AUXESIS: Una Iglesia Humilde

Hechos de los Apóstoles 2:46 “46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,”

De este texto particularmente, quiero destacar la ultima frase “sencillez de corazón” la palabra griega allí es “aphelotes” que tiene un significado muy interesante, un poco más literal quiere decir liso, simple, no compleja, no intrincada.

Básicamente podemos entenderlo como humildad, sin intención de aparentar nada, siendo sinceros, transparentes, siendo quienes son.

Esta clase de comportamiento y actitudes asociadas a la humildad son esenciales dentro de la iglesia del Señor Jesucristo.

Dentro de este grupo de creyentes definitivamente había todo tipo de personas con toda clase de estatus socioeconómicos, y puestos aun dentro de las posiciones de liderazgo y gobierno de la zona, sin embargo estas cosas eran poca cosa a la luz del evangelio y la salvación que habían recibido.

La HUMILDAD es la actitud que reconoce su propio lugar bajo la condición de criatura de Dios, es opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles el valor que tienen, la humildad también se relaciona con la gentileza. La humildad nos mantiene ubicados donde debemos estar, tanto en nuestra relación vertical, como nuestra relación horizontal.

Como vimos la humildad no tiene que ver con la escazes, no es sinónimo de pobreza, ni tampoco se trata de austeridad.

No es un asunto de lo que nos rodea sino de lo que tenemos en nuestro corazón.

Jesús es nuestro modelo perfecto de humildad y como iglesia el nos demanda algunas cosas que son imosibles si no SOMOS HUMILDES:

Buenas Relaciones: Dios espera que nosotros como hermanos nos relacionemos bajo algunos estándares espirituales. La humildad también se relaciona con la gentileza.

Amabilidad - Filipenses 4:5 “5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.”

Suavidad (sin asperesas) - Filipenses 4:6 “6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”

Amistosa y Bondadosamente - 1 Pedro 3:8–9 “8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.”

Perdonar: Por supuesto en toda relación (Matrimonio, padres, hijos, abuelos, tios, hermanos, amigos) viviremos momentos en los cuales debemos aprender a perdonar, en la relación con los hermanos en Cristo también. Debemos aprender a perdonar, como Dios nos perdona, con las mismas condiciones y las mismas repercusiones. De otra manera no hemos perdonado, se requiere humildad para lograrlo. Efesios 4:32 “32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Colosenses 3:13 “13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Someternos a Dios y a otros: La sumisión es una de las pruebas más grandes de humildad, quienes no logran estar bajo autoridad tiene un demasiado alto concepto de sí mismos, por lo cual no toleran que alguien esté por encima de ellos, esto daña las buenas relaciones dentro de la iglesia. Efesios 5:21 “21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.” 1 Pedro 5:5 “5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.”

Si logramos ser llenos, controlados por el Espiritu Santo, lograremos encontrar la humildad en nuestra vida y colocarnos en la posición correcta con el concepto correcto manteniendo una buena relación con el Señor y con los hermanos, sencillez de corazón.

Mateo 11:29 “29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”

Si queremos crecer debemos imitar a Cristo en esto y seguir el ejemplo de los primeros creyentes.

Santiago 4:6 “6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”

DIOS NOS LLENE DE SU GRACIA ABUNDANTE Y NOS PERMITA CRECER MUCHO MUCHO MÁS.