Lavados por la Sangre de Cristo

Introducción

Apocalipsis 1:4–6 RVR60

4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

El reconocido evangelista norteamericano D. L. Moody

había mandado a hacer un letrero iluminado con las palabras:

Dios es amor, el cual coloco en la pared de su iglesia en Chicago.

Creía que así, tanto si el predicador hacía mención de esta verdad como si no, el auditorio vería siempre estas palabras y siempre tendría presente el amor de Dios.

Una noche entró un borracho en la iglesia en busca de refugio y calor. La congregación no había llegado todavía, pero allí estaba, sobre el portal del edificio, en letras ILUMINADAS, una verdad que el borracho había olvidado hacía ya mucho tiempo. Tambaleándose, salió de la iglesia y siguió repitiéndose:

«¡No! No puede ser verdad, Dios no es amor. Si fuera así, me amaría, y Dios no ama a nadie que ha llegado a mi estado y condición».

Pero este hombre no podía olvidar las palabras que ardían dentro de su corazón.

Así que, al poco, volvió a entrar en la iglesia y se sentó donde le pareció que nadie le notaría. Pero mientras el pastor Moody predicaba, el hombre empezó a llorar. Moody lo notó y, terminado el servicio, tan pronto como le fue posible se dirigió hacia él y le preguntó qué se había dicho en el servicio que le hubiera conmovido. No fue nada del servicio —dijo aquel hombre—. Fue esto… —Y señaló el letrero: «Dios es amor»—. Esto me partió el corazón.

El pastor aprovechó para compartir el evangelio con este hombre y al cabo de poco aquel hombre que había sido un esclavo del pecado y del alcohol se hallaba libre de ambos por medio del poder de la cruz.

El amor de Dios había puesto esperanza en su alma y le dio vida.

Que gloriosa verdad: Dios es amor!

Sin embargo; esto no SIGNIFICA de ninguna manera que Dios esta OBLIGADO a amarnos;

La realidad ES que NINGUNO DE nosotros somos merecedores o dignos del AMOR DE DIOS;

A causa de nuestros pecados, maldad e injusticia lo que realmente merecíamos era la IRA DE DIOS y no su amor.

de acuerdo a la escritura eramos:

ENEMIGOS DE DIOS (Romanos 5:10)

Amábamos nuestra maldad y pecado, NO AMÁBAMOS A DIOS; sino todo lo contrario, nos DELEITÁBAMOS en todo aquello que OFENDE y se OPONE a la Santidad de nuestro Dios.

La realidad no solamente es que; NO ERAMOS DIGNOS DEL AMOR DE DIOS, sino que eramos los mas INDIGNOS DE SU AMOR.

Pero Que verdad mas Dulce y maravillosa es la que el apóstol Pablo escribió en:

Romanos 5:8 (RVR60)

8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Como indicó un comentarista:

“La demostración suprema del inmenso amor de Dios se da en el hecho de que Cristo muere por los impíos, por seres humanos totalmente injustos e indignos de recibir cualquier cosa y de ser amados. Esa clase de amor inmerecido y abnegado está por completo fuera de la comprensión humana, pero ese es el amor que el Dios justo e infinitamente santo tuvo para con nosotros siendo aún pecadores. El Dios que aborrece todo pensamiento pecaminoso y todo acto de pecado, pese a ello ama a los pecadores que conciben y realizan esas cosas, mientras se encontraban totalmente enmarañados en su pecado y sin esperanza ni deseo de ser librados.

Este amor inmerecido de Dios se ve claramente demostrado en pasajes como:

Tito 3:3–7 (RVR60)

3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.

4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,

5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,

7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Juan 3:16 RVR60

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

El amor de Dios hacia su pueblo es tan sublime que parece imposible de Describir;

En el Antiguo Testamento; Dios ilustró su amor hacia su pueblo por medio de una sorprendente historia;

Dios le dió un mandato INESPERADO a uno de sus profetas:

“«Ve y toma por esposa una prostituta y ten con ella hijos de prostitución,” (Oseas 1:2)

Y sin titubear el profeta Oseas contrajo matrimonio con una mujer llamada Gomer (v. 3).

Con la cual tuvo 3 hijos, dos varones y una mujer. Los nombres de estos 3 hijos representan un mensaje de Reprensión contra el pueblo a causa de su pecado(1:4, 6, 9).

Como era de esperarse, Gomer vuelve a su vida de pecado y prostitución, comete infidelidad a su esposo OSEAS y cae en esclavitud.

Sin embargo, a pesar de esta dolorosa Traición; Dios ordena al profeta PAGAR POR la libertad de su esposa.

Esta INCREÍBLE historia es una ilustración clara de la deplorable condición espiritual del reino del norte.

Gomer representa a la rebelde Israel, mientras Oseas representa el amor INMERECIDO, paciente y fiel de Dios hacia Su pueblo infiel y rebelde.

El libro de Oseas nos presenta una de las enseñanzas más ASOMBRAS sobre el amor de Dios hacia Su pueblo en toda la Biblia.

El libro entero es una DEMOSTRACIÓN del amor de un ESPOSO FIEL por Su esposa infiel. Es un amor inmerecido, asombroso, profundo e inmenso.

Ese amor es el que Dios tiene POR SU PUEBLO.

Un pueblo que al igual que Gomer, eramos Infieles, rebeldes, indignos del amor de Dios, pero A PESAR DE NUESTRA REBELDÍA; Dios nos amó.

Este tipo de amor es INCOMPARABLE; Es UN AMOR que incluso Asombra aun a los mismos Ángeles;

Recordemos que el libro de Apocalipsis es la Revelación de la Gloria de Cristo; y tal Revelación no pudiera estar completa sin hablar del incomparable amor que Cristo a manifestado por su pueblo, su amada iglesia.

Y es por esta razón que una vez que el apóstol Juan nos a llevado a contemplar la gloria de Jesús desde diferentes ángulos;

• El es el Cristo

• El es El Testigo Fiel

• El es el Primogénito de los muertos

• El es el soberano de los reyes de la tierra.

Hace una declaración que a pesar de ser breve, TIENE UNA PROFUNDIDAD infinita;

Apocalipsis 1:5 (RVR60)

5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

Les invito a que por tan solo un momento, MEDITEMOS detenidamente en esta verdad tan maravillosa;

Aquel que es El Mesías prometido, El cumplimiento de TODO EL antiguo pacto, El cual es la misma encarnación de la Verdad, El Único que ha vencido a la muerte, El que posee el DOMINIO y la Autoridad absoluta de todo el UNIVERSO,

“Nos Amó”

El creador omnipotente, El Eterno, El Santo Hijo de Dios,

Nos a amado;

Que Noticia tan IMPACTANTE, tan asombrosa,

Suficiente como para despertar en nuestros corazones aun en los mas atormentados y desanimados UNA SINCERA GRATITUD a Dios;

¿Porque nos a amado? NO TENIENDO nosotros merito alguno para merecer tan sublime amor;

Nosotros los mas viles pecadores, hemos sido los receptores del amor mas BELLO, MAS PURO, MAS GRANDE, MAS PROFUNDO, MAS SINCERO,

Es que NO EXISTE UN MEJOR AMOR que el Amor Divino.

Que nuestros corazones Adoren, que nuestros labios Alaben, que nuestras Vidas se Rindan ante tan IMPRESIONANTE NOTICIA;

El hijo de Dios nos ama; No por alguna Virtud en nosotros, PORQUE NO LA HAY, Sino porque El ES AMOR, y en su Gracia decidió manifestar la MAGNITUD

de su amor al extenderlo a las criaturas mas indignas; y por su Amor; Como lo podemos apreciar en este pasaje:

“Nos lavó de nuestros pecados con su sangre”

Así que el mundo debe de Saber que Cristo Murió por Amor; Por amor a Dios y por amor hacia su pueblo;

Como lo dice:

Efesios 5:2 (RVR60)

2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Este es un amor como dice (Efesios 3:19)

SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO, Supera toda Lógica, porque NO SE TRATA de cualquier tipo de amor; SINO DEL MAS PURO Y SUBLIME.

Y fue derramado, NO SOBRE LOS MAS PUROS sino todo lo contrario los mas IMPUROS.

