EL DOMINGO LLEGÓ

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Que la audiencia pueda apreciar la esperanza que representa la resurrección de Cristo en el domingo y cuáles profecías son cumplidas en él.

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INTRODUCCIÓN

En la Biblia, nos encontramos con un silencio extraño el sábado previo a la resurrección.
¿Será que Dios no tenía nada que decir ese día? No. En lo absoluto.
¿Será que había un sentimiento de derrota por parte del Mesías? Por supuesto que no.
¿Será que este silencio este puesto allí, entre las páginas de la Biblia a propósito? Creo que sí.
Este silencio no se da por falta de información, sino porque las expectativas apuntaban al día siguiente: el domingo.
Este sábado silencioso nos recuerda al reposo de Dios el 7mo día, luego de la creación de todo el cosmos. Este sábado silencioso, fue el preámbulo de la nueva creación en Cristo Jesús. Este sábado silencioso, da paso a la resurrección y la vida, que habrían de manifestarse en Cristo cuando llegara el domingo. El domingo llegó, y la historia fue testigo de la manifestación gloriosa del Hijo de Dios que se levanta de entre los muertos, cumpliendo así, con el plan glorioso de redención gestado en la eternidad pasada en Dios.
Por esto, hoy hablaremos bajo el título “El Domingo Llegó” y estaremos leyendo en Lucas 24:44-49.

EL DOMINGO LLEGÓ Y CRISTO LO HABÍA PREDICHO (V. 44)

Una de las grandes cosas que hacen a Jesús el Mesías, y que traen confiabilidad en sus palabras, son las veces que él predijo lo que tenía que pasar, mucho antes que ocurriera. Y un domingo, precisamente ese domingo especial, él trae esta verdad a colación en su aparición a sus discípulos.
En primer lugar, Jesús resalta que cuando aún estaba con vida, antes de su pasión, muerte y resurrección, ya él les había enseñado sobre lo que sus ojos estaban viendo (ver v. 44a).
En el contexto de la confesión de Pedro, Lucas dice de Jesús:
“y les dijo: «El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día».” (Lucas 9:22, NBLA)
Unos 9 o 10 días después, Jesús les dice a sus discípulos:
“«Hagan que estas palabras penetren en sus oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntar a Jesús acerca de ellas.” (Lucas 9:44–45, NBLA)
En su camino a Jerusalén, antes de pasar por Jericó, una vez más Jesús aborda a sus discípulos y les dice:
“Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: «Miren, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre. Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido; y lo azotarán, y después lo matarán, y al tercer día resucitará». Pero ellos no comprendieron nada de esto. Este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía.” (Lucas 18:31–34, NBLA)
Y finalmente, en el contexto de la institución de “la cena del Señor”, antes de su oración en el Getsemaní, les dice:
“»Porque les digo que es necesario que en Mí se cumpla esto que está escrito: “Y CON LOS TRANSGRESORES FUE CONTADO”; pues ciertamente, lo que se refiere a Mí, tiene su cumplimiento».” (Lucas 22:37, NBLA)
En segundo lugar, nuestro texto dice que el Señor les había enseñado “la necesidad de que se cumpliera todo” acerca de él (ver 44b).
Según la RAE, uno de los significados de “necesidad” es “Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente en cierto sentido.” Además, nos brinda una lista de sinónimos o palabras afines como:
1. impulso, urgencia.
2. imperativo, requisito, exigencia, obligación, menester, precisión, obligatoriedad.
3. escasez, apuro, carencia, pobreza, penuria, aprieto, ahogo.
4. hambre.
5. peligro, riesgo, emergencia.
6. excreción, deposición, evacuación, defecación, micción, deyección, emunción.[1]
La palabra griega usada por nuestro Señor es δεῖ (dei): “es necesario, es un deber, tener que, a menudo con la implicación de inevitabilidad, frecuentemente en el plan de Dios.”[2]
Era obligatorio que “todo” lo que estaba estipulado en el AT (Ley de Moisés, los profetas, y los Salmos) sobre Cristo, tenía que cumplirse al pié de la letra.
De la misma manera que un enfermo necesita ser asistido por un profesional médico, que una persona hambrienta necesita ser alimentada, que un recién nacido necesita ser cuidado y amamantado por su madre, cada profecía y palabra que describían al Mesías prometido, debían tener su cumplimiento. Y nuestro Señor, resalta esto.
El domingo llega, y lo dicho por Jesús, tiene su cumplimiento, y él se los recuerda a sus discípulos, y hoy nos lo recuerda a nosotros.

