¡LA HORA HA LLEGADO!

INTRODUCCIÓN

¿Cuál es el evento más importante en la historia de la humanidad?

La caída del imperio romano

El descubrimiento de América

El fin de la II guerra mundial

Las bombas atómicas de Hiroshima y nagasaki

La llegada del hombre a la luna

La caída del muro de Berlín

La destrucción de las torres gemelas

Sin embargo, como creyentes responderíamos a esta pregunta que fue:

El nacimiento de Jesús

La muerte de Jesús

La resurrección de Jesús

¿Por qué era necesario que Jesús se encarnara, muriera y resucitara?

¿Por qué diríamos que ese es el evento más importante en la historia de la humanidad?

Las crónicas de Narnia

Es posible leer una historia, encontrarla interesante y aún así, perder de vista el mensaje central de dicha historia. Por ejemplo, se puede prestar demasiada atención al escenario o a los personajes secundarios, se pueden leer partes de la historia de forma aislada e incluso se puede tratar de sacar una moraleja de la historia desconectada. Pero hacer esto, conducirá a malinterpretar la historia y los temas principales.

Lo mismo puede ocurrir con la Biblia… Y de hecho, frecuentemente en muchos casos eso es lo que ocurre.

La Biblia es la narración de la gran historia que ha sido divinamente inspirada. Es la historia de Dios salvando a Su pueblo por medio de Su Hijo.

En un libro titulado “El escándalo de la cruz” Donald. A. Carson dice que: “nada es más central en la Biblia que la muerte y la resurrección de Jesús. La Biblia entera gira alrededor de un fin de semana en Jerusalén hace unos dos mil años”.

De ahí que los evangelios muestran a Jesús a lo largo de su ministerio enfatizando a sus discípulos la necesidad de su muerte y resurrección para que se cumpliesen las Escrituras.

El Señor estaba conciente de lo que había venido a hacer a esta tierra. Él no vino a improvisar o a buscar la forma en la que podía solucionar el problema de los hombres.

Es por eso que horas antes de ser arrestado para ir a la cruz, en su oración sacerdotal, Jesús comienza con profundas y dramáticas palabras:

Juan 17:1 “1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;”

Poner el texto en su contexto

EL PANORAMA DE LA HISTORIA DE LA REDENCIÓN

Las palabras de Jesús dejan ver que el Padre y el Hijo habían acordado una hora en la que Cristo sería ofrecido como el único sacrificio perfecto para expiar los pecados de aquellos que el Padre le había dado desde antes de la fundación del mundo.

Este acuerdo, ha sido llamado en la teología como el pacto intratrinitario, en el cual las tres Personas de la Trinidad, planearon y se comprometieron a llevar a cabo la redención de un pueblo escogido.

Este plan de redención se desarrolla de forma progresiva a lo largo de las Escrituras y se puede ver en cuatro etapas por así decirlo:

CREACIÓN

No hay pecado. Todo era bueno en gran manera.

CAÍDA

El pecado ha entrado. La creación es maldita por Dios. El ser humano ha sido expulsado de la presencia de Dios.

REDENCIÓN

Dios promete redimir (restaurar) la creación que fues destruida por la desobediencia del hombre.

¿CÓMO IBA A SUCEDER ESTO?

GLORIFICACIÓN

Ya no existe el pecado. La creación ha sido restaurada y el pueblo de Dios está con su Rey por toda la eternidad.

EL CLÍMAX DE LA HISTORIA DE LA REDENCIÓN

La hora ha llegado…

¿Cuál hora?

Esta hora era el punto más alto en toda la historia de la redención.

Había llegado la hora en que la redención planeada desde la eternidad pasada sería ejecutada por la segunda Persona de la Trinidad. Había llegado la hora en que la Simiente de la mujer prometida en Génesis 3:15 aplastaría la cabeza de la serpiente. Había llegado la hora en que todas las profecías sobre la muerte de Cristo se cumplirían. La hora en que los tipos o sombras de todos los sacrificios del A.T. darían paso a la realidad a la que apuntaban: El sacrificio final y perfecto del Cordero de Dios.

