La Diferencia de la Cruz, 1 Corintios 1:18-25
La Iglesia Santa • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 398 viewsNotes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Apertura-
ECC-
Intro al pasaje-
1 Corintios 1:18–25 (RVR60)
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Oración Objetiva-
Cada persona puede experimentar la diferencia que hace la cruz en su vida al…
La Cruz Hace Ineficaz la Justicia Propia.
La Cruz Hace Ineficaz la Justicia Propia.
La justicia propia crea divisiones.
El contexto previo del pasaje muestra que un gran problema plagando la iglesia de Corinto fue sus divisiones.
Estas divisiones fueron el resultado natural de vanidad y soberbia, jactándose y considerándose superiores a otros en la iglesia.
Debido a las diferencias naturales entre las culturas judías y griegas del día, cada una inflada en su propia perspectiva; y, agregado a eso, el favoritismo por ciertos maestros en la iglesia por sobre otros, resultaba en las divisiones conflictivas en la iglesia.
Pablo les tiene que explicar que el estar en Cristo corta a través de las divisiones naturales y hace que todos sean iguales, 1 Cor. 1:23-24.
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
“El piso es nivelado al pie de la cruz. No es lugar para que alguno se sienta superior a otro, pero también significa que cualquiera puede acercarse a la cruz”— Desconocido.
La justicia propia pierde de vista el mensaje del evangelio.
Luego en su carta, Pablo explica que la sabiduría humana solo se envanece, se auto-infla, se jacta. Sin embargo, lo que realmente edifica es el amor bíblico, 1 Cor. 8:1
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
La culturas judías y griegas en la sociedad de Corinto se jactaban en la capacidad humana para ser algo, y las experiencias existenciales y místicas para medir su relación con Dios.
La cultura judía confiaba en su propia justicia y moralidad para merecer su favor con Dios y la salvación. Una parte de ellos buscaban algún milagro para validar el mensaje dado, pero era de forma más descreída que dispuesta, tal como en el ministerio terrenal de Jesús, Mat. 12:38-39.
Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
La cultura griega confiaba más en el conocimiento especial, experiencias místicas, y las capacidades humanas para merecer favor con sus dioses. Eran los fundadores de lo que hoy llamamos la filosofía (literalmente: amor a la sabiduría).
El pensamiento que algo menos que el esfuerzo humano y la religiosidad pudiera ganarse el favor con Dios era necedad en la perspectiva de la cultura.
El mensaje de un Salvador crucificado y humillado echaba en cara el heroísmo del los héroes legendarios de los griegos y la expectativa judía de un libertador del gobierno opresivo.
Ilustración:
En Luc. 18, hay unas interacciones de Jesús que nos enseña algo necesario para entrar en el cielo. Cuando se impidió que vinieran niños a Él, Él le llamó la atención a sus discípulos y declaró lo siguiente:
Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Luego, al tratar con un rico y desafiarle a amar más a Dios que sus riquezas, Jesús expresa lo siguiente:
Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
En ambos casos, Jesús enseña que lo necesario para el reino de Dios es la humildad. La humildad de verse a uno como pecador y merecedor de la ira santa y justa de Dios, y aceptar por fe que Cristo lo hace todo en nuestro lugar sin buscar añadir algo más.
"Lo único que contribuyes a tu salvación es el pecado que lo hace necesario” — Phillip Melanchton.
En la cultura heroica del griego y la jactancia religiosa del judío, la humildad ni existía, de hecho, parecía una locura.
Aplicación:
Las religiones hoy en día no son tan diferentes que esas mentalidades.
Ninguno quiere un héroe humillado como criminal y colgado para ser ridiculizado y abusado.
La naturaleza humana siempre quiere la forma de ganar/merecer el camino al cielo. Buscamos ser nuestro propio héroe.
El Salvador sangriento y humillado colgado de la cruz no parece muy atractivo, y la humildad necesaria para reconocer nuestra condición pecaminosa y aceptar la substitución de Cristo va contra nuestra naturaleza humana.
¿Cómo te ves? ¿Eres el salvador de tu propia historia, tienes todo ya calculado, confiando en tu manera de buscar a Dios, en lugar de confiar en lo que Dios te ha provisto?
La Cruz Hace Eficaz la Reconciliación.
La Cruz Hace Eficaz la Reconciliación.
Clave al mensaje del evangelio es la cruz de Cristo, que Cristo tomó el lugar del pecador, recibiendo sobre sí mismo la ira santa y justa de Dios por el pecado, Is. 53:4-6.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Sin embargo, el otro lado de la moneda, y tan clave como Su sacrificio, es la resurrección de Cristo, 2 Cor. 5:15; 1 Ped. 3:18.
y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
Allí se encuentra el poder del evangelio, no en un hombre santo caído, sino en el Dios hombre resucitado Jesucristo, 1 Cor. 15:3-4.
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
La resurrección de Cristo no es sólo un mito, sino que es evidenciada de varias formas. No nos da el tiempo de entrar en detalle ahora, pero un resumen de la evidencias que pueden indagara luego, son las siguientes:
La Confiabilidad Histórica de los Evangelios (testimonios oculares).
“Descubrí que Jesús, y solo Jesús, cumplió las antiguas profecías mesiánicas, contra todas las probabilidades matemáticas. Llegue a la conclusión que el NT está basado en testimonio ocular y resiste las evaluaciones los historiadores habitualmente realizan para determinar su confiabilidad. Comprobé que la Biblia fue pasando de generación en generación a lo largo de los años con una notable fidelidad.” — Lee Strobel, El Caso de Cristo.
Las Apariciones del Cristo Resucitado (testimonio de los cuales se podía confirmar en el tiempo de la escritura de los evangelios).
“Toda la evidencia favorece la posición de que los discípulos en verdad vieron al Jesús resucitado. No hay prueba viable que lo contradiga. De modo que surge una conclusión concisa: cuando combinamos las numerosas razones que apoyan la convicción de que Jesús se les apareció a los primeros cristianos, con el fracaso de las teorías naturalistas alternativas, tenemos razón para llegar a la conclusión de que El en verdad se levantó de entre los muertos.”—Gary Habermas
El Cambio en Sus Seguidores (esp. del apóstol Pablo).
El Progreso Explosivo del Cristianismo.
La Tumba Vacía.
Esta gloriosa verdad de la resurrección de Jesús establece el hecho de que únicamente Él pudo pagar por los pecados del mundo, únicamente Él pudo representar ambos Dios y los hombres en esa cruz para reconciliar al hombre pecador con el Dios Santo, Rom. 5:1; 1 Jn. 2:2.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Ilustración:
Cuando Jesús sana a un paralítico traído por sus amigos en Mat. 9 (Mar. 2; Luc 5), curiosamente, para la sorpresa de varios allí, primero perdona sus pecados. Los fariseos pensaron que fue blasfemia, porque ¿quién puede perdonar los pecados sino Dios? Jesús sabe que están pensando esto, entonces les dice:
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa.
El mismo hecho de sanarle demostraba que también tuvo la autoridad para perdonar sus pecados. O sea, el acto milagroso comprobó Su Deidad. De la misma forma Cristo el Salvador dice:
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
… y Su resurrección lo comprueba.
Aplicación: