancia de la comunión y la presencia de Dios como elementos fundamentales en la relación entre Dios y la humanidad, un hilo conductor que se desarrolla a lo largo de toda la Escritura.
En efecto, cuando Ezequiel profetizó sobre las glorias del nuevo éxodo, retomó el lenguaje y el modelo del pacto de Dios en Exodo, centrando su atención a la morada de Dios
’Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Y los estableceré, los multiplicaré y pondré Mi santuario en medio de ellos para siempre.
El pacto es definido por Ezequiel como el establecimiento del pueblo y del santuario de Dios.
Este pacto es 'eterno' y depende de que Dios habite en medio de su pueblo 'eternamente'.
»Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios.
La morada de Dios en medio de su pueblo es la realidad que señala el tabernáculo.
’Y las naciones sabrán que Yo, el Señor, santifico a Israel, cuando Mi santuario esté en medio de ellos para siempre’ ”».
Zacarías describe el objetivo del nuevo éxodo en términos similares al Exodo. Así como una vez Dios trajo a Israel de Egipto al monte Sinaí, ahora traerá a su pueblo del exilio al monte de Sión.
El Apocalipsis de Juan, que registra sus visiones del nuevo cielo y la nueva tierra centrados en la Nueva Jerusalén que desciende del cielo, narra la realización final del programa del pacto
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
¿Cómo un Dios santo puede habitar entre un pueblo pecador? Dios en su amor abrió un camino por medio de su hijo, un camino revelado a Israel en el tabernáculo.
En resumen, es el propósito del pacto de Dios lo que hace necesario el libro del Levítico.
De hecho, los diez mandamientos y las instrucciones de Dios para el tabernáculo son dos regalos de Dios para su pueblo, dos regalos que establecen los principios fundamentales para vivir en la presencia de Dios.
”Además, haré Mi morada en medio de ustedes, y Mi alma no los aborrecerá. ”Andaré entre ustedes y seré su Dios, y ustedes serán Mi pueblo.
Conclusión:
Conclusión:
Hemos visto como la historia del cosmos tal como se narra en el libro del Génesis, es la de un creciente alejamiento de la Presencia de Dios, quién habita en su morada celestial.
Vimos, todos los paralelismos entre el tabernáculo y el cosmos, entre el lugar santísimo y el jardín del Edén.
Vimos como al final del libro del Éxodo, por primera vez desde el diluvio y desde la expulsión de Adan del jardín de Eden, Dios, a través del tabernáculo, habita en medio de la humanidad.
El Creador del cielo y de la tierra, que una vez caminó entre la humanidad en las brumas de los días antiguos antes del diluvio, regresa una vez más -ahora- en la historia, a través de una relación de pacto con Israel mediada por Moisés.
Cuando la gloria de Jehová desciende sobre el tabernáculo, se produce un cataclismo histórico: el Dios del cielo en toda su estruendosa majestad ha llegado -el Advenimiento de YHWH- para habitar con su pueblo en la tierra: Exodo es el Edén recuperado.
Los versículos finales de Éxodo 40, sin embargo, no son el final del drama, sino más bien el principio.
Noten como en contra de todas las expectativas generadas hasta ahora por la narración del Éxodo este termina así:
Moisés no podía entrar en la tienda de reunión porque la nube estaba sobre ella y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo.
Dada la función del tabernáculo como el monte de adoración a Dios, la sorprendente incapacidad de Moisés para entrar, cierra el libro con una pregunta punzante:
¿Quién subirá a la montaña de YHWH?
Levítico responde a esta pregunta. Acercarse a la casa de Dios, es el gran tema del libro de Levítico 1-10
Debemos tener en cuenta que el tabernáculo tiene un doble significado teológico.
El tabernáculo es la morada de Dios, la casa de Dios, el lugar de su precencia.
El tabernáculo es también el camino hacia la casa de Dios, es decir, el camino hacia Dios mismo, es el lugar para tener comunión con Él por medio del sistema de sacrificios, el sacerdocio y las fiestas solemnes establecidas por Dios.
Por esta razón, el tabernáculo es llamado:
"morada" (miškān, traducido a menudo como "tabernáculo")
"tienda de reunión" ('ōhel mô'ēd) entre Dios e Israel.
Esta distinción es significativa; tener lo primero sin lo segundo anula cualquier esperanza de comunión con Dios, pues corta la reconciliación y el crecimiento en santidad mediados a través del servicio litúrgico en el tabernáculo.
Combinando las dos funciones del tabernáculo, el movimiento dramático del libro del Levítico es el de profundizar en la intimidad con Dios.
¿Cómo puede Israel habitar - tener comunión - con YHWH?".
En esta pregunta se encierra toda la teología de Israel, la santa majestad de Dios como Creador, la condición de pecado y miseria de la humanidad, la extrema necesidad de redención y santificación, y su reformulación se convierte en la preocupación central del la liturgia en Israel:
Señor, ¿quién habitará en Tu tabernáculo? ¿Quién morará en Tu santo monte?