EL DOMINGO LLEGÓ Y CRISTO CUMPLE LAS ESCRITURAS (V. 45-46)

Un par de preguntas importantes que deberíamos hacernos son ¿Cuáles profecías Cristo cumple del AT? Y ¿Por qué los discípulos no entendieron lo que nuestro Señor venía diciéndoles?
Contestemos, en primer lugar, la pregunta sobre las profecías cumplidas por, y en, Cristo.
Las profecías cumplidas, en sentido general, son una evidencia de que la Biblia es Palabra inspirada de Dios. El pastor Sugel Michelén hace la siguiente observación al respecto: “Esto es algo que diferencia la Biblia de todos los otros libros que claman ser inspirados. Ni el Corán, ni el Libro del Mormón poseen ninguna profecía predictiva. Pero en el caso de la Biblia, el 30 % está compuesto por profecías, cientos de profecías que se han cumplido en un cien por ciento, exceptuando únicamente aquellas que claramente pertenecen a un tiempo futuro, como las que están relacionadas con la segunda venida de Cristo y sus eventos relacionados.”[3]
En un artículo publicado por Creig Marlowe, PhD, en la página web “Explore God”, hace la siguiente anotación sobre la cantidad de profecías o predicciones que se cumplen en Cristo: “Desde que Jesús de Nazaret comenzó a predicar, más de 350 pasajes del Antiguo Testamento han sido citados como anticipaciones proféticas de su vida y muerte. De hecho, en un día del primer siglo, unas 3,000 personas aceptaron el mensaje de Pedro sobre Jesús basado en un análisis de las profecías hechas en Salmos 16 y 110.”[4]
Como la lista es tan grande, solo mencionaremos algunas de ellas y nos enfocaremos en las que tiene que ver con “pasión” y “resurrección”.
Profecías sobre el nacimiento de Jesús (Is. 7:14; Miq. 5:1-4)
Profecías sobre el ministerio de Jesús.
1. Enseñaría en parábolas (Sal. 78:1-2; Is. 6:9-10)
2. Sería humillado y serviría a la humanidad (Sal.8:5-6)
3. Sería una piedra que haría tropezar (Is. 8:14)
4. Su ministerio sería en Galilea (Is. 9:1)
5. Atraería a todos en el mundo (Is. 11:10)
6. Haría milagros (Is. 35:5-6)
7. El Mesías tendría un precursor que lo anunciaría (Is. 40:3-4)
8. Sería un siervo escogido (Is. 42:1-4)
9. Sería rechazado y despreciado (Is. 53:3)
10. Jesús libertaría a los oprimidos (Is. 61:1)
11. Tendría un trono eterno (Dan. 7:14)
12. Traería el final al pecado (Dan. 9:24)
13. Montaría un burro (Zac. 9:9)
14. Lo traicionarían por 30 piezas de plata (Zac. 11:12)
c. Profecías sobre la entrega y el proceso de acusación
1. Conspirarían para matar al ungido de Dios (Salmos 31:13)
2. No hablaría a sus acusadores (Salmos 38:12-13)
3. Además, Su cuerpo no sufriría corrupción (Salmos 16:9-10)
4. Apagarían su sed con vinagre y hiel (Salmos 69:21)
5. Se burlarían y abusarían del Mesías (Isaías 50:6)[5]
d. Profecías sobre la muerte y resurrección de Jesús[6]
1. Sufriría por los demás
Isaías 53:4–5 “4 Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. 5 Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, Y por Sus heridas hemos sido sanados.”
Mateo 8:16–17 “16 Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con Su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos, 17 para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: «Él tomó nuestras flaquezas y llevó nuestras enfermedades».”
2. Crucificado con malhechores
Isaías 53:12 “12 Por tanto, Yo le daré parte con los grandes Y con los fuertes repartirá despojos, Porque derramó Su alma hasta la muerte Y con los transgresores fue contado; Llevó el pecado de muchos, E intercedió por los transgresores.”
Mateo 27:38 “38 Entonces fueron crucificados con Él dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.”
3. Sus manos y pies serían perforados
Salmo 22:16 “16 Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malhechores; Me horadaron las manos y los pies.”
Juan 20:27 “27 Luego dijo a Tomás: «Acerca aquí tu dedo, y mira Mis manos; extiende aquí tu mano y métela en Mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».”
4. Sería escarnecido y despreciado
Salmo 22:6–8 “6 Pero yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. 7 Todos los que me ven, de mí se burlan; Hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo: 8 Que se encomiende al Señor; que Él lo libre; Que Él lo rescate, puesto que en Él se deleita.”
Mateo 27:39–40 “39 Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza 40 y diciendo: «Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a Ti mismo. Si Tú eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz»”
