Verdad y Libertad, Juan 8:30-32

Introducción

Buenos días, reciban un cordial saludo y bendiciones!

Mi nombre es Guillermo Palestina y les agradezco que el día de hoy podamos dedicar un momento juntos para estudiar un poco de la Palabra de Dios.

En la época en que el Señor Jesus anduvo ministrando en la tierra, siempre mantuvo una importante interacción con los estudiosos religiosos de su tiempo, siempre compartió con ellos su enseñanza, la cual en muchos casos era contraria a lo que ellos esperaban escuchar del Mesías.

El día de hoy abordaremos un pasaje, que se encuentra ubica en uno de los viajes que el Señor realizo a Jerusalem, y en el cual había ya disertado mucho con los ancianos, sacerdotes y escribas en el templo, y en la cúspide de dicha escena de la vida de Jesus, la escritura nos indica en Juan 8:30

Desarrollo

1.0 Muchos creyeron

Juan 8:30“Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.”

Siempre que pienso en este pasaje, me imagino una multitud de personal al rededor de Jesus, pero nunca logro aterrizar en mi mente cuantas personas serian realmente esos “muchos”, pues observamos que en la vida del Señor hubo momentos en los que reunieron al rededor de él hasta 5,000 personas (Mateo 14.21, sin contar mujeres y niños), o en otra ocasión donde alimento hasta a 4,000 (Mateo 15.38), algunas otras ocasiones la Biblia habla de 120 personas reunidas por la fe en Jesus (Hechos 1.15). Así que es difícil saber con exactitud cuantos eran aquellos “muchos que creyeron en él”, lo que si sabemos es que era una multitud importante.

Igualmente en nuestros tiempos, existen lugares en donde muchísimas personas se congregan por que creen en Jesus y eso es muy bueno.

Sin embargo el verso que sigue es muy revelador al respecto

2.0 Divergencia Creyentes vs Discípulos

Juan 8:31“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;”

Este verso, siempre me ha llamado mucho la atención, pues vemos a un Jesus, que no esta preocupado por que el numero de personas que lo siguen pueda disminuir, ni si van a agradarse o no de lo que esta apunto de decir, sino que miramos su declaración, realmente enfocada en su objetivo principal, que es hacer discípulos verdaderos.

Este pasaje claramente hacer una división categórica, entre alguien que cree en Jesus y un discípulo verdadero. De esto hablaremos un poco mas adelante.

3.0 Permanecer en su palabra

Al respecto inicia diciendo a los que “habían creído en él”, es de resaltar, que los que NO habían creído, ya no estaban ahí.

Si “permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”, ahora cabe hacer la reflexión acerca de ¿que implicaciones “permanecer en la palabra del Señor”?; personalmente yo he llegado a concluir que para poder hacer esto es necesario:

a) Primeramente, conocer la palabra del Señor, estudiar el texto Bíblico, para identificar su doctrina.

b) Seguidamente, considero que no solo es necesario conocer, sino analizar los pormenores, estudiar y entender su palabra.

c) Como Tercera cosa, es indispensable llevarla acabo con diligencia.

d) Por ultimo, hacer esto de manera consistente a través del tiempo, de hecho hasta la muerte (Mateo 24.13)

4.0 Discípulos Verdaderos; Verdad y Libertad

Ahora, debemos darnos cuenta que la acción constante de “permanecer en su palabra” realmente es el puente y separación que existen entre un creyente y un discípulo verdadero.

(En este sentido considero que Juan (el escritor) esta conceptualizando a estos creyentes como los de la fe muerta que menciona Santiago 2:18–19“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.” )

“Así pues el discípulo verdadero, es aquel, que se mantiene constante, aprendiendo, estudiando y llevando acabo la voluntad de Dios durante toda su vida.”

Acerca de este discípulo el Señor dice:

Juan 8:32“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

Conclusión

Así que hoy hemos aprendido que:

Existe una diferencia muy grande e importante entre un creyente y un discípulo

Un Creyente no alcanzara la salvación, meramente por un creer filosófico, intelectual o emocional

El discípulo verdadero, “es aquel, que se mantiene constante, aprendiendo, estudiando y llevando acabo la voluntad de Dios durante toda su vida.”

A este discípulo Dios le revelara su verdad y esa verdad lo hará libre.

Libre del pecado, por tanto santo, por tanto este discípulo ira al cielo con Dios y alcanzara la vida eterna.

Esta declaración de Jesus, trasciende el tiempo, y el día de hoy es tan vigente y actual como lo fue para aquellos “judios que creyeron en él” en aquellos tiempos.

Hoy en día nosotros, al igual que ellos, debemos considerar nuestra posición delante del Señor, y en plena consciencia de fe, “perseverar en su palabra” de manera constante y sin fluctuar, para ver si podemos alcanzar el fruto de nuestra esperanza que es la Salvación de nuestras almas, que asi sea, amen.

Gracias por su atención y que la palabra del señor de fruto en nuestros corazones, Dios les bendiga!