Sin nada que decirles
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Buenos días a todos, tengo que informarles que en realidad sentí en mi devocional la necesidad de no decirles nada
Así como escucharon, ese es mi tema hoy, no tengo nada que decirles.
En realidad lo que les estoy diciendo es lo mismo que Pablo dijo a los hermanos de Tesalónica
Abramos nuestra Biblia en 1 Tesalonicenses 1:8
1 Tesalonicenses 1:8 (NLBLA)
Porque saliendo de ustedes, la palabra del Señor se ha escuchado, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también por todas partes la fe de ustedes en Dios se ha divulgado, de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada.
Explicación
Explicación
Pablo fundó la iglesia en Tesalónica durante su segundo viaje misionero, aunque su estancia ahí fue breve debido a la persecución judía. Preocupado por el destino de los tesalonicenses, envió a Timoteo para verificar su fe
Sin embargo, Timoteo regresó con buenas noticias: la fe y el amor de los creyentes habían crecido y se habían extendido por todas partes.
Por tanto, la reacción de Pablo en su carta a ellos fue “a ustedes hermanos, no tengo más nada que decirles ni enseñarles, porque entendieron muy bien su llamado, sigan así”
Visualización
Visualización
Imaginemos que un día llega el profe Marco a clase, y dice: Chicos, tengo una urgencia y tengo que salir, mientras tanto lean el excurso que está en la página 7 del material y vuelvo lo antes posible para explicarles lo que significa y resolver sus dudas. Al rato, el profe llama preocupado al profe Isaac para que vaya a supervisar si estamos estudiando el material. El profe Isaac le contesta diciendo que no hay nada de que preocuparse, porque pasó por ahí y les vió estudiando y trabajando.
Al día siguiente, el profe vuelve y dice: Al parecer entendieron todo y no necesito decirles más nada, les felicito, podemos pasar a otro tema.
Aplicación
Aplicación
De esta manera, podemos hoy en día aprender a ser como los tesalonicenses en cuanto al desarrollo de su fe, los cuáles no necesitaban que nadie les enseñe ni les diga más nada con respecto a su vida cristiana, ya que lo hacían bien por sí mismos.
Podemos imitarles a ellos, por ejemplo:
Cuando Gugui pase por nuestro lugar de limpieza y no encuentra polvo cuando pasa su dedo por algún estante.
Cuando dedicamos esas 12 horas que pidió el profe para preparar el sermón.
Cuando cumplimos con las limpiezas del baño, pasillo y cocina y el pai y la mai no necesitan hacer reuniones de internado para volver a repetirnos las mismas cosas.
Cuando nuestros líderes ya no necesitan estar recordándonos las verdades básicas del evangelio, y corrigiendo los mismos pecados de siempre.
Señor, ayúdanos a vivir de una manera irreprensible, para que cuando tengamos que rendir cuentas, podamos ser hallados fieles, sin nada que reprochar. Amén.