LA RESURRECCIÓN DE CRISTO EL GOLPE FINAL A LA MUERTE (1 COR 15:1-8; 12-22; 50-58)
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1 LA RESURRECCIÓN, LA MÉDULA DEL EVANGELIO (1-8)
2 LA RESURRECCIÓN, RAZÓN DE NUESTRA FE (12-22)
3 CON LA RESURRECCIÓN DE CRISTO, LA MUERTE HA SIDO DERROTADA (50-58)
INTRO
Hemos estado meditado estos días en los textos de Lucas sobre la pasión y también cada día con un pasaje de las etapas de la pasión de Cristo.
Hoy celebramos el solemne culto al Señor, celebramos la Victoria sobre la muerte de nuestro Señor Jesucristo, celebramos la Resurrección, pues sabemos, y podemos anunciar: ¡Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado!
Hermano, ¿qué entendemos sobre la Resurrección? ¿Qué implicaciones tiene este hecho para nosotros? ¿Podemos tener seguridad y confianza a partir de este hecho y sus implicaciones? ¿Qué tan importante es?.
1. LA RESURRECCIÓN, LA MÉDULA DEL EVANGELIO (1-8)
1. LA RESURRECCIÓN, LA MÉDULA DEL EVANGELIO (1-8)
1 Ahora, hermanos, os recuerdo el evangelio que os he predicado. Es el evangelio que recibisteis, en el cual seguís firmes. 2 Por medio de este evangelio seréis salvos, si retenéis la palabra que os he predicado. De lo contrario, habréis creído en vano. 3 En primer lugar os he enseñado lo que yo también recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que se apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún y otros ya han muerto. 7 Después apareció a Jacobo y después a todos los apóstoles. 8 Y al último de todos que se apareció fue a mí, como a un abortivo.
La resurrección es la medula del:
a) El único Evangelio que salva (1-2)
1 Ahora, hermanos, os recuerdo el evangelio que os he predicado. Es el evangelio que recibisteis, en el cual seguís firmes. 2 Por medio de este evangelio seréis salvos, si retenéis la palabra que os he predicado. De lo contrario, habréis creído en vano.
No hay otro camino de salvación que no sea Cristo, fuera de Él no hay salvación, Cristo nos muestea el camino a través de su muerte y su resurrección para nuestra salvación.
Es necesario que esto lo recordemos, por eso cada año conmemoramos su muerte y su reserrección.
Es el mensaje de salvación, que debe ser predicado a tu corazón.
Y la resurrección es medula de este Evangelio, pues si no, en vano creeríamos si no tenemos la certeza de la resurrección.
Cristo hubiera sido un profeta, un revolucionario o un heroe más. Pero Cristo es mucho más grande que esto, es el Hijo de DIos, el Mesías, el Verbo encarnado, el plenamente hombre y plenamente Dios, Dios mismo. Que muriendo mató la muerte.
Porque sólo Él podria dar y volver a tomar su vida.
18 Nadie me la quita, sino que libremente la doy. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre.
Porque sólo Él podría dar y volver a tomar su vida.
b) El testimonio vivo (3-8)
Este Evangelio, de la Buena Noticia es un testimonio vivo, porque Cristo está vivo.
3 En primer lugar os he enseñado lo que yo también recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que se apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún y otros ya han muerto. 7 Después apareció a Jacobo y después a todos los apóstoles. 8 Y al último de todos que se apareció fue a mí, como a un abortivo.
El testimonio de Cristo murió por nosotros, que de esto han testificado las Escrituras desde el Génesis 3:15;
QUe realmente murió para resucitar y de este modo vivo, se apareció a Pedro y a los demás discípulos hasta Pablo.
Este testimonio Vivo del Evangelio llega a nosotros como soplo que vivifica nuestra alma muerta, para darle vida, eh ahí cuando experimentamos el primer milagro y golpe a la muerte. Lo imposible se hace posible.
2. LA RESURRECCIÓN, RAZÓN DE NUESTRA FE. (12-22)
2. LA RESURRECCIÓN, RAZÓN DE NUESTRA FE. (12-22)
No solamente la resurrección de Cristo es la medula del Evangelio, también es la razón de nuestra fe.
12 Pero si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo es que algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, de nada sirve nuestra predicación y vuestra fe tampoco sirve para nada. 15 Aún más, resultaríamos ser falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, a quien no resucitó si es que los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe no sirve de nada, y vosotros todavía estáis en vuestros pecados. 18 Además, también los que murieron en Cristo están perdidos. 19 Si todo cuanto esperamos de Cristo se limita a esta vida, somos los más dignos de lástima de todos los seres humanos. 20 Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; como primicias de los que murieron. 21 Porque así como la muerte vino por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Pues del mismo modo que en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
a) No se puede entender nuestra fe sin la resurrección (12-19)
12 Pero si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo es que algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, de nada sirve nuestra predicación y vuestra fe tampoco sirve para nada. 15 Aún más, resultaríamos ser falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, a quien no resucitó si es que los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe no sirve de nada, y vosotros todavía estáis en vuestros pecados. 18 Además, también los que murieron en Cristo están perdidos. 19 Si todo cuanto esperamos de Cristo se limita a esta vida, somos los más dignos de lástima de todos los seres humanos.
