11. El Libro del Génesis: El dominio de Adán, la formación de la mujer y la institución del matrimonio
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Introducción
Introducción
18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Con la ayuda de nuestro Señor amados, hoy finalizaremos el 2do. capítulo del primer libro de la Biblia en esta hermosa serie de predicaciones expositivas en el libro del Génesis.
En nuestro anterior sermón aprendimos sobre la creación y el hombre en el monte de Dios.
Hoy veremos 3 temas que están conectados entre sí, y que nos señalan la importancia del vínculo matrimonial dentro del plan divino y redentor de Dios. (título del sermón)
El Dominio de Adán
El Dominio de Adán
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él...
El cuidado del Creador para con el hombre y su preocupación paternal por su bienestar
El cuidado del Creador para con el hombre y su preocupación paternal por su bienestar
Dios en su gracia, se apiada de la soledad de Adán.
Dios en su gracia, se apiada de la soledad de Adán.
No es bueno que el hombre esté solo...
La soledad no es buena para el bienestar del hombre porque el hombre fue creado como una criatura sociable. Eclesiastés 4:9–10 “9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.”
La soledad no es buena para el aumento y continuidad de la especie humana, es por ello que al Señor le plació que esta aumentara por la sucesión de generaciones.
Dios en su gracia resuelve proveer una sociedad para él.
Dios en su gracia resuelve proveer una sociedad para él.
le haré ayuda idónea para él...
El Señor resuelve hacer para Adán una ayuda igual a él, de la misma naturaleza y rango, cercana a él, una ayuda ante él y que este la mire con placer y deleite.
La sujeción de las criaturas al hombre y de su dominio sobre ellas
La sujeción de las criaturas al hombre y de su dominio sobre ellas
Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo...
El Señor por medio del ministerio de los ángeles o por un instinto mandado a los animales estos vienen al hombre, mostrando así que Adán es su señor, el vicerrector de Dios en la tierra. Esto es evidente porque por medio de esta tarea de colocar nombre a los animales, el hombre:
Demuestra su conocimiento, diferenciado de las otras criaturas.
Demuestra su poder, al imponer los nombres a los animales y estos se sujetan a él al recibir sus nombres.
«Dios dio nombres al día y a la noche, al firmamento, a la tierra y al mar; y llama a las estrellas por sus nombres, (cf. Sal. 147:4) para manifestar que él es el Señor supremo de ellas. Pero dio a Adán permiso para nombrar a las bestias y a las aves, como su señor subordinado; pues, habiéndolo hecho a su imagen, así ponía algo de su honor sobre él.»
— Matthew Henry
La insuficiencia de las criaturas para ser felicidad para el hombre
La insuficiencia de las criaturas para ser felicidad para el hombre
mas para Adán no se halló ayuda idónea para él...
Dios en su revisión de la tarea asignada al hombre observó que ninguna de las criaturas era complementaria al hombre, en esto podemos destacar 2 cosas:
La naturaleza humana al ser creada a imagen y semejanza del Señor tiene dignidad y excelencia.
Aunque le hubiere sido dado a Adán todos los tesoros de a tierra, no hubiera sido suficiente para se su ayuda idónea.
Es por ello que el Señor procede a:
La formación de la mujer
La formación de la mujer
Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
La creación de la mujer, para ser ayuda idónea para Adán
La creación de la mujer, para ser ayuda idónea para Adán
Adán fue formado primero y después la mujer, ella fue hecha del varón y para el varón 1 Corintios 11:8–9 “8 Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón,9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.” Esta es la razón por la que la mujer debe ser humilde, modesta, sumisa, sujeta y reverente a SU marido.
Sin embargo, siendo el varón creado como la última de las criaturas, y este siendo este el más excelente y mejor de todas ellas. La mujer al ser creada después de Adán y a partir de él, al Señor le ha placido que la mujer sea la gloria del varón 1 Corintios 11:7 “7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.”
Si el varón es la cabeza, ella es la corona, una corona a su marido, la corona de la creación visible. El varón fue polvo refinado, pero la mujer fue polvo doblemente refinado, más lejos de la tierra.