Sin embargo, Debemos de tener mucho cuidado de no Distorsionar la Gloria del amor Divino;

Como hemos podido apreciar, la Escritura nos enseña que Dios nos amó; A PESAR DE NUESTRO PECADO,

Pero es NECESARIO recordar que Dios NO ama El pecado; sino todo lo Contrario lo Aborrece;

El pecado es totalmente CONTRARIO A LA NATURALEZA DE NUESTRO DIOS

En la Actualidad se han popularizado frases como:

Dios te ama, TAL COMO ERES, o El Señor te Ama INCONDICIONALMENTE;

Recientemente Papa Francisco respondía preguntas que le habían enviado. Una persona joven escribió que sentía un conflicto entre su identidad transgénero y su fe católica.

Esta fue la respuesta del Papa:

“El Señor siempre camina con nosotros. . . incluso si somos pecadores, Él se acerca para ayudarnos. El Señor nos ama tal como somos”.

Tristemente muchos piensan que al hablar del amor de Dios de esta manera lo están Exaltando, sin darse cuenta que en realidad están haciendo todo lo contrario, lo estan distorcionando.

El amor Divino es un AMOR PURIFICADOR, un amor que Santifica; Un AMOR QUE NOS LIMPIA DE TODOS NUESTROS PECADOS.

Es que si Dios nos Amase así como somos y por lo que somos; porque generalmente esa es la definición que las personas tienen de un Amor incondicional;

entonces no hay necesidad de Arrepentimiento, De venir a Cristo, de Apartarnos de nuestro pecado;

Porque Dios te ama así tal cual eres;

No; Dios nos amó A PESAR DE LO QUE ERAMOS,

Pecadores que estábamos totalmente contaminados y depravados por nuestra maldad;

Sin esperanza de tener alguna comunión con la Santidad de Dios;

hemos sido receptores de este INMERECIDO y DIVINO AMOR, que encuentra su máxima expresión

en la muerte voluntaria de Cristo; el cual derramó su propia sangre,

NO SOLO COMO LA DEMOSTRACIÓN MAS SUBLIME DE AMOR, sino que SU MUERTE CONLLEVABA UN PROPÓSITO DIVINO.

nuestra PURIFICACIÓN, como dice el pasaje:

“nos lavó de nuestros pecados con su sangre”

la frase “Su Sangre” mas allá de referirse al liquido sanguíneo, Se refiere al Sacrificio PROPICIATORIO de Cristo en el cual derramó su sangre hasta morir para propiciar nuestro pecado y vestirnos de su Justicia.

Como dice:

1 Pedro 3:18 (RVR60)

18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

El predicar Spurgon dijo lo siguiente sobre el amor de Cristo:

Jesús ha soportado la pena de muerte en lugar nuestro. ¡Contempla el prodigio! ¡Allí cuelga sobre la cruz! Esta es la más grandiosa visión que podrías ver jamás. Hijo de Dios e Hijo de Hombre, allí está colgado, soportando dolores inenarrables, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. ¡Oh, la gloria de esa contemplación! ¡El inocente castigado! ¡El Santo condenado! ¡El Siempre bendito hecho una maldición! ¡El infinitamente Glorioso condenado a una muerte vergonzosa! Entre más contemplo los sufrimientos del Hijo de Dios, más seguro estoy de que han de saldar mi caso.

en Efesisos 5, el apostol Pablo habla sobre el amor de Cristo y nos dice lo siguiente:

Efesios 5:25–26 RVR60

25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

El mismo aposol Juan escribió en:

1 Juan 1:5–10 RVR60

5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

La Gloria del amor de Cristo se puede apreciar cuando consideramos la maravillosa realidad de que es un amor liberador,

Cristo en su amor no nos dejó permanecer en nuestra esclavitud espiritual, llegó a nosotros en nuestra mas profunda miseria,

Cuando mas Sucios e INMUNDOS nos encontrábamos, no había ninguna tipo de virtud o atractivo en nosotros,

y su gran amor, le llevó a la cruz, porque era la única forma de purificarnos;

Como le dijo el profeta Jeremias al pueblo:

“Aunque te laves con lejía y te frotes con mucho jabón, ante mí seguirá presente la mancha de tu iniquidad», afirma el Señor y Dios.”

(Jeremias 2:22)

Solo la Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado.