Tres escusas y una razón para no buscar a Dios.
Velorios • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 7 viewsNotes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Familia Caiza Mullulema, Joven Gualter Guillermo.
Una invitación a buscar a Dios en estos momentos de dolor:
Nahúm 1:7 “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.”
Oración por la Familia.
Historia de la mujer que se olvidó lo más importante.
Desarrollo:
Desarrollo:
Lo más importante que debemos hacer en este mundo es buscar a Dios.
Isaías 55:6–7 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”
Dos excusas y una razón para no buscar a Dios:
Dos excusas y una razón para no buscar a Dios:
Demasiado Joven para buscar a Dios.
Demasiado Joven para buscar a Dios.
Eclesiastés 12:1 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;”
Demasiado ocupado para buscar a Dios.
Demasiado ocupado para buscar a Dios.
Marcos 8:36 “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”
Demasiado tarde para buscar a Dios.
Demasiado tarde para buscar a Dios.
Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,”
….………………….
Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.