— Matthew Henry
El Señor durmió a Adán para crear a la mujer, para que este no imaginara que aconsejó al Señor en la creación de su ayuda idónea.
El Señor durmió a Adán para que al quitarle una de sus costillas este no sintiera dolor.
La mujer fue hecha de una costilla de Adán; no hecha de su cabeza, para gobernar sobre él, ni de sus pies, para ser pisoteada por él, sino de su costado, para ser igual a él, bajo su brazo, para ser protegida, y cerca de su corazón, para ser amada.
Adán perdió una costilla, y sin disminución de su fuerza y atractivo (pues, sin duda, la carne se cerró sin cicatriz), pero en su lugar tuvo una ayuda idónea para él, que compensó con mucho su pérdida.
El Señor trajo a Adán a la mujer creada de su costilla, no para que esta sea su sirvienta ni cabeza, sino su esposa.
Este fue un casamiento hecho en perfecta inocencia, y jamás lo fue ningún casamiento desde entonces, porque:
Dios, como su Padre, trajo a la mujer al hombre, como su segundo ser y ayuda idónea para él. Cuando la hubo creado, no la dejó a su propia disposición. No, era su hija, y no debía casarse sin su consentimiento.
Dios, como su Padre, la recibió Adán. Los dones de Dios para nosotros han de ser recibidos con un reconocimiento humilde y agradecido de su sabiduría al adecuarlos para nosotros, y de su favor al concedérnoslos. Además, como muestra de su aceptación, le dio un nombre, no particular de ella, sino común a su sexo: Ésta será llamada Varona, Isha, diferente del varón solo en sexo, no en naturaleza; hecha del hombre y unida al hombre.
La institución del matrimonio
La institución del matrimonio
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban...
La institución de la ordenanza del matrimonio y el establecimiento de la ley del mismo
La institución de la ordenanza del matrimonio y el establecimiento de la ley del mismo
El día de reposo y el matrimonio fueron dos ordenanzas instituidas en la inocencia, aquel para la preservación de la Iglesia, este para la preservación del mundo de la humanidad.
Ahora bien, veamos cuan grande es la virtud de la ordenanza divina en la institución del matrimonio:
Los vínculos en esta institución son fuertes, ya que ¿A quién podemos estar más firmemente atados que a los padres que nos engendraron y a las madres que nos parieron? Sin embargo, el hijo debe soltarlos para unirse a su mujer, y la hija de la misma forma para juntarse con su marido Salmo 45:10–11 “10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; 11 Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor.”
El consentimiento de los padres en el casamiento es necesario en virtud al ejemplo de Dios mismo al entregar a Adán a su mujer y este de recibirlo. Miren hermanos, cuán injustos son con sus padres, así como desobedientes, quienes se casan sin el mismo; pues les roban su derecho y porción en ellos y lo entregan a otro, fraudulenta e innaturalmente.
La necesidad de prudencia y de oración en la elección de esta relación, que es tan cercana y tan duradera. Era necesario que se hiciese bien lo que había de hacerse para toda la vida.
El matrimonio, no se debe dividir y debilitar teniendo muchas mujeres ni romper o cortar por el divorcio (Malaquías 2:15 “15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.” ), por ninguna causa excepto por fornicación o deserción voluntaria.
El estrecho afecto que debería haber entre marido y mujer, como el que hay para con nuestros propios cuerpos (Efesios 5:28 “28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.” ). Estos dos son una sola carne; sean, entonces, una sola alma.
Una evidencia de la pureza e inocencia del estado en que nuestros primeros padres fueron creados
Una evidencia de la pureza e inocencia del estado en que nuestros primeros padres fueron creados
Ambos estaban desnudos. No necesitaban ropa para defensa contra el frío o el calor, pues ni uno ni otro podía perjudicarles.
No necesitaban nada para decencia: estaban desnudos y no tenían motivo para avergonzarse. No sabían qué era la vergüenza.
Aplicaciones
Aplicaciones
Todos tenemos necesidad de ayuda, aún más en la familia de la fe 1 Corintios 12:21 “21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.”
El Señor fue quien te proveyó o trajo una esposa para Adán, por lo tanto la ayuda idónea la mujer adecuada es del Señor.
