LAS ARMAS DE NUESTRA BATALLA

- PROPOSICIÓN: IDENTIFIQUEMOS LAS ARMAS QUE DIOS NOS PROVEE PARA NUESTRA BATALLA.

1- AFERRARNOS A LA VERDAD.

“GUARDANDO LA FE” 19ª

ü Pablo dice a Timoteo que la primera manera en que ha de pelear la buena batalla es guardando la fe. Es importante entonces saber a qué exactamente se refiere con “FE”.

ü En este pasaje “fe” se refiere al conjunto de enseñanzas y doctrinas que Timoteo había recibido desde su conversión y que eran ahora atacadas por los falsos maestros.

ü 2 Ti. 2:17, 19 muestra claramente que la palabra fe aquí en el v. 19 significa verdad. Al vivir y enseñar en conformidad con esta verdad, al permanecer firme y constante en medio de toda oposición es que Timoteo sería un buen ministro de la Palabra...

ü Manteniendo la fe significa sostenerse firmemente de esa verdad revelada. La primera responsabilidad de Timoteo con el Señor era permanecer fiel al objetivo de las Escrituras reveladas. A diferencia de los que se apartaron de la fe (LEER 1:6; 6:10, 21), Timoteo debía permanecer firmemente dedicado a la Palabra de Dios. En realidad, debía guardarla (6:20), nutrirse con ella (4:6) y predicarla (4:13; 2 Ti. 4:2).

ü Se exhorta a Timoteo a aferrarse a la fe, esto es, a asirse de ella. Al pelear la batalla contra los errores y los seguidores del error debe mantenerse aferrado a la verdad del evangelio.

ü Calvino Comenta: “Yo entiendo la fe en sentido general, denotando la sana doctrina… y ciertamente lo principal que se exige de un maestro son dos cosas: que se mantenga firme en la pura verdad del Evangelio; y en seguida, que la administre con una buena conciencia y sincero fervor. Cuando exista esto, todo lo demás vendrá por añadidura.

CONCLUSIÓN: Somos animados a retener la verdad de nuestro Dios con ánimo y valor porque la batalla en algún momento se tornará dura y hostil. No podemos ser flojos en nuestra búsqueda del conocimiento de la verdad de nuestro Dios. Del mismo modo que hemos de sostener esta verdad frente a todos o todo lo que se levante en su contra.

2- VIVIR LA VERDAD

“Y UNA BUENA CONCIENCIA”.

Esta es la segunda manera de pelear la buena batalla. Pero no debemos considerar estas dos armas como opciones separadas. Pablo hace ver esto al mencionarlas constantemente juntas (leer 1:5; 1:19; 3:9 y con otras palabras en 6:3; 6:11).

Buena conciencia: conciencia buena, que juzga imparcialmente las acciones propias y ajenas y, por tanto, permite que el sujeto quede convicto de pecado y, al percatarse de su lamentable situación, se sienta ansioso de recibir la oferta de salvación que se le brinda en la predicación del Evangelio. CMHenry

La buena conciencia es resultado de una vida pura. Al igual que Pablo (cp. Hch. 24:16), Timoteo debía mantener una limpia conciencia. La conciencia es algo que Dios ha dado a la mente de cada ser humano, que reacciona ante la conducta de esa propia persona. Lo mismo acusa que defiende (Ro. 2:14–15). Produce sentimientos de bienestar, paz, contentamiento y calma cuando hay un buen comportamiento. Cuando es malo, activa la culpabilidad, la vergüenza, el remordimiento, el temor, la duda, la inseguridad y la desesperación. Su propósito es advertir a la persona del hecho de que está pecando.

La conciencia Es para el alma como el dolor es para el cuerpo. El dolor advierte que algo amenaza el bienestar del cuerpo. La culpabilidad advierte que algo amenaza el bienestar del alma. Pablo siempre estaba deseoso de tener una conciencia limpia, pura y buena (cp. 2 Co. 1:12) y deseaba lo mismo para Timoteo.

En esencia, la manera de tener una “buena conciencia” es andando en santidad, puesto que al pecar ella nos exhorta y acusa, caso contrario, nos hace sentir animados cuando no acuñamos el pecado. Así que, Pablo demanda santidad a Timoteo mientras pelea su la buena batalla.

1.1 LOS HIPÓCRITAS SE HUNDEN

“QUE ALGUNOS HAN RECHAZADO Y NAUFRAGARON EN LO QUE TOCA A LA FE” 19B

La analogía de un marinero en altamar…

“Pablo demuestra cuán necesario es que la fe vaya acompañada de una limpia conciencia; porque, de no ser así, experimentamos el castigo de una mala conciencia y nos desviaremos de la senda del deber. Aquellos que no sirven a Dios con un corazón sincero y perfecto, sino que dan rienda suelta a las inclinaciones perversas, aunque al principio hayan tenido un entendimiento sano, llegarán a perderlo completamente.

1.2 LOS HIPÓCRITAS HAN DE SER SEPARADOS.

- “HE ENTREGADO A SATANÁS”:

- Se refiere a la excomunión.

- La insistencia de algunos en el error debe ser motivo de preocupación para la Iglesia y en el proceso de disciplina que la Biblia enseña, cuando se agotan instancias y el hermano pecador permanece en su maldad, entonces es separado de la comunión de la Iglesia.

- “esto explica muy bien la fuerza de la excomunión; porque dentro de la Iglesia Cristo retiene el trono de su reino, pero fuera de la misma no hay nada sino el dominio de Satanás. Por consiguiente. Quien es expulsado de la Iglesia debe ser colocado por un tiempo bajo la tiranía de Satanás, hasta que, siendo reconciliado con la Iglesia, regrese a Cristo”.

2.2.1 PARA QUE SEAN DISCIPLINADOS.

“PARA QUE APRENDAN A NO BLASFEMAR” 20

Esta medida extrema, su propósito era curativo. El objetivo no era dañar, sino recuperar al hermano caído (LEER 2 Ti. 2:25).

“El apóstol está sinceramente deseoso de que la disciplina impuesta tenga un efecto saludable en Himeneo y Alejandro. Tiene la esperanza y está orando que por medio de esta lamentable aflicción estos falsos maestros puedan llegar a considerarse como atroces pecadores y ser conducidos a un arrepentimiento genuino, de modo que ya no se burlen de la verdad y no blasfemen contra su Autor”. – W. Hendriksen

¿Cómo podemos evitar ser entregados a Satanás para castigo? Al recibir la verdad y la justicia de Dios en Cristo, y luego mantener la fe y una buena conciencia. El antídoto para ser entregados a Satanás es la búsqueda de una vida santa.

· CONCLUSIÓN: Una buena conciencia es el resultado de conocer la verdad de Dios en su Palabra, pero viviéndola día tras día. Aunque no nos haga famosos ni atractivos a la sociedad, aun nos haga incómodos al mundo. Así es como peleamos la buena batalla.

· APLICACIONES:

1- Tengamos pavor de ser unos hipócritas. Dios no será burlado. Tanto para aquellos que no se arrepientan de sus pecados como para aquellos que externamente lo aparentan y usan esta verdad para sus propios fines, para ellos hay un castigo horroroso que tarde o temprano llegará. Hoy Dios nos dice, vivan en mi verdad. Honren mi nombre siendo santos, peleen por mi reino siendo piadosos.

2- Peleamos la buena batalla al ser piadosos. La batalla de la fe no es un escándalo como a menudo se nos dice. No está compuesta de exorcismos, levitaciones, arrebatos de locura ni gritos al diablo. Es hombres y mujeres que conocen, aman y viven la verdad de Dios.