Generación Idiota
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Handout
La generación idiota es una transgeneración degenerada.
Introducción
CAPITULO I. LA SOCIEDAD ADOLESCENTE
CAPITULO II. LA SOCIEDAD ADOLESCENTE A LA DERIVA
CAPÍTULO III. LA FRIVOLIDAD DEL IDIOTISMO
CAPÍTULO IV. SOCIALIZACIÓN EN LA SOCIEDAD ADOLESCENTE
CAPÍTULO V. POLÍTICA EN LA SOCIEDAD ADOLESCENTE.
I. Diversidad
Si bien el modelo de esa transgeneración es la adolescencia, hoy todos podemos ser adolescentes, de la misma manera que todos podemos ser mujeres o que todos podemos ser hombres, o que todos podemos ser lo que nos venga en gana sin importar nada más que nuestros deseos.
El envejecimiento de los niños y el rejuvenecimiento de los adultos. Unos y otros se volvieron, en un día para otro adolescentes, de la misma manera que hoy decimos que un hombre hormonado es una mujer, o que una mujer hormonada es un hombre.
Sociedad adolescente
La generación idiota es el núcleo de la sociedad adolescente, propósito anular las gerontocracias, fin de todos los adultocentrismo (Sig. El gobierno en que el poder pertenece a los ancianos): El adolescente ahora gobernará el mundo.
El adolescente convertido en el algo parecido al <<nuevo hombre>> del socialismo.
El adolescente es convertido en el superhombre del capitalismo digital.
El adolescente gobierna la forma de la cultura.
El adolescente estructura la forma de la política
El adolescente inspira cambios de nuestro lenguaje.
El adolescente impone sus preferencias estéticas.
El adolescente domina el imaginario pos-industrial y el sistema de consumo.
LA SOCIEDAD ADOLESCENTE
Testimonio:
UNA PARTE IMPORTANTE de mi adolescencia transcurrió en la casa de mi abuela materna. Todos los días, al salir del colegio, almorzábamos juntos. Ella preparaba la comida, que usualmente ya estaba lista para servirse cuando yo llegaba, tras tomar uno o dos autobuses. Todavía hoy podría enumerar con precisión de centavo los menús más destacados, y hasta saborearlos en mi imaginación.
La casa de mi abuela era la casa de sus nietos. No solo yo me apersonaba a diario, sino también mis hermanos. Algunas veces se sumaba mi prima. Mis padres, mientras tanto, trabajaban. Sus horarios laborales tomaban toda la mañana y se extendían hasta la tarde. Ese era el motivo por el que la casa de mi abuela abría sus puertas, no solo como un comedor, sino más bien como un lugar de encuentro intergeneracional.
En una sociedad que venía negando hacía algunas décadas el mundo de los adultos, y despreciando el mundo de los viejos, yo recibí grandes lecciones de la vida en la casa de mi abuela.
En la República, el Sócrates de Platón dice que <<el buen juez no debe ser joven sino anciano: alguien que haya aprendido después de mucho tiempo cómo es la injusticia>>. Aquí el conocimiento no se confunde con la experiencia : conocer lo injusto no equivale a haberlo practicado, sino estudiado. El buen juez es enaciano por que ha tenido el tiempo suficiente —que al joven le falta— para aprender a distinguir lo justo de los injusto. Más aún, la República delinea una gerontocracia: <<los más ancianos deben gobernar y los mas jóvenes ser gobernados>>.
¿QUIÉNES DEBERÍAN GOBERNAR?
De esta forma, Platón quiere gobernantes que hayan visto la luz, que hayan cultivado el conocimiento, que, en una palabra sean filósofos. Pero salir de la caverna toma tiempo. Los jóvenes deben ser sacados de la ignorancia de a poco, aunque no todos lograran hacerlo. Recién después de los cincuenta (50 años), se sabrá quiénes son aptos para gobernar.