La sociedad de la familia, si es apropiada, es un remedio suficiente para el dolor de la soledad.
Ni los animales ni las riquezas son ayuda idónea para el hombre.
El varón jamás encontrará su complementariedad en un animal, porque estos no pueden apoyar en el rol que el Señor le dió a la mujer y no pueden darle descendencia. Hay varones que han sido afectados por las ideologías que son débiles en el llamado masculino.
La mujer jamás encontrará su complementariedad en un animal (aunque esté de moda), porque un animal no puede cubrir el deber del varón, el rol que Dios dió a los varones. En la actualidad, millones de mujeres han sido afectadas por las ideologías, las cuales se oponen a los roles dados por Dios, pero también tristemente los hombres que deberían estar preparándose para la institución del matrimonio siguen siendo niños.
Los enemigos de la institución del matrimonio y el cuidado que debemos tener al dejarlos ingresar a nuestro corazón.
satanás, así como en el Edén, la táctica que usa es sembrar la duda de la institución del matrimonio llevando a los hombres y mujeres a la confrontación.
La carne, desde la caída el hombre es egoísta y la mujer insumisa.
El mundo, las ideologías nacidas del pecado e influenciadas por satanás son aquellas que llevan a las personas a desechar la institución del matrimonio.
Hermanos solteros, la constancia es clara y sencilla para ustedes el día de hoy. Prepárense para la institución del Matrimonio, y para ello el consejo de la escritura es este:
32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
Esto les ayudará hermanos solteros a escoger correctamente a la persona que el Señor ha dispuesto para ti.
Niños, un día serán grandes y deberán prepararse para el estado del matrimonio, observen a sus papitos como se tratan y retengan lo bueno y desechen lo malo. Aprendan del Señor Jesucristo y el amor por su iglesia como ejemplo del matrimonio correcto.
Maridos (no importa la edad que tengan) amen a sus mujeres sacrificialmente, ustedes varones que se quejan de los gobernadores civiles, ¿cómo estas siendo como la cabeza de tu hogar? mira el ejemplo que las escrituras nos ponen a los varones:
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
¿Qué es amar?
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Objetivamente varones, deben amar a sus mujeres siendo cabeza de su mujer (guiándola en los caminos del Señor no un déspota), siendo siervo y pastor de sus almas. No solo no deben hacerles faltar el alimento para el cuerpo sino el alimento para el alma. ¿La llevas a los pies de Cristo todos los días?¿buscas que sea más santa?¿amas sacrificialmente a tu esposa? No temas ofenderla con las Escrituras, hazlo, así buscarás el honor de Cristo y ella verá la integridad y fidelidad tuya al Señor y no a sus caprichos. Cuidense de no ser déspotas porque Cristo no es así con su iglesia.
Mujeres sujetense a sus maridos en amor y respeto, escuche el consejo de la Palabra del Señor:
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Objetivamente mujeres, sujetense a su marido con paciencia, ayuden a sus maridos en el cuidado del hogar, la crianza de los niños, en la alimentación de la familia. Esto mis hermanas no es algo cultural, es el mandato de Dios para ustedes, ya que en Proverbios 31 les manda a ser mujeres piadosas. Cuidense de no ser carcoma de hueso para sus maridos siendo rebeldes.
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. 11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. 12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida. 13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos. 14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos. 15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas. 16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos. 17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos. 18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche. 19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca. 20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso. 21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles. 22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido. 23 Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. 24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader. 25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir. 26 Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua. 27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. 28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba: 29 Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas. 30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. 31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
Revisemos nuestro rol como la esposa de Cristo ¿nos sujetamos a la cabeza de la iglesia?¿somos como iglesia parecidos a la mujer de proverbios 31?
Adán fue una figura del que había de venir, pues del costado de Cristo, el segundo Adán, fue formada su esposa, la Iglesia, cuando durmió el sueño, el profundo sueño de muerte en la cruz, para lo cual fue abierto su costado y de él salió sangre y agua, sangre para comprar a su Iglesia y agua para purificarla para sí mismo. Véase Efesios 5:25–26.