¿PORQUÉ SUFREN LOS JUSTOS?. Parte 2

INTRODUCCIÓN:

Hemos estado hablando acerca del sufrimiento como parte de nuestro llamado a la salvación.

La pregunta que hemos estado respondiendo con distintas historias de la Biblia es:

¿Por qué sufren los justos?

Ya hemos estado viendo al menos dos distintos enfoques del sufrimiento como parte del regalo de gracia que Dios nos da con la salvación:

Dios permite que suframos para probarnos.

Dios permite que suframos para disciplinarnos y santificarnos.

Ahora el enfoque será “El sufrimiento por causa del servicio a Dios”

Quiero compartirle brevemente, la historia de una misionera, cuyo nombre es:

Amy Beatrice Carmichael (16 /12 /1867 - 18 /1/1951) fue una misionera cristiana y escritora

Esta fue una mujer que sufrió por causa del evangelio. Si ella no hubiera experimentado el sufrimiento, quizás su nombre nunca hubiera sido tan conocido ahora.

Ella pasó cincuenta y seis años en el campo misionero y nunca volvió a casa en Inglaterra, ni se reportó a su iglesia.

Esta mujer misionera soltera, a menudo enferma, se atrevió a desafiar la trata de personas en la India. El hinduismo alentaba la esclavitud de los niños en los templos. Allí las niñas se vendían para "casarse" o prostituirse con los sacerdotes del templo Brahmin.

Cuando esta misionera descubrió lo que estaba sucediendo, la práctica la horrorizó tanto que comenzó a trabajar para rescatar a las niñas de estos templos. Posteriormente, su estación de misión en el sur de la India creció para acomodar a cientos de niñas y niños.

Amy, no solo enfrento un sin número de enfermedades, sino que como todo misionero, fue perseguida por la policía Hindú, hasta el punto de que sus ayudadas le disfrazaron muchas veces como una joven india para poder burlar la persecución que enfrentaba.

Dice la historia que sus ojos café de los que cuando niña renegó, pues sus hermanas eran ojos verdes, le ayudaron a verse como una genuina mujer indígena.

Mientras Amy iba en dirección a una casa que había arrendado para otro dispensario, cayó en un pozo recién excavado, se rompió una pierna, se le dislocó un tobillo y se torció la columna vertebral.

Amy pasó los últimos 20 años de su vida confinada en una cama como discapacitada. Pero resultaron ser unos años muy productivos, ya que ella escribió más de 37 libros y poemas que hablaban de su relación íntima con Dios. El 18 de enero de 1951 a los 84 años de edad, Amy murió en Dohnavur, India. Ella había trabajado allí durante más de 50 años sin regresar al Reino Unido.

Como vemos, así como en esta historia, existen muchas historias más de gente que en su vida, enfrentó el sufrimiento por servir al Señor.

En la Biblia encontramos, a varios hombres que enfrentaron el sufrimiento por causa del evangelio.

Vamos a ver a uno de ellos, hoy:

II. EL SUFRIMIENTO DE PABLO.

Pablo, recordemos lo que este gran y fiel apóstol sufrió por su fidelidad a Dios. Dijo: 2 Corintios 11:24-27

2 Corintios 11:24–27 RVR60

24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;

Según el texto Pablo recibió:

A. De los judíos cuarenta azotes menos uno(39 azotes).

B. Tres veces azotado con varas.

C. Una vez apedreado.

D. Tres veces padeció naufragio; una noche y un día estuvo como náufrago en alta mar.

E. En camino de peligro de ríos, de ladrones, peligro de los de su nación, (judíos), peligros de los gentiles, en la ciudad, en el desierto, en el mar, aún peligros entre falsos hermanos.

F. En trabajos en fatigas, muchos desvelos.

E. En hambre, sed, y muchos ayunos.

G. En frío y en desnudez.

Mire, ¿Cuántas cosas?. Y nada en ese dolor se debe a algún pecado personal, al contrario, es debido a su amor por Jesucristo.

Hermanos, Pablo necesitó cada pizca de valentía debido a los fuertes sufrimientos que enfrentó por su trabajo en la obra del Señor, y sus palabras nos confirman:

Hechos de los Apóstoles 20:23 RVR60

23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.

Cada uno de nosotros debemos considerar que servir al Señor en un mundo caído implica sufrimiento.

Cualquiera de nosotros que no acepte el sufrimiento como un elemento fundamental del servicio al Señor no puede servirle, al menos no a la manera de Dios.

Pablo es un ejemplo de un siervo de Dios, o un líder que acepta el sufrimiento físico y otros tipos de sufrimiento como un aspecto menester de un líder al estilo de Jesús.

Isaías enseña acerca de la forma en que Jesús fue maltratado, por hacer la voluntad del padre.

Isaías 53:3–7 RVR60

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

Pensemos por un momento: Isaías describe allí a un hombre. Él es el puro, santo, Hijo de Dios. Aunque no tiene mancha.

¿Habrá existido persona en toda la historia más inmerecedor de sufrimiento?

El escritor de Hebreos da la siguiente explicación del padecimiento de Jesucristo: Hebreos 2:9-10

Hebreos 2:9–10 RVR60

9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. 10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

Hermanos, si algo estaba claro Pablo, era del porqué del padecimiento y sufrimiento de Cristo, era “para llevar muchos hijos a la gloria”

Así el mismo sufrió para llevar a muchos a la gloria eterna.

Hay más descripciones del sufrimiento de Pablo en la Biblia:

Él es secuestrado (Hch 21:27),

Golpeado (Hch 21:30–31; 23:3),

Amenazado (Hch 22:22; 27:42),

Arrestado muchas veces (Hch 21:33; 22:24, 31; 23:35; 28:16),

Acusado en juicios (Hch 21:34; 22:30; 24:1–2; 25:2, 7; 28:4),

Interrogado (Hch 25:24–27),

Ridiculizado (Hch 26:24),

Ignorado (Hch 27:11),

Fue náufrago (Hch 27:41)

Y lo mordió una víbora (Hch 28:3).

CONCLUSIÓN:

Cuando vemos estas dos historias, tanto de una misionera, de hace aproximadamente 150 años, y la Pablo en la Biblia.

Cabe que nosotros nos preguntemos: ¿Qué tanto estoy dispuesto a sufrir por Cristo?

Amy, lo dejó todo para entregar su vida por completo a Dios en el servicio a las mujeres y niños en la India.

Pablo lo sufrió todo, porque consideró el padecimiento de Cristo.

¿Cuáles son nuestros padecimientos hoy?

Es importante meditar en esto y considerar nuestra vida cristiana.

Vamos a orar.