La pregunta:
Santa Biblia Reina Valera 2020 Capítulo 15
12 Pero si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo es que algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de muertos?
Entre los Corintios, de mentalidad gricorromana, algunos dudaban de la resurrección de los muertos, pues anteponían sus tradiciones, cultura o filosofías a la fe.
No sé vosotros, ¿pero no sé puede ser cristiano y no creer en la Resurrección de Cristo y la de los muertos.
Porque negaríamos con esto, la resurrección de Cristo, y a veces por la poca fe se puede caer en esto. También sucede, cuando creemos en otras cosas y hacen opacar el efecto de la muerte y resurrección de Cristo.
Ejemplos…
Si no creyeramos en la resurreccióin de Cristo… ¿que hacemos aquí?
14 Y si Cristo no resucitó, de nada sirve nuestra predicación y vuestra fe tampoco sirve para nada.
Entonces la muerte sería el final. El sacrificio de Cristo no hubiera valido para nada.
19 Si todo cuanto esperamos de Cristo se limita a esta vida, somos los más dignos de lástima de todos los seres humanos.
Pero no es así…
b) ¡Cristo ha resucitado como primicia de nosotros! (20-21)
20 Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; como primicias de los que murieron. 21 Porque así como la muerte vino por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos.
Cristo murió, muriendo mató la muerte.
En esa madrugada, en esas primeras luz del alma, el león de la tribu de judá, con gran rugido, derrotó a la muerte, pisoteo la muerte, la destruyó para que nosotros por Él, tengamos vida.
c) En Cristo tenemos vida (22)
Por el pecado de Adán tenemos muerte, por nuestra naturaleza tenemos muerte..
22 Pues del mismo modo que en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Era necesario que Cristo viniera para salvarnos y darnos vida.
En Cristo, por su muerte y resurrección tenemos vida.
Y aunque tenegamos que experimentar la muerte física, viviremos, porque en Cristo ha sido vencida la muerte espiritual y la muerte eterna.
3. CON LA RESURRECCIÓN DE CRISTO, LA MUERTE HA SIDO DERROTADA (50-58)
3. CON LA RESURRECCIÓN DE CRISTO, LA MUERTE HA SIDO DERROTADA (50-58)
50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 Prestad atención, os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y que esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido destruida por la victoria. 55 ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? ¿Dónde, sepulcro, tu victoria? 56 Porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. 57 Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Ahora tenemos esperanza (50-53)
50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 Prestad atención, os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y que esto mortal se vista de inmortalidad.
Podemos ver, que el golpe final a la muerte, todos nececisatabamos esto para nuestra vida.
El golpe final a la muerte.
b) La muerte ha sido destruida para nosotros (54-58)
54 Cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido destruida por la victoria. 55 ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? ¿Dónde, sepulcro, tu victoria? 56 Porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. 57 Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
La muerta ha sido destruida por la victoria
8 Destruirá a la muerte para siempre, y enjugará el Señor las lágrimas de todos los rostros y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque el Señor lo ha dicho.
Ahora la muerte no puede lastimarnos…
55 ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? ¿Dónde, sepulcro, tu victoria?
14 Porque el pecado ya no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
c) Cobrad ánimo
58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
CONCLUSIÓN
¡Hoy celebramos que al muerte ha sido vencida!
¡Hoy celebramso que Cristo Vive!
¡Hoy celebramos que Cristo Reina!
¡Hoy celebremos que Cristo nos ha bendecido!
¡Hoy celebramos co gozo y alegría la Victoria sobre Satanás!
¡Hoy celebramos que Cristo es nuestro mediador, está vivó!
¡Hoy celebramos que Cristo al estar vivo, está cercano a nosotros!
¡Hoy celebramos que el volverá porque está vivo!
¡Hoy celebramos que viviremos con Él!
¡Hoy celeramos que cuando nos despidamos aquí unos de otros, no será el último adiós, sino un hasta luego, poruqe los cristianos nunca se dicen adios por últoma vez, porque Él ha vencido la muerte! Nos da vida.
Es la medula del Evangelio,
la razón de nuestra fe.
Nuestra Victoria.
¡CRISTO HA RESUCITADO, VERDADERAMENTE HA RESUCITADO!
ORACIÓN FINAL
Señor, Dios, Padre celestial, te pedimos rey eterno, que en neustro corazón no haya duda de neustra fe, que siempre tengamos la Verdad de tu Hijo presente en nuestras vidas, que nuestra esperanza sea radiante sobre la resurreecciçon, telo pedimos por Tu Hijo, Nuestro Señor, que Vive verdaderamente, Reina con toda autoridad y poder por los siglos de los siglos, amén.
Que La gracia del Señor Jesucristo Resucitado, el amor del Padre todopoderoso y la comunión del Espíritu Santo esté con todos vosotos. Amén.