El cuerpo y la sangre que dan nueva vida
Semana Santa 2024 • Sermon • Submitted • Presented
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Introducción
Introducción
Es frecuente oir que el pecado tiene atrapada a una persona, que alguien no puede dejar de hacer actos inmorales, que no puede dejar de poner en riesgo su vida y la de su familia. Ante estos actos nosotros no tenemos dificultad para decir que dicha persona está en verdad, atrapada, pero ¿que hay de aquella persona que no puede dejar de mentir, que no puede dejar de ser iracunda, que no puede dejar de ser déspota, que no puede dejar de ser intrigoso? para ellos no tenemos muy claro que es lo que pasa, simplemente le atribuimos a cuestiones de caracter o incluso de su formación psico-social.
La realidad es que el primer y el segundo grupo se encuentran exactamente al mismo nivel, están atrapados y esclavizados, se encuentran presos de “su obstinado corazón” como mencionaría Jeremias.
Faraón de Egipto y Faraón moderno
Faraón de Egipto y Faraón moderno
En la historia biblica, el Señor decidió tener comunión con el pueblo de Israel y hacerlo su propio pueblo, sin embargo después de un tiempo de prosperidad se vieron esclavizados por un nuevo rey de Egipto, este hombre es el prototipo de un corazón rebelde, constantemente era puesto frente a las maravillas de Dios y el texto nos dice que endurecía su corazón.
Este pueblo no podía salir a adorar a Dios porque este Faraón no lo permitía, cuando Dios logra su libertad lo hace con un despliegue de fuerza nunca antes visto, ante esto el Faraón no tuva otra opción mas que obedecer y dejarlos ir.
Para el apostol Pablo, la humanidad tambien se encuentra sometida a una especie de Faraón o de tirano,en Romans 6:6 “Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado;” y asi practicmente en todo el capitulo 6 la idea central es que eramos esclavos del pecado y ahora con Cristo ya no lo somos.
La Pascua, un nuevo comienzo.
La Pascua, un nuevo comienzo.
El Señor le dijo a Aarón y a Moisés: este mes será para ustedes el más importante además no solamente sería el mas importante sino que sería el mes que marcaría el nuevo año en su calendario, el versiculo 14 finaliza diciendo que este dia era para conmemorarse siempre de manera obligatoria (por ley) y que este día sería una fiesta en honor al Señor y todas las generaciones futuras debían celebrarlas.
Las condiciones establecidas para la Pascua eran muy curiosas, el Señor dio bastantes detalles para su celebración como para no ser tomados en cuenta, en primer lugar tenía que anunciarse a la “comunidad” de Israel, antes de este pasaje no existían como tal, la Pascua les acaba de dar identidad, en segundo lugar el aspecto comunitario era muy importante, el núcleo de la celebración era una familia, si era demasiado pequeña la familia tenía que compartir pero nadie se podía quedar sin comerla y por último cada elemento de la pascua tendría un significado futuro puesto que si era algo para celebrarse año con año no tendría sentido comerla con prisa como Dios lo pidió para la primer pascua asi que se escondía un significado mayor.
Por medio de esta celebración el Señor iba a mostrarles al pueblo de Israel que iba a ejecutar setencia contra los dioses de Egipto por lo que no solo habia liberación del poder tiránico de Faraón sino tambien había una liberación espiritual, es probable que el pueblo de Israel también creyese en el mito egipcio de que el Faraón y su descedencia eran hijos de dioses, de acuerdo a algunas teorias sobre los dioses egipcios, “Min, el dios egipcio de la reproducción e Isis, la diosa del amor, que era la que ayudaba a las mujeres durante el alumbramiento, fueron juzgados y evidenciados como inútiles ante esta catastrófica plaga.”
Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (1996). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 1: Génesis-Números (p. 147). Ediciones Las Américas, A.C.
La pascua de Cristo, liberación y vida.
La pascua de Cristo, liberación y vida.
El evangelio de Lucas nos dice en Luke 22:15 “Entonces les dijo: —He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer,” por lo tanto es importante no perder de vista el concepto de la Pascua en su estado original.
En la Pascua de Cristo hay un significado de liberación mucho mas profunda, la muerte de Cristo significaría la lucha contra los poderes del Pecado y del muerte, en 1 Corinthians 15:55–57 “«¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?» El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!” el apostol Pablo nos dice que tanto la muerte como el pecado están intimamente relacionados, asi que Cristo en la cruz les hizo frente y venció. Pablo describe a Cristo como un rey victorioso que está llevando cautivo no a las naciones si a los tiranos, tal y como lo describe en Efesios 4:8.
El viaje de Egipto a la tierra prometida iba a ser un viaje accidentado, la provisión de Dios de comerla cada año es una forma de recordar cada año de donde y como los había sacado Dios, la participación de la Cena del Señor cumple el mismo próposito, es una manera de de darnos esperanzas hasta estar en la tierra prometida, es una manera de recordarnos que Cristo nos capacitó para emprender este viaje, al igual que en el desierto, el simbolo del pan es un simbolo de sustento, Dios proveyó el maná en el desierto pero a nosotros nos ha dado el pan de vida tal y como lo describe el evangelio del Juan.
La iglesia anglicana de Kenia en su ceremonia de Santa cena dice: “Cristo es el anfitrión y nosotros somos sus invitados”, el caracter de la cena del Señor sigue siendo comunitario, la familia sigue siendo el núcleo para esta fiesta, la familia sigue siendo el medio por el cual el Señor nos hace participes de sus dones, nadie puede decir “yo estoy bien, los demás no me importan”, si una familia era pequeña tenía que compartir con sus vecinos, lo mismo para nosotros, tenemos que compartir la gracia del Señor
Estamos atrapados y presos, incapaces de adorar a Dios pero la Pascua de Cristo nos otorga la libertad milagrosa para poder compartir con Él de su mesa y alabarle, si el Señor quiere tener comunión con nosotros, debemos estar dispuestos a tener comunión unos con otros.
Ya no podemos decir más “es que me has hecho perder la paciencia” es que asi es mi caracter” “es que dificil dejar de defraudar”, en Cristo y su Pascua tenemos la oportunidad de ser librados.