5. Le darían a beber vinagre
Salmo 69:21 “21 Y por comida me dieron hiel, Y para mi sed me dieron a beber vinagre.”
Juan 19:29 “29 Había allí una vasija llena de vinagre. Colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca.”
6. Su costado sería traspasado
Zacarías 12:10 “10 »Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por Él, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por Él, como se llora por un primogénito.”
Juan 19:34 “34 pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.”
7. Sobre sus ropas echarían suertes
Salmo 22:18 “18 Se reparten entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echan suertes.”
Marcos 15:24 “24 Cuando lo crucificaron, se repartieron Sus vestidos, echando suertes sobre ellos para decidir lo que cada uno tomaría.”
8. Ninguno de sus huesos serían quebrados
Salmo 34:20 “20 Él guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos es quebrantado.”
Juan 19:33 “33 Cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas;”
9. Sepultado en una tumba de ricos
Isaías 53:9 “9 Se dispuso con los impíos Su sepultura, Pero con el rico fue en Su muerte, Aunque no había hecho violencia, Ni había engaño en Su boca.”
Mateo 27:57–60 “57 Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús. 58 Este se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que se lo entregaran. 59 Tomando José el cuerpo, lo envolvió en un lienzo limpio de lino, 60 y lo puso en su propio sepulcro nuevo que él había excavado en la roca. Después de rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, se fue.”
10. Resucitaría después de su muerte
Salmo 16:10 “10 Porque Tú no abandonarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que Tu Santo sufra corrupción.”
Mateo 28:9 “9 De repente Jesús les salió al encuentro, diciendo: «¡Saludos!». Y ellas, acercándose, abrazaron Sus pies y Lo adoraron.”
11. Ascendería al cielo
Salmo 68:18 “18 Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a Tus cautivos; Has recibido dones entre los hombres, Y aun entre los rebeldes, para que el Señor Dios habite entre ellos.”
Lucas 24:50–51 “50 Entonces Jesús los condujo fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania, y alzando Sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.”
Observemos ahora la segunda pregunta sobre el por qué los discípulos no entendieron lo que Cristo les había estado enseñando. En el versículo 45 (LEER) nos revela que Cristo tuvo que abrirles la mente para que comprendieran las Escrituras.
En varias ocasiones encontramos que los discípulos no comprendían muchas de las cosas que Cristo les enseñaba, en especial, las relacionadas con su muerte y resurrección.
“«Hagan que estas palabras penetren en sus oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntar a Jesús acerca de ellas.” (Lucas 9:44–45, NBLA)
“Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: «Miren, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre. »Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido; y lo azotarán, y después lo matarán, y al tercer día resucitará». Pero ellos no comprendieron nada de esto. Este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía.” (Lucas 18:31–34, NBLA)
Lucas nos revela una verdad sumamente importante: solo Cristo puede abrir nuestro entendimiento de las Escrituras para recibir y entender la verdad del Evangelio.
Lo hizo con los discípulos en este encuentro con el Cristo Resucitado, el día Domingo.
Ver v. 45
Lo hizo con los discípulos que iban de camino a Emaús:
“Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron; pero Él desapareció de la presencia de ellos. Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?»” (Lucas 24:31–32, NBLA)
Lo hizo con Lidia de Tiatira:
“Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía. (Hechos de los Apóstoles 16:14, NBLA)
Lo hizo con nosotros:
“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos a Aquel que es verdadero; y nosotros estamos en Aquel que es verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.” (1 Juan 5:20, NBLA)
El domingo llega, y Cristo es el cumplimiento de las profecías y les da entendimiento a sus discípulos para que vean con claridad las verdades reveladas en estas profecías y cómo se cumplen en nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo. Y hoy domingo, nos es revelado a nosotros, que Cristo es el Mesías enviado para salvarnos, a quien recordamos y conmemoramos hoy.

