Vida nueva para una nueva vida.

Introducción

La pandemia por covid trajo dolor y muerte, de un dia para otro decenas de personas morían de manera repentina, muchos no pudieron despedirse de sus familiares, en los hospitales la situación no podía ser distinta, decenas de personas enfermas y conectadas a aparatos para respirar, cada turno había decesos y parecía que era algo de nunca acabar.

Pasado el tiempo la situación mejoró, la noticia de una nueva vacuna hacía que todo pareciera tener una luz al final del túnel, mas y mas medicamentos se estudiaron y estuvieron listos para ofrecerse a las personas que lo necesitaran, atrás quedó la zozobra de morir por esta enfermedad sin embargo para quienes no pudieron salvar a sus familiares esta noticia supo amarga, si tan sólo hubiese llegado antes o si tan sólo su familiar hubiese esperado un poco más para enfermar.

La situación de Israel

En el pasaje de hoy vemos una visión, el profeta Ezequiel es llevado a un lugar lleno de huesos, para que podamos entender esta visión el profeta añada que eran huesos completamente secos, el Señor le explica a Ezequiel que estos huesos son el pueblo de Israel quienes se han asumido como derrotados, como perdidos, en una sola frase como “sin esperanza”.

A este pueblo sin esperanza, el Señor decide darles vida, es Él quien se acerca a ellos y además será Él quien les de de su aliento de vida, una vez más como el relato de la creación, será necesario que el Señor sople aliento para que vuelvan a vivir.

La situación de la Iglesia.

Hoy las iglesias han sufrido el embate de la pandemia, no solo perdieron miembros importantes si no que también perdieron a congregantes a sus iglesias.

Según un reporte de Christian Today, una de las grandes perdidas de la iglesia fue la perdida de la presencialidad, al no poder estar cerca de los hermanos muchos decidieron alejarse, pero de acuerdo a estos investigadores había algo más escondido por debajo, por lo menos 4 puntos se pueden observar:

inmadurez espiritual

fragilidad pastoral

ineficiencia y despilfarro en programas secundarios

falta de resiliencia

La iglesia de hoy se parece a un montón de huesos secos, se encuentra sobreviviendo a los embates de lo que llamamos “el mundo”, nos hemos encerrados en nuestros templos y estamos esperando a morir o a que el Señor vuelva, lo que pase primero.

Pudiera ser que la situación de la iglesia hoy sea similar a la del pueblo de Israel, “ya no tenemos esperanza, estamos perdidos”, hemos asumido con facilidad que hemos perdida la guerra contra las fuerzas del pecado y de la maldad, a algunos nos da temor esto asi que utilizamos la estrategia de Ezequiel cuando el Señor le pregunta si los huesos pueden revivir y solo alcanzamos a decir “Señor, tú lo sabes” sin atrevernos a decir “Si” con firmeza y determinación.

El milagro de la vida

La buena noticia de que Cristo esté vivo es que nos permite participar de su vida eterna, el evangelio de Juan dice que vimos su gloria y de que su plenitud hemos probado todos, John 1:14“Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” , Él es el Señor de la iglesia, toda buena dadiva y todo don perfecto descienden de Él.

El Señor le dijo a Israel di esto: Yo les daré aliento de vida y volverán a vivir”., esta buena noticia es para nosotros también, el Señor nos dará aliento de vida y volveremos a vivir, no solamente a sobrevivir, conozco esa sensación, de ir a la iglesia solo por compromiso, solo para no ser mal visto pero con el alma podrida y seca, sin embargo este mensaje nos recuerda que el Señor nos da de su aliento de vida para comprobarnos nuevamente que Él es el Señor.

Cuando los discipulos están en el campo viendo al Señor irse, esuchan a 2 hombres que les dicen “Este mismo Jesús que ha sido llevado al cielo vendrá otra vez de la misma manera en que lo han visto irse”, la Iglesia tiene este promesa y para que no olvidemos que Cristo establecerá su reino en medio de nosotros, ha enviado al Espiritu que da vida.

Acts 2:2“De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos.” nos narra con que violencia y despliegue de poder se hizo presente el Espiritu en medio del nuevo Israel, fueron llenos de valor y vida, quienes habian estado encerrados teniendo temor por sus vidas ahora predican con valor y sin miedo a la muerte, posteriormente en el mismo libro de Hechos, los discipulos vuelven a orar y nuevamente el Espiritu Santo se manifiesta grandemente en medio de ellos.

El Espiritu de Dios es una promesa para su pueblo, es una promesa para la Iglesia, no es algo opcional, si clamamos con poder, el Señor nos dará de su aliento y volveremos a vivir.