Mensaje a la iglesia. Pérgamo
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»Escribe al ángel de la iglesia de Pérgamo: Esto dice el que tiene la aguda espada de dos filos:
INTRO
INTRO
Para introducirnos un poco en el mensaje de hoy vamos a hablar un poco de la ciudad de Pérgamo.
Era una ciudad grande y próspera a principios del siglo III a. de C. En el año 133 a. de C., su rey Atalo III se sometió a Roma.
Su nombre se hizo famoso por la gran biblioteca que los reyes de Pérgamo habían fundado allí,(unos 200.000 pergaminos—podía competir con la de Alejandría—) y que dio origen a la industria del pergamino, que vino a sustituir al papiro en la composición y escritura de libros.
La ciudad estaba asentada en una colina de unos 300 metros de altitud, y se hizo notable por sus monumentos religiosos, entre los que se destacaban el templo dedicado a Zeus Soter (nombre griego de Júpiter Salvador).
El dedicado al dios de la medicina Esculapio, cuya insignia era la serpiente que todavía hoy figura como emblema de la Farmacia, y que para los cristianos era el símbolo de Satanás. En la escuela de Esculapio aprendió sus artes curativas el famoso médico de la antigüedad, Galeno.
Los romanos la hicieron capital de la provincia de Asia en el año 241 a. de C. Dice Ramsay: «Más que cualquier otra ciudad del Asia le da al visitante la impresión de ser la sede de la autoridad» (v. 13 «el trono de Satanás»).
Fue también la primera ciudad que erigió un templo al emperador (Augusto) el año 29 a. de C. Después erigieron también templos a Roma, y a los emperadores Trajano y Severo. También Venus, por supuesto, era venerada. Y todo esto, unido a la superstición curandera, en el emporio mismo de la Medicina.
Todo esto hacía que la situación de los creyentes de Pérgamo fuese especialmente difícil en aquella ciudad que, según testigos de la época, se dedicaba a la idolatría más que todo el resto de Asia.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
RECONOCIMIENTO
RECONOCIMIENTO
Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
Vives dónde está el trono de Satanás
Retienes mi nombre
No has negado mi fe
Antipas
Cristo reconoce la difícil situación por la que pasaban, ya que vivían donde está el trono de Satanás y a pesar de eso estaban haciendo una obra, un servicio.
Evidentemente el Señor hace referencia a la multitud de templos y altares paganos que se habían levantado a Dionisio, Atenea, Esculapio, Demetrio, tres templos del culto al emperador, las filosofías anticristianas, la influencia de los nicolaítas y la doctrina de Balaam. El imponente altar a Zeus dominaba la ciudad desde las alturas.
La iglesia vivía en un lugar de oscuridad donde la verdad apenas si penetraba.
Satanás es el padre de la mentira, porque engaña a las personas y ciega sus ojos, y es el que estaba detrás de todo eso.
Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.
Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.
Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones.
Pero los creyentes de ese lugar se habían mantenido fieles a todo lo que es Cristo (“mi nombre”), y no has negado mi fe.
No sabemos nada acerca de Antipas. Posiblemente fue el pastor de la iglesia de Pérgamo y el primer mártir o el más conocido, y dejó un ejemplo de fidelidad y valor para los demás.
Y a pesar de todo eso se mantuvieron fieles.
Hoy más que nunca estamos viendo que el ataque contra la iglesia y todo lo que representa a Dios, es mucho más violento que cuando comenzamos en el evangelio.
Y tenemos el desafío de mantenernos fieles al Señor, no negar su nombre y mantenernos en la fe.
REPRENSIÓN
REPRENSIÓN
No obstante, tengo unas cuantas cosas en tu contra: que toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales.
Toleras así mismo a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas.
Toleras a los de la doctrina de Balaam y los nicolaítas.
Comen sacrificado a los ídolos y practican inmoralidades sexuales.
Balaam, como Dios no le permitió maldecir al pueblo de Israel, le aconsejo al rey Balac para que hiciera pecar a Israel a través de los matrimonios con mujeres paganas y a través de la adoración a los ídolos.
En Núm. 22–25 ustedes pueden leer esta historia.
«¿Cómo es que dejaron con vida a las mujeres?—les preguntó—.
¡Si fueron ellas las que, aconsejadas por Balán, hicieron que los israelitas traicionaran al Señor en Baal Peor! Por eso murieron tantos del pueblo del Señor.
En Pérgamo, no era sólo el matrimonio mixto, sino, todo lo que tenía que ver con la cultura del momento, ya que toda la cultura estaba impregnada de la idolatría y el culto a los diferentes dioses e ídolos del momento.
No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?
¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo?
¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.» Por tanto, el Señor añade:
«Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada impuro, y yo los recibiré.»
«Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso.»
La doctrina de Balaam y de los Nicolaítas no son doctrinas, (enseñanzas) tremendamente heréticas, sino son sutiles.
Como cuando Satanás lo tienta a Jesús en el desierto.
Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.
El tema no son las cosas mundanas o la idolatría en sí, sino, las “doctrinas” enseñanzas que se infiltraban en la iglesia de una manera sutil y asolapalada vistas como algo bueno.
O sea no tenía que ver directamente con cosas como ir al templo de Zeus y ofrecerle un sacrificio, sino con cosas más sutiles y sencillas, quizá, cosas de todos los días.
RECOMENDACIÓN
RECOMENDACIÓN
Por lo tanto, ¡arrepiéntete! De otra manera, iré pronto a ti para pelear contra ellos con la espada que sale de mi boca.
La única y urgente recomendación es arrepiéntete…!.
La espada es una representación simbólica de la doble capacidad que tiene la palabra de Dios de separar a los creyentes del mundo y de condenar al mundo por su pecado. Es la espada tanto de la salvación como de la muerte.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
En ese centro de doctrinas y actividades satánicas, Cristo dice que la verdad tiene que triunfar en la iglesia.
La espada de la palabra de Dios necesita enseñarse, creerse y obedecerse.
Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor,
RECOMPENSA
RECOMPENSA
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que sólo conoce el que lo recibe.
El que tiene oídos oiga.
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
Y ese el tema, qué estamos escuchando…!
Al que salga vencedor en esta batalla va a tener el privilegio de recibir el maná escondido y la revelación de un nombre nuevo. Símbolo de intimidad y confianza.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
