Efesios 2:1-8

Introducción

El tema de la equidad en nuestros días es un tema que se relaciona unicamente con la equidad de género. Sin embargo, también hay equidad en todos los ambitos en los que involucra las relaciones interpersonales.

La equidad no se puede ver a ciencia cierta si se basa únicamente en lo que pensamos de ella con referencia a un tema en partícular. Según el diccionario la equidad es la cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones. Sin embargo, tampoco podemos hablar de equidad unicamente con raasgos meritorios. Especialmente cuando hablamos de equidad eclesiastica o espiritual. Pues dicha equidad se basa en la voluntad y soberania de Dios. Quien nos da según sus planes y no conforme a nuestras propias espectativas.

Nuestra labor en este pasaje es la de ver a un Dios equitativo. El cual, al estar consiente de nuestros diversos órigenes y de nuestras diversas historias, nos ama por igual y nos muestra la misma misericordia y gracia con el fin de que nuestra diversidad nos una en Cristo Jesús. Pues sin importar de donde venimos, somos todos uno con Cristo a través de la fe que profesamos y esto no es merito propio sino que es un regalo de Dios.

Núria Lucena Cayuela, ed., Diccionario general de la lengua española Vox (Barcelona: VOX, 1997).

La diversidad dentro de la equidad.

Trataremos el tema del contexto del pasaje. Pero a su vez, el contexto de los pueblos involucrados dentro de la problemática de la iglesia local en Efeso. Dichos pueblos eran, los Efesios helénicos y los judíos que radicaban en dicha comunidad. Sin dejar de lado a los otros gentiles que vivan en la zona por que era un puerto comercial muy importante.

La forma en la que Pablo conoce a la iglesia en Efeso es muy relevante para el desarrollo del capítulo dos de la carta; especialmente para los primeros 10 versículos. Dicha narrativa la podemos observar en Hechos 19. Donde Pablo les hace ver a los Efesios el valor del arrepentimiento que se predicaba a través del Bautismo Juan. Dicho acto, también exalta el amor de Dios para con nosotros a través del sacrificio de Cristo. Acto referente de la gracia divina.

También, dentro del contexto de la carta, nos es necesario mencionar que los Efesos eran personas muy devotas a sus deidades. Las cuales, a menudo, les pedian sacrificios u ofrendas para seguir siendo sus dioses o salvadores. Por ello, los efesos tendían a tener la misma actitud para con el Dios de los Judíos y Jesús como su redentor. Es decir, ellos a menudo hacian obras que consideraban dignas de perdón porque así lo prácticaban en su adoración para con otros dioses. Es por esto, que Pablo enfatiza sobre el perdón y la salvación por gracia por medio de la fe en Cristo Jesús (Efesios 2:8 “8 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.”).

Por otro lado, era normal que los judíos relacionaran toda mala actitud del ser humano con la autoridad demoniaca sobre el cuerpo. Lo cual, podemos ver reflejado en las palabras de Pablo de los primeros dos versículos (Efesios 2:1–2 “1 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.” ). Aunque Pablo generaliza sobre todo deleíte y todo pecado, es necesario aclarar por el contexto del pasaje, que muy probablemente Pablo esta haciendo esto con el fin de exaltar la gravedad del pecado de distincion racial que se veía dentro de la comunidad cristiana. Distinción que se hacia desde adentro del judaísmo hacia afuera, pero también en algunos casos al reves.

La meta principal de la tentación es la de conducir a la persona a pecar. Pudiera ser el pecado de hacer lo que Dios prohibe. Pudiera ser el pecado de no hacer lo que Dios manda.

John Owen

Este punto nos debe llevar a al siguiente tema dentro de nuestra predicación.

La diversidad en Cristo, nos lleva a la Equidad

Podemos nosotros pecar desobedeciendo a Dios, llevando a cabo alguna acción claramente prohibida por él en su palabra. Pero, al mismo tiempo pudieramos pecar no haciendo lo que Dios nos manda. Es decir, antes eramos objeto del enojo de Dios por caminar fuera de sus caminos y por no tener una relación con él. Pero como creyentes, pudiesemos estar llevando a cabo una relación con él y estar involucrados en una comunidad de fe. Pero, no llevar a cabo su voluntad o las labores a las que el nos ha mandado.

La iglesia de Efeso era un nuevo pueblo, compuesto por judíos y gentiles. Los cuales se necesitaban entre sí, pues era necesario que se amaran entre ellos. Que demostraran que tanto el judío como el gentil había comprendido el evangelio de forma correcta. Por ello, Pablo les tiene que recordar el pecado en el que antes vivian. Para que reflexionaran sobre su condición actual. Su mayor falta como cristianos era la de seguir haciendo distinciones entre ellos por su origen racial. Así muchas veces los cristianos de nuestra época somo igualmente selectivos. Haciendo distinción entre las personas a las que les predicamos o a su vez las personas que deseamos que asistan a nuestra iglesia. Incluso, dentro de la iglesia, especialmente entre las iglesias pequeñas demostramos dicha actitud a través de los grupos que se forman a consecuencia de los desacuerdos que tenemos entre nosotros.