Había llegado la hora en la que Aquel que no tiene pecado, sería hecho pecado para que nosotros fuesemos hechos justicia de Dios en Él. Esta era la hora en la cual Cristo cancelaría el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clávandola en la cruz. Era la hora en que el Dios que se hizo hombre llevaría sobre sus hombros todos y cada uno de los pecados de cada uno de sus elegidos y recibiría toda la ira de Dios por cada uno de esos pecados.

Era la hora en la que Cristo llevaría nuestras enfermedades, sufriría nuestros dolores, sería azotado y herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz sería sobre Él y seríamos curados por su llaga. Dios quebrantaría a Aquel que nunca hizo maldad, ni se halló engaño en su boca, sujetándolo a padecimiento porque llevaría el pecado de todos nosotros. Aquel que podía destruir a todos solo con hablar, enmudeció y no abrió su boca, sino que como un cordero fue llevado al matadero. En esta hora, el Dios eterno, moriría en su humanidad.El Dios omnipotente estaría en completa debilidad. El Dios santo santo santo sería tratado pecado. El Dios justo sería tratado como injusto.

Había llegado la hora en que Él entraría a las profundidades de la muerte y mataría a la muerte por medio de Su muerte, destruiría al diablo y a los poderes del mal.

Sin embargo, esa hora no se limita únicamente a su muerte en la cruz, sino que abarca también su resurrección y su ascención.

Por esa razón, es importante que no nos quedemos solamente en el viernes…

Poema de Sadrach Meshach Lockridge:

«Es viernes. Jesús está orando. Pedro durmiendo, Judas traicionando, pero el domingo ya viene.

Es viernes. Pilatos está en problemas. El consejo está conspirando. La multitud está difamando. Ellos ni siquiera saben que el domingo viene.

Es viernes. Los discípulos están huyendo como ovejas sin pastor. María está llorando. Pedro está negando. Pero ellos no saben que el domingo viene.

Es viernes. Los soldados romanos golpean a mi Jesús. Lo visten de púrpura, lo coronan con espinas. Pero ellos no saben que el domingo viene.

Es viernes. Miren a Jesús caminando al Calvario. Su sangre se derrama, su cuerpo y su espíritu está acongojado. Pero mira, solo es viernes. El domingo viene.

Es viernes. El mundo está ganando. La gente pecando. El diablo se está burlando.

Es viernes. Los soldados clavan las manos de mi Salvador a la cruz. Ellos clavan los pies de mi Salvador a la cruz y luego lo levantan junto a unos criminales. Es viernes, pero déjame decirte algo: el domingo ya viene.

Es viernes, los discípulos se preguntan qué es lo que le ha pasado a su Rey. Y los fariseos están celebrando que sus planes han logrado. Pero ellos no saben que solo es viernes, que el domingo ya viene.

Es viernes. Él cuelga de la cruz sintiéndose abandonado por su Padre, dejándolo solo y muriendo, ¿qué nadie puede salvarlo?. Es viernes, pero el domingo, ya viene.

Es viernes, la tierra tiembla, el cielo se oscurece. Mi Rey entrega su espíritu. Es viernes. Toda esperanza se ha perdido. La muerte ha vencido, el pecado ha conquistado y Satanás cree que ha vencido.

Es viernes en la tumba lo pusieron. Los romanos lo sepultan. Con una piedra lo encerraron. Pero es viernes. Es solamente. El domingo, pero el domingo, pero el domingo llegó.»

Cristo resucitaría el domingo demostrando y asegurando así que Dios el Padre había aceptado su sacrificio y luego estaría durante 40 días con sus discípulos hablándoles acerca del reino de Dios.

No obstante, es importante resaltar que esa hora fue fijada en la eternidad por las tres Personas de la Trinidad con un propósito supremo…

EL PROPÓSITO SUPREMO DE LA REDENCIÓN

CONCLUSIÓN

APLICACIONES