La respuesta implicará: sacrificio y obediencia, purificación y santificación, ambos dentro de la Presencia transformadora de YHWH, que es la única causa eficiente de reconciliación y santidad.
Como tal, el Levítico trata de la reconciliación entre Dios y la humanidad a través de los medios (temporales y simbólicos) de la liturgia en el tabernáculo.
El servicio de adoración de Israel actúa como un puente que conecta a Dios con su pueblo, superando la separación entre lo divino y lo terrenal. En este sentido, se puede comparar con la metáfora bíblica de la "Escalera de Jacob".
Como climax del tema principal del pentateuco, Dios abre un camino para que el hombre habite en su Presencia.
Levítico sirve para explicar cómo funciona este camino: el servicio de adoración del tabernáculo. Levítico profundiza en la naturaleza del camino que Dios a abierto hacia su Presencia.
Retomando lo que hemos visto hasta ahora, recordemos como:
·YHWH Dios llamó a Adán [en el jardín del Edén] Génesis 3:9
Dios llamó [a Moisés] desde el interior de la zarza Éxodo 3:4
YHWH llamó [a Moisés] desde la montaña Éxodo 19:3
YHWH llamó a Moisés desde el interior de la nube Éxodo 24:16
YHWH llamó a Moisés y le habló desde la tienda del encuentro Levítico 1:1
Luego Dios aparto el tabernáculo como su morada terrenal en Exodo, pero hasta ahora todavía no se ha abierto ningún camino para que la humanidad se acerque a él con seguridad, y mucho menos para que disfrute de la comunión con él (que es la intención de las promesas de Éxodo 25:8 y 29:45-46).
Si Moisés no puede entrar en el tabernáculo, nadie puede hacerlo. Éxodo termina con esta terrible realidad. Dios ha establecido su morada en la tierra, pero ningún ser humano, ningún israelita, ni siquiera Moisés el mediador, es capaz de acercarse a su morada.
Levítico narra no sólo quién puede entrar, sino cómo Dios hace posible esta entrada en su morada. El tabernáculo es el lugar de encuentro entre Dios y su pueblo.
El tabernáculo como morada divina (miškān) es la cumbre del Éxodo, mientras que el tabernáculo como lugar de encuentro con Israel ('ōhel mô'ēd) presenta la cumbre del Levítico.
La imposibilidad de acercarse a la tienda de Dios se presenta como un problema que debe superarse mediante una legislación ritual revelada por Dios y un sacerdocio consagrado para llevar a cabo estos sacrificios rituales.
En otras palabras, la tensión con la que se cierra el libro del Éxodo no se resuelve con el versículo inicial del Levítico, sino que esa solución se inicia en Levítico 1:1 y se desarrolla de forma constante a lo largo de los capítulos 1-10.
La comunión entre Dios y la humanidad requiere un puente de comunicación entre dos esferas que deben mantenerse absolutamente separadas: lo sagrado y lo común o profano, el reino de vida y el reino de la muerte.
En Levítico 11, las personas (Aarón y sus hijos), y luego los animales y los cereales (las primeras ofrendas), pasan del ámbito de lo profano al ámbito de lo sagrado, superando esta división por primera vez en la historia de Israel con la entrada de Moisés y Aarón en la tienda del encuentro en Levítico 9.
El hecho de que Moisés completara el tabernáculo se asemeja a que Dios completara los cielos y la tierra: es una nueva creación.
La construcción del tabernáculo por Moisés se asemeja a la construcción de los cielos y la tierra por Dios: es una nueva creación.
Cuando la nube de gloria, que era la manifestación visible de la Presencia inmanente de Dios, llena el tabernáculo, la escena representa una nueva creación llena de la gloria de Dios. Como un microcosmos, el tabernáculo cubierto de nubes es también una manifestación de la voluntad divina, un anticipo de los nuevos cielos y la nueva tierra, porque 'ciertamente, vivo yo [YHWH], toda la tierra será llena de la gloria de YHWH' (Núm. 14:21).
Pero aunque que el tabernáculo representa una nueva creación llena de la gloria de Dios, todavía no existe un nuevo Adán para esta nueva creación.
El libro del Levítico comienza a resolver este problema, que ocupará sus primeros nueve capítulos, cuando Dios comienza a hablar a Moisés desde el tabernáculo, revelándole el camino de acercamiento a través de:
La leyes para todos los diversos sacrificios,
La consagración del sacerdocio, especialmente la de Aarón como sumo sacerdote. Ungido para el oficio de sumo sacerdote, Aarón desempeñará el papel del nuevo Adán de esta nueva creación dentro del drama del sistema ritual del tabernáculo.
Entonces Aarón alzó sus manos hacia el pueblo y lo bendijo, y después de ofrecer la ofrenda por el pecado, el holocausto y las ofrendas de paz, descendió. Moisés y Aarón entraron en la tienda de reunión, y cuando salieron y bendijeron al pueblo, la gloria del Señor apareció a todo el pueblo. Y salió fuego de la presencia del Señor que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra.
Este versículos es el punto culminante de los capítulos 1-10, funciona como resolución de la crisis descrita en Éxodo 40. Como ya se ha dicho, la incapacidad de Moisés para entrar en la tienda de reunión tiene un significado implícito para Israel: si él no puede entrar, nadie podrá hacerlo.
El ritual sacrificial divinamente revelado: éste es el medio de comunión, el camino que YHWH ha abierto para que la humanidad habite en su Presencia.
¡Qué difícil es subrayar la maravilla que se narra aquí, cuando dos seres humanos entran en la casa de Dios!
La entrada de Moisés y Aarón en la tienda de reunión sigue a la triple serie de sacrificios divinamente designados.
Luego vemos la experiencia del pueblo, que recibe la bendición de YHWH. De mannera que Moisés y Aarón entran en la presencia de Dios por el bien del pueblo. Su entrada permite que todo el pueblo vea la gloria de YHWH. Este evento señala un desarrollo, una nueva etapa, en la relación entre YHWH e Israel.
Recordemos las palabras de Moisés en:
A los ojos de los israelitas la apariencia de la gloria del Señor era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte.
Esta experiencia fue 'sólo a distancia y bajo el velo de la "nube" protectora'. Pero la experiencia de Israel por medio del ritual sacrificial es más parecida a la de Moisés:
Y la gloria del Señor reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día, Dios llamó a Moisés de en medio de la nube.
Moisés y Aarón entraron en la tienda de reunión, y cuando salieron y bendijeron al pueblo, la gloria del Señor apareció a todo el pueblo.
Israel tiene una visión directa de la gloria de Dios. Este fue el resultado de acercarse a Dios según su palabra (incluyendo la consagración de los sacerdotes, etc.), el servicio inaugural del servicio de adoración, culmina no sólo en la bendición del pueblo de Dios, sino en la teofanía, centrada en el altar de la ofrenda de ascensión:
Moisés y Aarón entraron en la tienda de reunión, y cuando salieron y bendijeron al pueblo, la gloria del Señor apareció a todo el pueblo. Y salió fuego de la presencia del Señor que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra.
Moisés había dirigido las tareas de Aarón para este fin:
y un buey y un carnero para las ofrendas de paz, para sacrificar delante del Señor, y una ofrenda de cereal mezclado con aceite; porque hoy el Señor se aparecerá a ustedes”».
De manera que esta Teofanía, fue la culminación de la narración, el fin ultimo para el cual el servicio ritual de adoración había sido establecido por Dios.
La aparición de Dios no sólo valida el ritual establecido por Dios en el tabernáculo, sino que también valida su meta: la Presencia vivificadora en medio de Israel.
Esta experiencia tan esperada, que introduce a Israel en una relación más profunda con YHWH Dios, recibe una respuesta adecuada por parte de todo el pueblo:
Y salió fuego de la presencia del Señor que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra.
Con la inauguración del servicio de adoración en el tabernáculo, cuando la aparición de YHWH envía el fuego de su gloria sobre el altar de la ofrenda de ascensión, hay un sentido en el que la Presencia de YHWH se mantiene regularmente en los servicios de adoración mediante ese fuego sobre el altar, de manera que el altar sirve como lugar de encuentro de Dios con Israel.
El servicio diario de adoración, requería que los sacerdotes ofrecieran un cordero de un año como ofrenda de ascensión, uno al amanecer y otro al final del día
»Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. »Ofrecerás uno de los corderos por la mañana y el otro cordero lo ofrecerás al atardecer. »Y ofrecerás 2.2 litros de flor de harina mezclada con un litro de aceite batido, y para la libación, un litro de vino con un cordero. »Ofrecerás el otro cordero al atardecer. Con él ofrecerás la misma ofrenda de cereal y la misma libación que por la mañana, como aroma agradable: una ofrenda encendida al Señor. »Será holocausto continuo por las generaciones de ustedes a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde Yo me encontraré con ustedes, para hablar allí contigo. »Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar será santificado por Mi gloria. »Santificaré la tienda de reunión y el altar. También santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. »Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. »Y conocerán que Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar Yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios.
En las instrucciones para este servicio diario Dios subraya su función como encuentro entre Él y su pueblo Israel:
»Será holocausto continuo por las generaciones de ustedes a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde Yo me encontraré con ustedes, para hablar allí contigo. »Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar será santificado por Mi gloria. »Santificaré la tienda de reunión y el altar. También santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. »Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. »Y conocerán que Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar Yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios.
Levítico 1:1 (NBLA)
El Señor llamó a Moisés y le habló desde la tienda de reunión:
El remedio al alejamiento de la humanidad fue revelado por Dios (en términos teológicos, no puede haber acceso seguro ni vivificante a Dios sin una revelación especial).
Noten también el doble énfasis en aquel a quien se da esta revelación (llamó y Hablo a Moisés): la revelación requiere un mediador consagrado.
Por último, gran parte del drama tiene que ver con la novedad del lugar desde el que se dice que Dios habla: la tienda de reunión.
En el tabernáculo Dios tendrá comunión con Israel. A través de la legislación ritual establecida y revelada por Dios, el fuego que mora en medio de ellos no los consume.
Como ocurrió con la zarza ardiente. Pentecostés----
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