GLORIOSA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN
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Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
1. Inclinación del ser humano
1. Inclinación del ser humano
Martin Heidegger, un filósofo existencialista alemán del siglo XX – afirmaba que el ser humano es un ser-para-la-muerte. Esto explica porque el hombre común se pregunta: “¿porque nacimos, si vamos a morir?” Otros han llegado a pensar que “vivir es un absurdo”.
Esta convicción de la muerte hace que el ser humano diga en su corazón “comamos y bebamos porque mañana moriremos”. (1 Cor. 15:32). En otras palabras “podemos hacer lo que queramos porque no hay vida después de la muerte y, por lo tanto, no hay justicia divina”. La vida entonces es la búsqueda insana de satisfacción egoísta de todo deseo carnal.
Porque todo designio del pensamiento humano es hacia el mal.
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
El ser humano entonces vive en pecado y rebeldía constante. Y eso lo lleva a estar eternamente apartado de Dios. Esa es la muerte eterna.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
2. Voluntad eterna de salvación
2. Voluntad eterna de salvación
Pero el Dios Eterno, luego de la caída de Adan y Eva en Edén, en Génesis trazó el plan para la redención – el proto evangelio.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Ya hemos visto que el ser humano siempre ha estado inclinado al mal. En su gran amor Dios le dio 2 oportunidades de salvación. La primera en la predicación de Noé por 120 años antes del Diluvio. Pero solo ocho fueron salvados (1 Pedro 3:20).
Luego del Diluvio, nuevamente se rebelaron los líderes humanos contra la orden de repoblar la tierra y entonces ocurrió Babel con la confusión de las lenguas. Años mas tarde, Dios elige a Abraham y su familia como un canal de bendición para toda la humanidad.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, andaron por fe en las promesas dadas a Abraham. Los hijos de Jacob entraron a Egipto en un tiempo de severa hambruna y estuvieron allí por 430 años, llegando a caer en servidumbre de los egipcios. Los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre.
3. La Ley como custodio de la esperanza
3. La Ley como custodio de la esperanza
Luego de haber sacado al pueblo de la salido de Egipto, Dios les dio la Ley o Decálogo a través de Moisés, la cual fue un ayo o custodio del pueblo hebreo hasta la venida de Cristo. (Gál. 3:23-24)
Muchos hombres y mujeres piadosos pusieron su confianza en la promesa de Dios. Uno de ellos, el rey David habló de la esperanza de la resurrección por primera vez. Pero esta se refería al futuro Mesías de Israel.
Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
4. Esperanza en medio de la cautividad
4. Esperanza en medio de la cautividad
Sin embargo, la mayoría de los reyes y el pueblo de Israel eran rebeldes a la voz de Dios, y fueron castigados con la destrucción de Samaria por los asirios en el 722 B.C. y luego Jerusalén a manos de los babilonios en el 587 B.C.
A pesar de este castigo, Dios en su gran misericordia, no descartó a su pueblo, y a través del profeta Jeremías les aseguró que 70 años despues los haría volver. (Jeremías 29:10). Y se cumplió al pie de la letra.
En medio de esa cautividad, Daniel profetiza con toda claridad sobre la resurrección.
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
5. Muerte al Mesías de Israel
5. Muerte al Mesías de Israel
Cuando Jesús anunció el Reino de Dios, los judíos no aceptaron el mensaje de “un carpintero” (Marcos 6:3). Ellos esperaban que la promesa de los siglos se hiciera pronto realidad con un Mesías poderoso. Jesús se conmovió por la dureza de corazón del pueblo y lloró sobre Jerusalén.
Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.
Jesús demostró con señales muy claras que El es el Señor de la vida, y resucitó a varios, siendo el caso mas notable el de Lázaro.
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Lo increíble es que aun viendo el milagro de la resurrección de Lázaro, los principales sacerdotes y fariseos no creyeron, y acordaron darle muerte a El y a Lázaro.
Jesús anunció que con su sacrificio el mundo entraría en una nueva etapa, la era de la gracia, pues el príncipe de este mundo ya no tendría la potestad sobre todo ser humano.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.De pecado, por cuanto no creen en mí;de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Jesús fue llevado a la muerte, y muerte de cruz, cumpliendo muchas profecías del AT.
6. Resurrección gloriosa de Jesucristo
6. Resurrección gloriosa de Jesucristo
La muerte no podía retener a Jesucristo y resucitó con poder el tercer día. Tal como El lo había dicho: “yo soy la resurrección y la vida”.
Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.
Cristo se apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos vivían aún, y otros ya habían muerto, cuando Pablo escribe la carta a los Corintios (1 Cor. 15:5-6). Cristo permaneció en la tierra 40 días preparando a sus discípulos, tal como nos narra el evangelista Lucas en el libro de Hechos.
En Pentecostés, el apóstol Pedro declara en que Jesús resucitado es el Señor (Hch. 2:36–38). Y ese mismo día se convirtieron como tres mil personas. Su total confianza en la resurrección de Cristo les llenó de valentía y poder.
7. La base de la fe cristiana
7. La base de la fe cristiana
Aproximadamente en el año 55 A.D. Pablo escribe a los creyentes de Corinto, desde Efeso. Esta comunidad cristiana tenia problemas de división, soberbia, inmoralidad, resultado de la influencia de una ciudad rica y corrupta. ¿Suena esto familiar en cualquier ciudad moderna?
Muchos dudaban de la resurrección y Pablo les confirma en su fe (1 Cor. 15:3–6) tal como hemos visto en el primer texto que hemos leído.
Pablo les confronta: si Jesús no resucitó – entonces somos apenas unos religiosos ilusos.
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Aun mas, Pablo denuncia claramente ese pensamiento pernicioso que venía de una ciudad corrompida, hedonista, como Corinto:
Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.
Pablo había recibido una revelación especial de parte del mismo Señor Jesucristo, la cual también vemos en otras de sus cartas.
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
Y esta es una esperanza gloriosa que tenemos. Gloria a Dios!!
8. Para reflexionar
8. Para reflexionar
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
La muerte y la resurrección de Jesucristo son centrales para la fe de todo cristiano.
Esta esperanza ha permitido que muchos cristianos hagan verdaderas proeza, superando toda dificultad, penuria o persecución en este mundo, y dejando un legado de vida, orden y compasión.
Ya no somos mas un ser-para-la-muerte. En cambio, con Cristo tenemos vida eterna.
Si Jesús no hubiese resucitado de los muertos como la primicia de los creyentes, entonces la fe bíblica sería errónea. Y es todo lo contrario!
Pero tenemos un Dios misericordioso que se compadece, y nos da su promesa, de tener un cuerpo glorificado.
¿Quieres tú también tener esa seguridad?
¿Crees verdaderamente en Jesucristo el dador de la vida?
¿Le has aceptado como tu Señor?
OREMOS