EL DOMINGO LLEGÓ Y CRISTO NOS COMISIONA (V. 47-49)

En estos últimos tres versículos me gustaría resaltar tres cosas.
El contenido de la comisión (v.47).
Los agentes comisionados (v. 48).
La promesa para poder cumplir la comisión (v. 49).
El contenido de la comisión (v. 47)
Cristo es el contenido de la predicación comisionada y es en nombre de quien realizamos la predicación.
“»A Él Dios lo exaltó a Su diestra como Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento a Israel, y perdón de pecados. »Y nosotros somos testigos de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen»” (Hechos de los Apóstoles 5:31–32, NBLA)
El arrepentimiento y fe son parte inseparable de la predicación comisionada por Cristo.
“«El tiempo se ha cumplido», decía, «y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el evangelio».” (Marcos 1:15, NBLA)
“testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.” (Hechos de los Apóstoles 20:21, NBLA)
El perdón de los pecados es la gran del contenido de la predicación comisionada.
“Entonces Pedro les dijo: «Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.” (Hechos de los Apóstoles 2:38, NBLA)
“»Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor,” (Hechos de los Apóstoles 3:19, NBLA)
“»Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Él les es anunciado el perdón de los pecados; y que de todas las cosas de que no pudieron ser justificados por la ley de Moisés, por medio de Él, todo aquel que cree es justificado.” (Hechos de los Apóstoles 13:38–39, NBLA)
Los agentes comisionados (v. 48)
En primera instancia, los apóstoles y discípulos que experimentaron todas estas cosas fueron los testigos oculares, que dieron testimonio e inspirados por el Espíritu Santo lo dejaron plasmado en lo que hoy conocemos como la Biblia.
“y ustedes también darán testimonio, porque han estado junto a Mí desde el principio.” (Juan 15:27, NBLA)
“A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.” (Hechos de los Apóstoles 2:32, NBLA)
En segunda instancia, nosotros hoy, somos los testigos del tiempo presente, no solo porque heredamos el mensaje o predicación comisionada por Jesús, sino que también experimentamos el perdón de pecados en Cristo Jesús.
“Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».” (Mateo 28:19–20, NBLA)
La promesa para poder cumplir con la comisión (v. 49)
La promesa era la persona del Espíritu Santo, de quien Cristo ya les había instruido en varias ocasiones (Jn 14:16,17,26; 15:26; 16:7–16)
La promesa les capacitaría para poder ser efectivos en la misión de testificar sobre el evangelio.
“pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra».” (Hechos de los Apóstoles 1:8, NBLA)
«¡Hay poder en la predicación! El poder del Espíritu es el poder de la Palabra. Cuando se proclama la Palabra, el Espíritu está ocupado trabajando en la mente y el corazón del oyente.» Autor: Carl J. Sanders[7]
Tres implicaciones de esta promesa para poder cumplir con la comisión dada por Jesús:
Paciencia: los apóstoles tendrían que esperar el tiempo de ser revestidos del Espíritu Santo.
Obediencia: los discípulos tuvieron que obedecer las instrucciones al pie de la letra para poder recibir la promesa.
Investimento o llenura de poder: solo cuando fueron llenos del Espíritu Santo pudieron iniciar la comisión asignada por el Señor.
El domingo llega y Cristo no solo cumple las Escrituras proféticas y se los hace entender a sus discípulos, sino que, en ese domingo, los comisiona a compartir con el mundo esa gran verdad.

CONCLUSIÓN.

Llegó el domingo y las puertas de la esperanza del Evangelio Salvador del nuestro Señor se abren para todos aquellos que se acerquen en arrepentimiento y fe a Él.
Llegó el domingo y la reconciliación con Dios, gracias al perdón de nuestros pecados, es efectivo gracias a la obra de Cristo en la Cruz.
Llegó el domingo y el cumplimiento de las profecías mesiánicas, nos dan garantías de la fidelidad de Dios, y la seguridad y confiabilidad de su Palabra, de manera que podemos creer firmemente en Él y descansar en sus promesas.
[1] https://dle.rae.es/necesidad [2] James Swanson, Diccionario de idiomas bı́blicos: Griego (Nuevo testamento) (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 1997). [3] https://www.coalicionporelevangelio.org/entradas/sugel-michelen/las-profecias-cumplidas-una-prueba-interna-contundente-de-la-inspiracion-biblica/ [4] https://www.exploregod.com/es/articulos/que-profecias-del-antiguo-testamento-predijeron-a-jesus [5] https://cvclavoz.com/archivo/que-profecias-cumplio-jesus/ [6] https://es.aleteia.org/2016/07/18/asombroso-profecias-del-antiguo-testamento-cumplidas-en-jesus/ [7] https://frasescristianas.org/carl-j-sanders/
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