Según Pablo, es necesario que dejemos esa actitud demoniaca en nuestro viejo estilo de vida. Pues todos, sin importar de donde venimos somos parte de la familia de Dios. Y dicho sea de paso, según Pablo, somos parte de la familia divina a causa del gran amor y la misericosdia de Dios para con nosotros y no por nuestras propias acciones. Las distinciones y separaciones que hagamos entre nosotros solo aportan al la labor del enemigo de mantenernos distraidos y divididos. Distaidos en cosas que no deberiamos de estar pensando, como en el porque si o porque no hablarle a un hermano de la iglesia en la que me congrego. Distraidos en ver con quien sí o con quien no puedo predicar a Cristo con el fin de que sea parte de la iglesia. Divididos entre nuestros argumentos teológicos. Divididos por nuestras costumbres de culto. O divididos por raza y color.

El mensaje de Pablo, cuando ataca dicho pensamiento de selectividad cristiana, nos lleva a vernos como una sola especie, con el mismo valor entre nosotros cuando dice que sin importar quien seamos ni como seamos; fuimos salvos por la misma GRACIA a causa de la misma FE. Esto debe ocasiona que veamos a los demás con el mismo amor y la misma misericordia con la que Dios nos ve. Pues ni la otra persona, ni usted, ni yo hemos hecho algo digno para recibir el amor y el perdón de Dios. Pues como bien dice este mismo pasaje dicha salvación no es por obras para que nadie tenga de que jactarse.

La salvación es el origen de la equidad en Cristo.

Ninguna iglesia tiene el derecho de poner como condición para la membresía algo que Cristo no haya puesto como condición para la salvación.

Archibald Alexander Hodge

Así como Jesús no puso entre nosotros ninguna distinción, tampoco nosotros debemos hacer distinciones para predicar el evangelio. Mucho menos para determinar quien sí o quien no puede entrar o pertenecer a nuestra membresía. Los Efesios eran personas que adoraban a muchos dioses. Y por su posición geográfica, Efeso era considerada como una ciudad multicultural. Motivo por el cual el politeísmo era aceptado. De hecho, el politeísmo era un motivo de conflicto entre los Efesios y los Judíos de la zona, pues los Efesios aseguraban que los judíos tenian una actitud de superioridad al tener fe unicamente en un solo Dios.

Pero, cuando los Efesios conocieron al Dios de los judíos y a su Hijo Jesucristo comenzaron a entender la importancia de seguir a un solo Dios. Empezaron a caminar con él y a ver el amor que este les tenía. Motivo por el cual muchos de ellos dejarón de seguir a la diosa Artemisa, lo que causó gran revuelo en Efeso a causa de las pérdidas económicas a consecuencia de la poca venta de artesanias que el cristianismo causó. Pero, no solo en una ciudad de Asia se llevo a cabo dicho conflicto sino por toda la provincia. En nuestro caso, al igual que a la provincia de Asia Menor, Dios nos ha alcanzado desde distintas regiones y de formas muy diferentes. Respetando en todos tanto el proceso como el método por medio el cual nosotros le habríamos de conocer. Pero en todos nosotros al igual que en los Efesios, Dios ha depositado al mismo Espíritu. Espíritu que al ser derramado sobre los Efesios causó que ellos tuviesen el poder de llevar a cabo grandes milagros.

En conclusión:

Dios nos ha sacado a todos de la condenación por nuestro pecado. No hay uno solo que sea digno de haber salido de ahí. Incluso no hay nada que nosotros pudiesemos hacer para lograr salir de dicha condisión. Solo la gracia y el amor incondicional de Dios nos ha librado de la muerte por nuestro pecado. Así pues debemos de amarnos los unos a los otros, sin hacer diferencias entre nosotros. Sin creer que merecemos más los unos que los otros. PORQUE POR GRACIA HEMOS SIDO SALVADOS POR MEDIO DE LA FE. NO POR OBRAS PARA QUE NADIE TENGA DE QUE JACTARSE.

La salvación por fe es un regalo que hace a la humanidad igual delante de Dios. Sin importar el estrato social, la casa en la que vivamos, la educación que tengamos. Pues, todo aquel que recibe la gracia de Dios y participa de la salvación por medio de la fe. Tiene la tarea de andar en buenas obras. Las cuales Dios prepara de antemano para nosotros. Esto significa que Dios determina de que forma y a quien es que habremos de servir con el fin de compartir el evangelio del Reino.

Sin bien es cierto, debemos dejar nuestra vieja forma de vida y empezar a ser transformados por el poder del Espíritu Santo. El cual mora en nosotros. Nuestra condicion debe ser la de constante renovación en el poder de nuestro Dios. Por ello, debemos dejar que su amor transformador nos muestre la misión que llevaremos a cabo mientras le adoramos con nuestras acciones en la tierra. Cada día de nuestra vida. Amén.